²⁵✦.:🌱→ El Camino a Isengard

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— ¡Gandalf!— exclamó Stella acercándose — Parecía que no llegarías, siempre de improviso.

— Concuerdo con la dama — dijo Eomer acercándose.

—¿De improviso? —replicó Gandalf— Dije que volvería y que me reuniría aquí con vosotros.

—Pero no dijiste la hora, ni la forma en que aparecerías. — dijo Eomer.

Gandalf continuó intercambiando palabras con Eomer, mientras que Stella aprovechó estar fuera de la conversación para estirar un poco sus brazos y disfrutar de un par de rayos de sol que se filtraban entre las nubes.

Los hombres alrededor de ambos magos, parecieron inquietos, asombrados, pensaban que ninguno veía lo que ellos en el bosque. Sobretodo concentraron sus miradas nerviosas en Stella, quien se había presentado ante ellos como Nuvanna, Istari amiga de los animales y del bosque, la Istari que había tomado el lugar de Radagast.

Stella les dirigió una sonrisa antes de hablar:

— ¿Son los árboles? — preguntó de manera retórica — Yo veo el bosque como lo veis vosotros. Pero esto no es obra mía, sino algo que está más allá de los designios de los sabios.

—Entonces, si no has sido tú, ¿quién ha obrado esta magia? —preguntó Théoden — No Saruman, eso es evidente. ¿Habrá acaso algún sabio todavía más poderoso, del que nunca oímos hablar?

—No es magia, sino un poder mucho más antiguo —dijo Stella.

— Un poder que recorría antaño la tierra, mucho antes que los elfos cantaran, o repicara el martillo. — continuó Gandalf.
>>Mucho antes que se conociera el hierro o se hachasen los árboles; cuando la montaña era joven aún bajo la luna; mucho antes que se forjase el Anillo, o que se urdiese el infortunio, ya en tiempos remotos recorría los bosques. <<

—¿Y qué respuesta tiene tu acertijo? —le preguntó Théoden.

—Para conocerla tendrás que venir con Nuvanna y conmigo a Isengard — respondió Gandalf.

—¿A Isengard? —exclamaron todos, los ojos de cierto elfo se encontraron con los de la mencionada en una mezcla de sorpresa y terror.

—Sí —dijo Gandalf — Volveré a Isengard y quien lo desee puede acompañarme. Allí veremos extrañas cosas.

—Pero aun cuando pudiéramos reunirlos a todos y curarles las heridas y la fatiga, no hay suficientes hombres en la Marca para atacar la fortaleza de Saruman —dijo Théoden.

Después de un intercambio de palabras entre Gandalf y Théoden, determinaron que descansarían ahora y partirían en la noche rumbo a Isengard.

Stella debía admitir que lo único que la emocionaba de ir a Isengard era ver a Merry y Pippin de nuevo.


...

Legolas y Stella iban montados en Arod. Gimli y Aragorn iban en Hasufel y no se alejaban de Gandalf, pues el bosque atemorizaba a Gimli.

—Hace calor aquí dentro —le dijo Legolas a Stella— Siento a mi alrededor la presencia de una cólera inmensa. ¿No te late a ti el aire en los oídos?

—Sí —respondió ella.

—¿Qué habrá sido de los miserables orcos? — preguntó Legolas a nadie en particular.

—Eso, creo, nunca se sabrá —dijo Gandalf.

Los siguientes dos minutos pasaron escuchando hablar a Gimli de las incomesurables bellezas de las cavernas subterráneas del Abismo de Helm. Stella sin embargo desvió su atención de la conversación al sentir un conocido "palpitar" en su cabeza y una migraña seguida de este. Sabía que era Saruman intentando llegar a ella.

Nuvanna || El Señor De Los Anillos ⸙ Legolas FanficWhere stories live. Discover now