༺ Capitulo 8 ༻

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Lord Emrys y su Lord Consorte I:
Draco vuela por primera vez.

Drake ya estaba volando cerca de la Torre de Astronomía cuando Harry llego ahí, su dulce cría consciente de que lo necesitaba. Harry envió un suave llamado mental y Drake se cerco hasta la barandilla del balcón, sus ojos de mercurio brillando con felicidad cuando la mano de su jinete acaricio las escamas calientes de su nariz.

-¿Listo para presentar a mi Draco con tu Ilaria, muchacho?-Drake emitió un gruñido bajo de satisfacción y Harry sonrió- Si, se que ella esta ansiosa.

Sin dejar de repartir suaves caricias a su dragón, Harry movió su  en dirección a la canasta de picnic que había traído con el, haciéndola flotar a la silla de montar. Otro movimiento de varita tuvo la cesta asegurada y a salvo de caerse por algún movimiento de Drake.
Paso unos minutos murmurando elogios y cariños a su dragón, disfrutando de la sensación de plenitud que inundaba su mente por la felicidad de la criatura, hasta que escucho los pasos rápidos subiendo la escalera. Sabiendo que seria Draco, simplemente se giro para recibirlo, sin molestarse en alejarse de Drake.
Efectivamente, Draco emergió de las escaleras con paso rápido, su rostro rompiéndose en una sonrisa en cuanto sus ojos encontraron a Harry.

-¡Harry!

Harry tuvo quizás un segundo para prepararse, antes de verse con un veela entre sus brazos. Riendo, rodeo la cintura de Draco y lo levanto de sus pies, lo que saco una risa del rubio, mientras este escondía el rostro en el cuello del mayor.

-También te extrañe, Mylejo.

(Trad/Lit: Amado)

Un sonido como un ronroneo emergió de la garganta de Draco, el veela evidentemente feliz de estar entre los brazos mas fuertes de su compañero. Harry se concedió un minuto para hundir la nariz en el suave cabello platinado y respiro el aroma de su Unikalus, sintiendo como los últimos vestigios de su ira contra Dumbledore se reducían a simples brasas.
Se quedaron abrazados el uno al otro hasta que Drake resoplo una bocanada de aire caliente hacia ellos, claramente ansioso porque se pusieran en marcha.
Ante el sentimiento de impaciencia que lleno su lazo con su dragón, Harry esbozo una sonrisa burlona y puso los ojos en blanco con cariño, levantado el rostro, pero sin alejar sus brazos de donde rodeaban a su pequeño veela.
Dicho veela rio por lo bajo, divertido por la mirada impaciente que el dragón le estaba dando a Harry, mientras se acurrucaba en los brazos que lo sostenían.

-Alguien esta impaciente.

-Maldita lagartija súper desarrollada-Harry puso los ojos en blanco hacia Drake, quien bufo aire cálido otra vez-Si, si, ya vamos. Mandón.-resoplo y miro a Draco, que seguía riendo-¿Listo?

-Listo-Draco asintió-Incluso pase por tus habitaciones y me puse el traje de montar.

Solo entonces Harry recorrió a su Unikalus con sus ojos y noto que efectivamente estaba vestido con el traje de montar morado que ahora era suyo. Si bien el morado le quedaba como un guante a Draco, el ojiverde realmente no podía esperar a verlo vestido con las escamas nacaradas de Ilaria. Seria una visión casi divina, estaba seguro.
Con un pase de su varita, Harry también estaba vestido con su traje de montar negro. Guió a Draco hacia la barandilla con un brazo en su cintura, pero lo soltó para saltar primero a la silla de montar. La vacilación que Draco había demostrado la noche anterior había desaparecido por completo, el rubio se deslizo en los brazos que Harry extendió para el sin dudarlo, acomodándose en el regazo de su compañero.

-¿A dónde vamos?

-Es una sorpresa.

-¡Harry!

Un puchero adorno los labios de Draco y el jinete rio por lo bajo, dejando un beso en la cima de esa cabeza rubia mientras las sogas serpenteaban en sus brazos y se ajustaban.

El legado Emrys I:Sangre de DragónWhere stories live. Discover now