ix.

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MEGARA

MEGARA

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vii. padre = problemas !
━ ( the son of neptune )


Lo primero que hice al abrir mis ojos fue asustarme; no podía moverme, pero era perfectamente capaz de escuchar todo a mi alrededor.

Y eso probablemente fue lo que más me heló antes de escuchar a Reyna con una voz tan sombría como el acero.

—Habrá una investigación —Escuché su congestionada voz y uno que otro sollozo en el fondo—. El responsable ha privado a la legión de una honorable oficial. La muerte con honor es una cosa, pero esto...

Y luego la interrumpí (como me era extrañamente costumbre), levantándome de golpe con un jadeo.

—Hey, hey. —me tomaron con suavidad por mi cuello.

Percy estaba allí, sobre todo el gentío que me observaba con horror. Su rostro denotaba cansancio y parecía intentar controlarse para poder calmarme. Su voz tembló— Estás aquí. Estás bien.

No comprendí lo que sucedía. Una laguna mental me invadió, mientras observaba el círculo a mi alrededor. Todo el ambiente era tenso. Incluso Octavian estaba completamente serio.

—Yo no—

Y de pronto, me interrumpí. Todos a mi alrededor me observaron fijamente. Tardé dos segundos en bajar mi mirada y jadear con horror. Una y otra, y otra vez. Mi camisa morada se había teñido de un purpura rojizo debido a las gigantescas manchas de sangre.

De mi sangre.

Mi mirada se desvió a la (ahora rojiza) lanza apartada en el suelo. Lo recordé todo. De pronto, la presencia de Nico di Angelo me pareció incluso más oscura que de costumbre.

—Tú padre. —murmuré, viéndolo fijamente. Él entreabrió los labios—. Necesito... creo que necesito hablar con Reyna.

Hice el ademán de levantarme, pero Percy me sujeto por los hombros con preocupación. Ahora lo entendía. Él estaba perdido en mi mirada, completamente. Él no entendía ni lo que sentía, pero aún así quería ayudarme. El revuelto de emociones que sus ojos expresaban se me figuraba claro. Clarísimo: preocupación, confusión, y sobre todo, gratitud.

—No puedo dejar que te levantes, Megara. Lo siento. ¿Estás bien? ¿Sientes alguna molestia? ¿Necesitas algo?

Parecía realmente dispuesto a bajarme hasta la luna si se lo pedía, en recompensa por mi hazaña. Negué con la cabeza.

—Estoy bien. Yo... yo no siento nada. Estoy... perfectamente.

Percy me miró, sin mencionar una palabra. Mis dedos se tensaron. Sostuve el borde de mi camiseta, mientras me mordía el labio, y contuve el aliento. Los demás, a mi alrededor, notaron enseguida lo que quería hacer. Alguno que otro apretó sus ojos, otros voltearon y algunos (los más raros) se fijaron en mi abdomen, con sumo interés. Percy me miró fijamente, sin decir nada.

untouchable! ━ percy jacksonWhere stories live. Discover now