Capítulo 11: De Alma, Mirabel y Bruno

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Mirabel corrió adentrándose un poco en el bosque.

Necesitaba tiempo a solas, necesitaba pensar en el daño que había cometido a su familia, a su sobrino, a la gente que tanto amaba.

Las lágrimas, el sabor salado y el nudo en la garganta eran el mínimo castigo por el dolor infringido a su familia, de no haber intervenido… de no haber dado esa profecía… de no haber hecho nada, tal y como su madre le había dicho , probablemente esto nunca hubiera pasado.

Se tiró en suelo en forma de ovillo y lloro durante, ¿Minutos?, ¿Horas?, Quien sabía cuanto tiempo se había estado revolcando en su soledad y culpa...

-¿Ya terminaste o necesitas más tiempo?

Mirabel se sobresalto por instante, más después recordó lo que la había llevado hasta ahí, se quedó en su lugar apretándose más.

-Es bueno volver a verte, te extrañe todo el tiempo, pero no quería problemas para ambos.

Mirabel aún no terminó de escuchar.

-Todos te extrañamos mucho… sobretodo nosotros, Mamá y tía nunca lo dijeron, pero el dolor por tú partida nunca se fue, la Abuela era la única que parecía ignorar todo a su alrededor…-Recuerdo cuándo Camilo, Bruno y tú hacían obras para entretener a todos, sin mencionar las canciones con el acordeón… ¿Cómo se llamaba?, - pensó – había una canción que usabas cantarnos de pequeños sobre la familia ¿No? Mmm lo olvide… – el ánimo en la voz decayó - … Pero aún conservo todos los bordados , peluches y obsequios que me regalaste… tía.

Mirabel al fin levantó la cabeza lo suficiente.

-Siempre supe cómo alegrar a todos…

-No siempre – la voz de Mirabel salió baja y congestionada.

-Bueno ninguno opina lo mismo que tú - la persona le dirigió la mirada – siempre nos animabas a continuar…

-…

Se miraron durante unos minutos.

-Por eso me extraña que alguien como tú saliera huyendo de todo, siempre te tome por alguien valiente.

-Estar diez años encerrada en una torre cambian a las personas.

-¿Incluso a la testaruda, obstinada y alegre Mirabel Madrigal?

-Incluso a ella.

-Ambas sabemos que no es así…

-¿Así?

-Mmmm

-¿Por qué estás tan segura?

-Por que si hubieras cambiado no hubieras accedido a ayudar a Bruno y Camilo.

-Eso fue un error.

-Sabes que no es cierto.

-Casita se destruyó, la familia se quebró, Bruno casi muere por mi culpa… me parece que sí, si fue un error…

Se quedaron en silencio unos minutos más.

-No recordaba que fuera tan difícil sacarte de tú modo culpable.

-No recordaba que podías ser un puñado tanto o más que tú hermano…

-Te extrañé.

Mirabel se levantó poco a poco hasta quedar sentada y abrió sus brazos en señal de abrazo, la otra joven se acercó rápidamente.

-También te extrañe – Mirabel paso su mano por el cabello de su sobrina – siento tener que haberte dejado a Isa.

-No sabes la falta que nos hiciste, lo vacía que sentía Casita sin ti, lo mal que me fue después de que te fuiste, la alegría que traías a la familia contigo, se esfumó, siempre supe que decir y como decirme las cosas cuando Estaba a punto de cometer un error, como corregirlo… me perdí.

No Sé Habla De Mirabel Where stories live. Discover now