Astrid en el Laguna Negra

Capítulo 21. Paranoia

Narra Astrid

Habían pasado aproximadamente 3 días desde que interpuse la denuncia y los moratones parecía que se iban poco a poco, desgraciadamente más lento que rápido. El corte del labio no es que haya mejorado mucho pero bueno.

Estos días Héctor no ha parado de hacer preguntas a las que no les daba ninguna respuesta, que haya sido mi tutor legal 2 días no quiere decir que tenga que contarle todo lo que me pasa. Ya bastante tenía con que Elsa no dejaba de vigilarme para que no saliera del internado.

-Venga anda Astrid, hagamos algo juntos – dijo rogando Iván mientras íbamos camino a clase de latín

-Bueeeno vale, ¿Qué propones hacer? – le miré interrogante

-Saltémonos esta clase, vamos a dar una vuelta por ahí. Total que es lo peor que puede pasar, ¿qué el viejo de latín nos castigue?

-Nos meteremos en un lío por esto lo sabes ¿no?

-¿Qué es la vida sin un poco de riesgo? – me cogió de la mano y poco a poco nos fuimos alejando del aula

-Creo que esa frase dejo de funcionar como excusa desde hace un tiempo ya pero por está vez te la doy por buena – ambos fuimos a dejar los libros a las habitaciones y salimos por la puerta de la cocina aprovechando que a esta hora no salía haber nadie por ahí aún.

- Vale ya estamos fuera, ahora que hacemos – le miré con curiosidad

-Tengo una idea, ven vamos – con mucha seguridad en si mismo fuimos camino a las cuadras y llegando casi a la entrada del bosque.

-No creo que sea buena idea.... – le miré insegura viendo como iba a entrar en él

-Tranquila si – cogió mis manos con las suyas – no te va a pasar nada, estoy con contigo – me abrazo con seguridad.

-De acuerdo – le cogí la mano fuerte y entramos.

Tras 15 minutos caminando llegamos al lago donde había montada una manta con una cesta encima, le miré sin entender nada mientras el se acercaba a la cesta y sacaba todo.

-¿Qué es esto? – me acerque

-Un picnic de hermanos – me dijo orgulloso

-No hacia falta que prepararas todo tú solo hermanita de la caridad – le reproche

-Me apetecía darte una ....

Deje de escuchar lo que estaba diciendo pues me pareció oír la voz de alguien no muy lejos, probablemente no fuera la mejor idea, pero fui en dirección a la voz a ver quién era.

Podía sentir como Iván me seguía pero algo en mi me decía que no me detuviera. Seguí caminando hasta que la voz volvió a oírse mucho más cerca que antes hasta que dejo de sonar.

Pensé que ya había pasado hasta que tenía enfrente a Hugo como una visión muy real

-No escaparás por mucho de mi encanto – dijo y se desvaneció

-Ey, Astrid me oyes – dijo Iván mirándome preocupado frente a mi – Estas bien si, no te va a pasar nada

- ¿Qué acaba de pasar? – le dije con miedo mientras le abrazaba sin soltarle

-De repente te fuiste y parecías seguir algo no sé el que – me miro a los ojos – no me estabas oyendo

-He visto a Hugo, apareció de la nada y se fue al momento, me dijo que no me podría escapar mucho de él – estaba al borde de los nervios – tengo miedo Iván

-Shh tranquila, volvamos sí. No te voy a soltar te lo prometo – me abrazó por los hombros y volvimos donde estábamos antes de todo esto.

-Perdón, te he fastidiado el picnic – dije una vez llegamos y comimos algo