La Tierra Media, de esplendor inconmensurable, árboles con hojas color verde oscuro, otros con hojas verde tierno se mecen al compás de la brisa, la tierra debajo de estos se moteaba de la sombra de las temblorosas hojas. Las flores amarillas, brota...
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- Ayer hemos sido advertidos por la visitante que vieron durante la cena de que Saruman ya no es un aliado. Ha sucumbido ante al amo del anillo único. - dijo Elrond, los murmullos y susurros ansiosos no se hicieron esperar.
- Debemos estar más vigilantes que nunca, no sabemos que puede tramar Saruman - dijo Gandalf a los miembros de la Compañía.
- Mithrandir, ¿es esta un persona en la que confías? - preguntó Legolas , a lo que Gandalf asintió con un gesto de su cabeza.
Gimli, se limitó a observar la situación y no hacer muchos comentarios. Aragorn también se mantuvo en silencio, decidiendo que vería por sí mismo la valía de la joven. Los hobitts Pippin y Merry eran quienes parecían más animados y positivos ante la visita de la jóven, preguntándose entre sí mismos animosamente si la chica se quedaría mucho tiempo y si sería apropiado conocerla, pues parecía un personaje interesante.
Boromir sin embargo se sentía receloso de tal información, dudoso de creer en las palabras de una mujer, y más una que parecía loca o esa era la impresión que había dejado en él y sus hombres la noche anterior cuando había irrumpido en el comedor.
Sin muchos más intercambios de palabras pero sin salir de la sala donde discutían, cada quien fue a un rincón de esta, conversando en privado con los acompañantes que habían traído al Concilio, el único que se excuso de la sala fue Elrond.
...
Stella había despertado hacia unas horas, había sido una noche de sueño reparadora. Terminando de cambiarse a unas ropas que habían dejado en una esquina sobre su cama luego de salir del baño y desayunar, las ropas con las que había llegado habían sido , se observó en el espejo, sus cabellos lacios y rojizos caían sobre sus hombros, el vestido se ceñía a su cuerpo hasta las caderas, era blanco pero con un color rosa claro que comenzaba en la parte baja del vestido e iba decolorandose hasta tornarse blanco, no tenía mangas en los hombros sino que estás comenzaban un poco más abajo, eran largas hasta el suelo.
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"Muy élfico"- pensó la jóven admirando el vestido.
Entonces vio en el reflejo la carta dirigida a Radagast que yacía sobre el tocador junto a su sombrero y regresó a la realidad. Debía hablar con Gandalf sobre su sueño, que él la ayudara a aclarar si realmente había visto algo, hablado con alguien, y a partir de ahí tomaría una decisión, aunque si resultaba ser una respuesta positiva tenía una idea de que iba a decidir y cuales serían sus siguientes pasos.
