Capitulo 5

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Hoy es un día triste, tanto que el clima estaba al nivel. Un día lluvioso, gris, donde la tristeza inunda a cada persona en especial si asistes a un funeral.

"Setsuna Black amada esposa, madre. Te recordaremos con amor"

Serenity no podía dejar de llorar, ya que la única persona que le quedaba, la que la amaba en el mundo, la había dejado sola. Sus padres aquellos que la criaron con amor, ya no estaban. Ahora con sus 16 años debía afrontar el mundo sola, sin una familia a su lado. Aunque su lado mas cruel agradecía que su madre ya no estuviera ahí con ella, no después de verla sufrir 6 meses en hospital con máquinas conectadas, sus brazos llenos de moretones, porque al no tener venas visibles les costaba ponerle las sondas.

Verla cada minuto sufrir antes su piel rosada, ahora gris sin vida. No puedo pasar el ultimo cumpleaños de Serenity, ni pasaría los siguientes, no vería su premio por "la mejor escritora juvenil" no la acompañaría a su graduación, ni miles de eventos, porque ella estaba ya en el cielo, si es que existía.

En esos meses rezo, pidió, suplico hacia un Dios, uno que ayudara a su madre, que la ayudara a recuperarse, pero nunca sucedió, sentía que nunca la escucho. Tras 2 infartos y muerte cerebral de su madre, ya no creía. Ahora dudaba que existiera Dios, no sabe si hace mal o bien, pero por el momento es su sentir.

—Serenity querida, lanza tu flor.

Ella mira a la Srta. Mónica, su amiga y cuidadora en esos momentos de dolor. Serenity lanza la rosa blanca que lleva en la mano, segundos después la tierra cae al féretro. Serenity alza un poco la mirada y ve a Diamante "el viudo" llevando muy bien su papel ante la sociedad de marido abnegado, pero la verdad era otra ni una sola vez fue al hospital, solo cuando tuvo que firmar los papeles de defunción.

Fuera de eso nunca vio a su esposa en el hospital, llevaba mujeres a la casa. Ni siquiera le importo si ella estaba ahí. Hasta invitaba a sus socios a la casa, Serenity trataba de evitarlos ya las miradas que le lanzaban eran todo menos fraternas. Para su "fortuna" ella casi vivía en el hospital, asi que cuando ellos iban no los veía o los evitaba.

Agradecía también el que la tecnología la ayudara ya que el premio le fue enviado vía correo y depositado en la cuenta de la Srta. Mónica. Ella era la que guardaría su dinero por cualquier emergencia.

—Vamos querida, es tiempo que descanses y tengas una muy rica comida.

Mónica sin darle oportunidad de negarse se la lleva de ahí. Sabe que Serenity debe descansar todos estos meses ha antepuesto su salud y felicidad por cuidar a su madre. Cosa que ella no se lo puede reprochar, pero si le da tristeza el que no pudiera ir a la preparatoria por estar con su madre. Ahora tendría que enviar todo de nuevo para que vuelva a ser aceptada. Además, que tiene que meter algo de carne en esos huesos.

Serenity había bajado casi 12 kilos en esos meses, no es que no se viera guapa, pero parecía un cadáver los ojos sumidos, su ropa holgada, gracias a las vitaminas que le mando Taiki no tenía anemia, pero si otros malestares derivados de su pérdida de peso mal cuidada.

Avanzan unos metros cuando Diamante les cierra el paso, Serenity empieza a temblar, pero Mónica no se amedrenta. —

—¿A dónde la lleva? Serenity tiene que descansar.

—Lo se señor. — le dice con sarcasmo— La llevo a su casa para que coma y duerma apropiadamente. No creo que tenga problemas que una amiga de su difunta madre la acompañe ¿O sí?

Diamante tiene ganas de golpear a la maldita mujer, pero con varias mirados sobre ellos, debería ser prudente.

—Gracias por la ayuda señora. Yo tengo que ir a ver el negocio, pero no estaré mucho tiempo fuera.

Huellas del almaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum