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MEGARA

MEGARA

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v. reyna vs. megara !
( the son of neptune )

Cuando salgo satisfecha del baño, después de una relajante y perfecta ducha, el primer sonido que llega a mis oídos es que he llegado tarde. Otra vez.

Dentro del campamento, los cuernos resuenan por segundo tiempo. Suelto una maldición en latín, que de ser oída por mi madre me haría terminar en un peor castigo que el que me esperaba por llegar tarde.

Mi cabello húmedo se pega a la parte trasera de mi camiseta, volviéndola de un tono morado más oscuro del que ya es. Los cuernos vuelven a sonar y la vergüenza se escabulle de mi ser. Comienzo a correr a la Via Praetoria. Maldigo mi apellido, maldigo a mis ancestros, maldigo ser de la Primera Cohorte y termino de maldecir a la vocal con la que empieza mi apellido.

Estúpido Castellan.

Recuerdo la primera vez que vi a la legión reunirse —cuándo tenía unos seis años—. Me había quedado tan intimidada que me había escabullido detrás de las piernas de mi madre. Y después de diez años en el campamento, todavía me parece un espectáculo impresionante. Lastimosamente, mi madre no está presente cómo para poder esconderme en momentos como ahora mismo.

Las primeras cuatro cohortes, cada una compuesta por cuarenta chicos, forman filas delante de sus barracones a cada lado de la Via Praetoria. La Quinta Cohorte se halla agrupada al final de todo —¡qué sorpresa!—, justo por delante del principia. Diablos, incluso Hazel que se ha quedado con Nico en la cripta ya está allí, junto a la Quinta Cohorte.

Los campistas están ataviados para el combate. Reconozco sus lustrosas cotas de malla y sus grebas relucen sobre sus camisetas moradas de manga corta y sus vaqueros. Dibujos de espadas y calaveras decoran los yelmos. Hasta las botas de piel resultan feroces con sus tacos de hierro, estupendas para marchar por el barro o pisotear cabezas —y luego estoy yo, que me niego a quitarme mis Converse—. Delante de los legionarios, como una hilera de gigantescas fichas de dominó, están sus escudos rojos y dorados del tamaño de puertas de frigorífico. Cada legionario lleva una lanza parecida a un arpón llamada pilum, un gladius, una daga y unos cincuenta kilos de pertrechos adicionales.

Si al llegar al campamento no estás en forma, no tardabas en corregir ese aspecto. Solo caminar con la armadura puesta constituía una sesión de ejercicio completa. Y demasiado agotadora.

Avanzo trotando por la calle mientras todos se ponen firmes, de modo que mi entrada se hace notar mucho. Bastante. Intento no sonrojarme. Y fallo en el intento. Mis pisadas resuenan en las piedras. Evito el contacto visual, pero pillo a Octavio sonriéndome con satisfacción en la parte delantera de la Primera Cohorte, pagado de sí mismo con su yelmo con penacho de centurión y una docena de medallas prendidas al pecho. Me alza el dedo pulgar, con simpatía. Me acerco a él, con la cabeza en alto.

untouchable! ━ percy jacksonNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ