RENACIMIENTO DE LA PEQUEÑA Y BENDECIDA ESPOSA DEL EJÉRCITO

CAP 15: ¿POR QUÉ SER COBARDES?

No importa cuán aprensiva se sienta, nada se comparaba con poder remojar sus pies.

Así que apenas salieron del trabajo, Tan Xiaohuan apresuró a Zhang Hong y juntas caminaron rápidamente hacia la sede de la brigada.

El conductor les había informado que recogería lo que habían ordenado de la casa del tío Li, y luego las dejaría en la sede de la brigada, así que tendrían que ir allí a recoger todo.

Aunque sabían que las cosas no se perderían si tardan un poco, todavía estaban muy ansiosas de finalmente poder poner sus manos sobre lo que habían comprado.

- Finalmente podremos bañarnos con agua caliente y remojar nuestros pies después del trabajo.

Decía Tan Xiaohuan absolutamente emocionada, realmente no sabía cómo habían estado viviendo todos esos días.

Los días sin palangana habían sido muy duros para ambas chicas. Si querían darse un baño, sólo podían escabullirse en medio de la noche para limpiarse con paños húmedos y luego del trabajo sus pies se sentían tan doloridos y entumecidos, que sólo podían soportarlo.

Ahora que tendrían a mano sus palanganas de madera, podrían bañarse adecuadamente con agua caliente, y el simple pensamiento ya las hacía sentirse mucho más cómodas.

Li Tao estaba a punto de cerrar la puerta y salir, cuando vio llegar a ambas chicas, así que las esperó.

- No olviden colocar todo en un lugar ventilado para que se airee bien durante al menos unos días.

Les advirtió una vez hubieron sacado todo de la oficina. Después de que Li Tao dijo apresuradamente estas palabras, cerró la puerta y se marchó.

Zhang Hong miró todo lo que habían comprado y sonrió con pesar.

- Ahora me siento mucho más agradecida con el conductor del tractor por ayudarnos a traer todas estas cosas.

Dijo sinceramente. Si el chofer no las hubiera ayudado, tratar de levantar todas estas cosas y llevarlas hasta la brigada, habría sido un gran problema.

Tan Xiaohuan miró todas las cosas e imitó la sonrisa amarga de su amiga.

- ¿Qué hacemos ahora?

Preguntó, sabiendo que no podría cargar todo esto por su cuenta, pero tampoco podían llevar una de ellas entre ambas, y dejar todas las demás afuera ahora que incluso el capitán se había marchado de la oficina.

Después de pensarlo, Zhang Hong no tuvo más remedio que dejar que Tan Xiaohuan esperara allí, y llevar ella misma las cosas una a una hasta el dormitorio.

Fue un proceso lento, pero finalmente consiguió llevar las cosas y cuando ya estaban en el último viaje, ahora con las cosas más pequeñas y manejables para Tan Xiaohuan, se encontraron con las personas que acababan de regresar del campo.

Al ver lo que Zhang Hong y Tan Xiaohuan sostenían en sus manos, aquellos que se lo tomaron con una mejor actitud sólo pasaron al lado de ellas como si no las vieran, en cuanto a aquellos con mala actitud, empezaron a hablarles en tomo amargo.

- Se sienten tan geniales acaparándolo todo.

Dijo alguien.

- Así es, si nos hubieran llevado allí, nosotros también podríamos tener ahora palanganas de madera para usar.

Dijo otra persona.

Tan Xiaohuan sabía que habría muchas personas celosas, pero sinceramente no había esperado que hubiera tantas.