quinto error

312 56 74
                                    

—Estoy muy contento de verte

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—Estoy muy contento de verte.

Mingi sonrió, apenas.

El hombre frente a él notó su ánimo decaído, pero hacerlo sentir mejor era su meta— ¿cómo le ha ido en el hospital? Siempre tiene alguna historia curiosa que contarme.

Pero Mingi no lo oyó la primera vez, ni la segunda cuando lo repitió. Lucía perdido y distante, su mirada bajó hacia su regazo— ¿ah? Sí... siempre ocurre algo, pero... —Suspiró—. Pero por alguna razón justo ahora no puedo recordar nada.

—Le ocurrió algo.

No fue una pregunta, fue una afirmación. Su voz era seria también.

—¿Cómo dice? No no, para nada. —Intentó negar, pero era imposible. Tan cariacontecido se veía, que incluso un cachorro leería las líneas de su rostro e interpretaría sus emociones.

El hombre sonrió de forma cariñosa. Cada vez que estaba con él, Mingi se sentía seguro y escuchado. Él escuchaba cada comentario de Mingi por más corto que fuera, era atento y capaz de hacerle sentir como la única persona en el mundo. Mingi se preguntaba como alguien con tales características seguía soltero.

En su cabeza, no tenía mucho sentido.

Pero, regresando al punto principal.

—Si no quiere decirme, no lo presionaré, pero... —Se acercó respetuosamente a él y susurró, como si fuera un juego—: si me lo cuenta, no saldrá de esta mesa. Desahogarse es siempre bueno, no nos sirve de nada quedarnos con toda esa negatividad... hay que dejarla ir. Aquí estoy, si necesita de mi apoyo.

La mirada de Mingi se iluminó. Esos ojos de zorro tan profundos como el mar se detuvieron a mirar al hombre frente a él; dentro de su cabeza, Mingi debatía si sería buena idea decirle o no, preguntándose si no llegaría a incomodarlo al dirigir sus dudas e inseguridades a tan noble alma. ¿Valía la pena? Incluso él mismo comenzaba a pensar que podría existir la posibilidad de estar pensando demás sin necesidad alguna. Sus sospechas eran solo eso, nada estaba confirmado.

Aún así...

—Yo... yo no sé por qué, pero... —Tomó una bocanada de aire profunda y dijo—: Creo que mi esposo me engaña.

Por algunos segundos, su acompañante permaneció en silencio. Pasado ese tiempo, regresó a él y asintió— ¿qué lo hace pensar eso? ¿Acaso lo ha visto con alguien más?

Ese era el detalle— no, pero he notado que últimamente llega con el perfume de otro hombre encima. Además, él y yo... —Mingi sintió sus ojos llenarse de lágrimas, ¿podrían sus sospechas ser verdaderas? Yunho lo amaba ¿verdad?, él jamás le haría eso—. Son solo sospechas, no he confirmado nada. Tampoco tengo pruebas... no sé cómo explicarlo.

—Entiendo —el otro hombre dijo—. Sin embargo, si tiene sospechas es porque algo no anda bien en su relación, ¿o me equivoco? —Mingi no supo que responder—. Disculpe si estoy siendo entrometido, lo que menos deseo es ofenderlo o incomodarlo, pero debo hacerle una pregunta, ¿podría?

Los Errores De Jeong Yunho. Where stories live. Discover now