𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 7: 𝓛𝓪 𝓒𝓪𝓵𝓶𝓪

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Era un nuevo día en el templo de Kamar-Taj, los soldados habían cambiado con otros tras haber hecho guardia durante toda la noche.

Izuku había despertado y actualmente se encontraba haciendo fila para buscar la ración que seria su desayuno. El pecoso ya llevaba unos 3 meces en dicho templo, ya habiéndose acostumbrado a las cosas por allí.

Hace tiempo que el templo ya se había llenado por completo, viéndose obligados a no aceptar a mas refugiados. Esto causo bastante problemas, ya que significaba que el lugar estaba saturado de personas, apenas si logrando entrar todos los residentes actuales, pero con mucha dificultad.

No fue una sorpresa para nadie cuando comenzaron a haber problemas con la escases de recursos, cada vez había menos agua, ya sea para alimentar a los habitantes como para mantenerlos mínimamente limpios.

Esto provoco que varios comenzaran a enfermarse, incluso algunos teniendo infecciones, y si bien podían ser tratados con magia, eso no evitaba que siguieran surgiendo casos.

Y en el ámbito de la comida era peor, ya que las provisiones eran cada vez menos. Las personas se estaban empezando a quejar por dichas condiciones. Aunque se enviaban a varios escuadrones a las afueras para buscar nuevos recursos, dichas misiones eran muy difíciles, terminando por costar las vidas de varios soldados, los cuales morían a manos de los villanos y Nomus.

Lo peor era que a veces estos mismos volvían con las manos vacías, bajando aun mas la autoestima de las personas.

Eso, sin mencionar que había personas con enfermedades que debían ser tratadas, desde niños con asma y personas con diabetes, hasta algunas personas resultaron estar enfermas, terminando por contagiar a varias otras personas.

Izuku se vio obligado a salir de sus pensamientos cuando finalmente llego su turno en la fila, viendo como le entregaban el que seria su desayuno, apenas un pedazo de pan y una pequeña botella de agua.

Este solo pudo suspirar, sabiendo que la situación con las provisiones iba de mal en peor con cada día que pasaba.

Sin mas, este solo se retiro, sentándose en el suelo mientras comía, viendo como algunas personas incluso estaban peleándose por un pedazo de pan. Este se iba a levantar para separarlos, pero un par de soldados se les adelanto, separando a los sujetos y llevando a uno de ellos a otra zona del refugio.

El pecoso solo volvió su concentración a su poco alimento, terminando su desayuno tras unos pocos minutos. Este se puso de pie, dispuesto a irse a seguir con su entrenamiento sobre la magia, cuando una voz conocida llego a sus oídos.

— Hey, pequeño héroe— Exclamo Lady Nagant, haciendo que el mencionado se diera la vuelta, mirando a su compañera de equipo.

— Buenos días, Kaina, ¿Cómo estas?— Saludo el chico con una pequeña sonrisa— ¿Qué necesitas?—

— Te estaba buscando, Wong nos necesita, quiere hablar con nosotros— Diría la peli morada con un tono mas serio, haciendo que el peli verde se sorprendiera por esto, antes de asentir con la misma seriedad que la francotiradora.

Sin mas, ambos se dirigieron dentro del centro del templo, justo a la misma sala en donde Izuku conoció al hechicero supremo, encontrándose a Wong junto con Melissa y Rody.

— Buenos días, chicos— Saludo el joven a sus amigos y compañeros de entrenamiento, los cuales le devolvieron el saludo con una sonrisa.

— Bien, me alegra que todos estén aquí, tengo algo muy importante que decirles— Hablo el calvo con una expresión seria, llamando la atención de sus cuatro estudiantes, los cuales prestaron suma atención a lo que diría el hechicero supremo— Como sabrán, nos estamos quedando sin recursos en general, tanto de medicamentos como alimentos, esto nos esta trayendo varios problemas, además de que los escuadrones que enviamos por mas apenas si pueden encontrar algo... Pero...—

𝓢𝓾𝓹𝓻𝓮𝓶𝓮 𝓓𝓮𝓴𝓾 [𝓑𝓷𝓱𝓪]-[𝓣𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓭𝓪]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora