Capítulo 13.

4.6K 566 174
                                    

— Unos, dos, tres, cuatro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— Unos, dos, tres, cuatro ...

Y por más absurdo que lo parezca, todos los niveles se incorporaron al juego más infantil; contaban al unísono.

La puerta de seguridad se abrió. Antes de comenzar a correr, la joven escuchó el sonido que hace el metal al impactar contra el suelo; llevó su vista hacia los pies del risueño y vio el destello de un escalpelo. Se escuchó una ligera risa burlona, pateando el objeto punzante hacia ella.

— Corre, belleza.

La joven tomó la daga y salió corriendo lo más rápido posible. Se sorprendió al ver cómo las puertas para salir de los niveles ya estaban abiertas. Y, aunque en el resto de los niveles los presos no están asilados como en "la caja de Pandora", todos se acataban a las reglas. Algunos se encontraban con la frente reposando en la pared y con los ojos bien apretados, mientras que algunos optaban por cubrir sus ojos con sus manos; este juego, se lo tomaban muy enserio.

Las probabilidades de sobrevivir para la joven eran muy bajas. Se encontraba huyendo de una realidad que ella no pidió; está entre un paso de intentar sobrevivir o dejar de hacerlo. Y, mientras corría con todas sus fuerzas, pensó que quizá morir en ese momento era lo ideal, aunque viviera, le esperan meses de tortura.

Cuando cruzo la última puerta, sus pies pisaron el frío y mojado pasto, lo que la hicieron despertar de sus pensamientos y darse cuenta de que al fin había salido de ese lugar, aunque, el aire ahí afuera se seguía sintiendo asfixiante.
El recorrer todos los niveles le había tomado setenta segundos. Miró alrededor, todo se veía oscuro, apenas podía distinguir los árboles. El pánico estaba paralizando su cuerpo y los nervios estaban traicionando su mente.

Sin más, sonó una alarma.

Se encendieron unas enormes luces desde la clínica que iluminaron la entrada al bosque. Bonnie corrió de inmediato, adentrándose en el; se alejó un poco, lo suficiente para tener a la vista la entrada del manicomio. Se escondió detrás de un enorme árbol y observó cómo todos los niveles empezaron a salir.

El sonido de las risas y los gritos de locura se hacían cada vez más fuertes y cercanos. El eco de las diferentes voces retumbaba por toda la zona; la multitud estaba por salir.

Bonnie sujetaba con ambas manos el escalpelo, su respiración agitada y pesada se podía escuchar incluso con el desenfreno que estaba próximo. No era momento de detenerse y ver el desfile, pero, por alguna razón, la joven deseaba ver algo con claridad. 

—Ese sujeto, estoy segura de que era él — susurró— pero ¿cómo? Debería estar muerto.

De pronto, todos los sociópatas salieron de su hueco. Como era de esperarse, su impulsividad los hacía perder el control de su cuerpo, corriendo sin frenos hacia el bosque. Este grupo no suele planificar sus acciones, actúan por incitación, su poca estabilidad emocional, su crianza ineficiente, su ausencia desapercibida, son algunas de las características que tienen como grupo, aunque, individualmente, son altamente peligrosos a su manera. Es decir, cada uno tiene altas habilidades que le dan ventaja sobre Bonnie.

L I N EWhere stories live. Discover now