Capítulo 16.

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Los ojos de Jin no podían creer lo que tenía frente a él, esa pequeña y delgada silueta que sus brazos estrujaban le confirmaban que no era una alucinación.

El llanto de la joven, le rompió el corazón. Sus brazos la cargaron con facilidad; había perdido peso, que incluso al sostenerla podía sentir los huesos. Sin mencionar el aspecto deplorable y alarmante.
Jin, se percató de los múltiples cortes que abundaban en el pequeño cuerpo de la joven; las mejillas heridas, los pequeños pies descalzos y lastimados, la ropa llena de sangre al igual que las manos, el cabello que era rubio ahora está empapado de rojo.

—Mi lindo algodón de azúcar — intento permanecer fuerte ante su sobrina, aunque por dentro quería acompañarla en su llanto —. Ven, vamos al hospital.

—No importa dónde me lleves, ellos regresarán por mí.

La joven se aferró con desesperación al cuerpo de su tío, se encontraba llena de miedo, como si su cuerpo estuviera pasando por un trauma tan grande que no le permitía salir del shock. El hombre salió de la casa con su pequeña sobrina en brazos y se dirigió a su auto que ya lo esperaba en la entrada.

El hombre abrió la puerta e intentó sentarla en el asiento del copiloto, sin embargo, la joven se resistía a separarse de él. De inmediato lo entendió, no cuestionó la reacción de su pequeña y decidió llevarla con él en el asiento trasero, solicitando a un chofer de la casa para conducir el auto.

. . .

CAFETERÍA "BORAHAE"

El castaño se encontraba haciendo el cierre de caja, todo marchaba tranquilo como de costumbre hasta que las luces de las sirenas iluminaron la entrada del lugar.

Dos policías entraron a la cafetería, dirigiéndose al castaño.

—¡oh, lo siento! — Bogum interrumpió el paso de los oficiales —. El lugar ya está cerrado.

—¿usted es Kim Taehyung?

El castaño salió de su lugar y se acercó a los oficiales con el rostro lleno de esperanza, creyó que al fin tenían respuestas acerca de la muerte de su padre. Sin embargo, al ver el rostro amargo y crudo de los hombres, su sonrisa de fue esfumando con lentitud, intuyendo que no eran buenas noticias.

—Yo soy Kim Taehyung.

Los policías se vieron uno al otro antes de tomar la palabra. Uno de ellos, saco de su bolsillo una pequeña bolsa de evidencia, mostrándosela al castaño.

—¿Reconoce estos pendientes?

Taehyung, se quedó sin aliento. Claro que reconoció los pendientes de su madre, un obsequio de su padre. Entró en un bloqueo emocional el cual ya no le permitía llorar, pero, era evidente que su corazón y su mente estaban destrozados. Ese enorme vacío que su padre había dejado, ahora se hacía más grande absorbiendo al castaño con la ausencia de su madre.

—¿Dónde está? ¿Qué le pasó?

Con dificultad cuestionó.

—Necesitamos que nos acompañe para identificar el cuerpo.

El joven asintió con la cabeza, con una expresión en blanco. Su corazón deseaba con todas sus fuerzas el estar equivocado, anhelaba que la mujer que identificaría no fuera su madre, sin embargo, a su mente no podía engañarla. No podía hacerle entender a su cabeza que esto estuviera pasando de nuevo, no puede creer que algo lo lastime tanto a tal punto de desear morir para dejar de sentir.

Su mejor amigo, había escuchado todo, no había palabras que pudieran consolar ese enorme vacío, decidió callar y acompañarlo. Lejos de la tristeza, le preocupaba que Taehyung cometiera una locura para recontarse con sus padres.

L I N EWhere stories live. Discover now