Capitulo 11. Traición en las sombras

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El sol se sumergía en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos de naranja y rosa mientras la tripulación de la "Estrella del Océano" se preparaba para una travesía que cambiaría el destino de los reinos. María y John, junto al capitán Flack, se encontraban en la cubierta del barco, discutiendo la estrategia para encontrar la Lágrima del Océano, un regalo crucial para los Azuritas.

Bajo el resplandor del crepúsculo, el capitán Flack convocó a María y John en la cubierta de la "Estrella del Océano" para discutir la estrategia de la travesía hacia la Lágrima del Océano. El aire salino cargado de anticipación rodeaba la reunión. Flack, con su mirada experimentada, delineó los roles cruciales: María, se asociaría con Celeste para trazar la ruta segura con el mapa mágico; John, por su parte, asumiría la responsabilidad de coordinar la tripulación y contribuir a las decisiones estratégicas en medio de las incertidumbres del viaje. El capitán, con voz firme, señaló la importancia de cada tarea, subrayando que el éxito dependía de una colaboración perfecta.

Maria y Celeste se sumergieron en la tarea, el mapa extendido ante ellas como un lienzo de desafíos y secretos. La discusión entre las dos mentes agudas surgió, dando vida a un diálogo apasionado sobre la mejor ruta a seguir. Dudas y sugerencias flotaban en el aire salado mientras los contornos de islas peligrosas y corrientes traicioneras se convertían en una sinfonía visual. En el cálido resplandor de las lámparas de aceite, la tensión y la emoción marcaron este encuentro entre navegantes astutas, modelando un plan que determinaría el destino de la expedición hacia la Lágrima del Océano.

La ruta trazada llevó a la tripulación cerca de una isla, envuelta en leyendas y rumores marinos. Decidieron hacer una parada estratégica para abastecerse y prepararse para los desafíos venideros.Mientras exploraban la isla, la tripulación se encontró con un personaje intrigante en el puerto. Un hombre de aspecto curtido y ropas desgastadas se acercó al grupo con una sonrisa confiada. Se presentó como Brennan, un experimentado marinero con ansias de nuevas aventuras. Su voz era convincente, y sus historias de mares lejanos y tesoros perdidos encendieron la curiosidad de la tripulación.

John, siempre desconfiado, frunció el ceño ante la propuesta de reclutar a un desconocido en plena travesía. Sin embargo, Brennan describió con entusiasmo sus habilidades como navegante y su destreza en el combate, señalando que su experiencia sería un valioso activo para la tripulación.

El capitán Flack, intrigado por la perspectiva de contar con un marinero experimentado, consideró la propuesta. Maria, cautivada por las historias de Brennan, apoyó su inclusión en la tripulación. A pesar de las reservas iniciales de John, la combinación de las habilidades aparentemente valiosas de Brennan y la persuasión de sus compañeros llevó a la decisión de permitirle unirse a la expedición. Sin que lo supieran, estaban dando la bienvenida a un lobo disfrazado de oveja en su propio rebaño.

Lo que la tripulación desconocía era que Brennan no era más que un hábil espía enviado por Melgar, el oscuro antagonista que acechaba desde las sombras. Brennan, maestro en el arte del engaño, ocultaba sus verdaderas intenciones bajo la fachada de un experimentado marinero en busca de nuevas oportunidades.

Su objetivo era simple pero peligroso: infiltrarse en la expedición y sabotear cualquier intento de éxito. Melgar, al tanto de los planes de los aventureros, había ideado esta estratagema para socavar desde adentro y frustrar sus esfuerzos.

Brennan, con una sonrisa encantadora y una habilidad innata para ganarse la confianza, se había ganado el favor del capitán Flack y de Maria. Su inclusión en la tripulación, respaldada por los relatos de sus supuestas hazañas, marcaba el comienzo de una traición cuidadosamente tramada.

Mientras la tripulación continuaba hacia la búsqueda de la Lágrima del Océano, Brennan tejía sus redes de engaño, esperando el momento oportuno para ejecutar el plan de Melgar. Su lealtad no yacía con la tripulación, sino con las sombras que lo habían enviado, y su papel como falso aliado estaba a punto de desplegarse en una danza peligrosa de traición.

Susurros del Reino EncantadoWhere stories live. Discover now