warnings: unprotected sex, public sex, teasing, brat taming(kinda?), hair pulling, edging, creampie
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El día empezó con bastante normalidad. Aunque usted y Mark durmieron durante la alarma, ambos llegaron a tiempo a la iglesia para el servicio dominical. La mayoría de los asientos estaban ocupados cuando ambos llegaron allí, por lo que tuvo que sentarse atrás.
Sólo han pasado diez minutos desde que el pastor empezó a predicar y usted ya estaba distraído. Puede parecer que estás prestando atención, pero en realidad estás ocupado repitiendo los acontecimientos de anoche en tu cabeza. Mark acababa de regresar ayer de su viaje de negocios, así que ustedes dos pasaron toda la noche calentándose en la cama. El sexo después de sus viajes de negocios (o cuando ambos tienen que pasar un tiempo separados) siempre es alucinante. No es que antes fuera malo, pero toda la espera y la anticipación lo hacen aún mejor. Hay una cosa más que también conduce al sexo alucinante: cuando actúas como un mocoso.
No querías hacer esto, pero te despertó la emoción de cometer acciones tan pecaminosas en un lugar santo. Necesitas a Mark ahora mismo. Comenzaste a burlarte de Mark colocando una mano en su muslo, acercándote lentamente a su entrepierna. Mark se encogió de hombros al principio, pero luego se enojó un poco cuando tus dedos seguían rozando "accidentalmente" su polla.
Todo después de eso pasó muy rápido, y ahora aquí estás, con el pecho presionado contra la pared dentro de uno de los cubículos del baño de mujeres, gimiendo mientras Mark te toma por detrás. Silbas cuando Mark tira de tu cabello hacia atrás y su cálido aliento golpea tu cuello.
"Te dije que te comportaras, pero decidiste ser un mocoso". Dijo en voz baja. "¿Anoche no fue suficiente para ti?"
"N-no..."
"¿No? Qué patético, no puedes durar ni diez minutos sin mi polla dentro de ti. ¿Qué pensaría Dios de eso, hm?"
Un fuerte gemido escapa de tus labios cuando Mark golpea sus caderas con más fuerza contra las tuyas, empujando su polla más profundamente. Te cubre la boca con la otra mano para amortiguar tus gemidos.
"Silencio, ángel. ¿O es eso lo que quieres, hm? ¿Quieres que la gente de afuera escuche lo bien que te estoy haciendo sentir?"
Tus ojos se ponen en blanco cuando él llega a tu punto ideal, haciéndote apretar alrededor de su polla.
"Joder, haz eso de nuevo". Echa la cabeza hacia atrás y cierra los ojos con fuerza mientras tú aprietas los puños una vez más.
"Ni siquiera pienses en correrte, sé que estás cerca. Espera o no dejaré que te corras en absoluto".
No mucho después, sientes que la polla de Mark se contrae antes de derramar gruesas cuerdas de semen dentro de ti. Deja escapar un gruñido profundo mientras te llena con su carga, la calidez te hace tararear de placer. Mark te abraza, estabilizando tu cuerpo cuando tus rodillas se doblan debajo de ti.
Tus músculos se tensan a medida que alcanzas el clímax, con los labios metidos entre los dientes para contener un gemido. Mark se retira abruptamente justo cuando estás a punto de correrte. Te quejas por el repentino vacío, tu coño apretándose alrededor de la nada.
"¡No! Mark, por favor–"
"Los mocosos como tú no llegan a correrse".
Mark te da una palmada en el trasero y se gana un grito tuyo. Él te arregla las bragas antes de que su semen gotee y te baja el vestido. Aprietas los muslos y dejas escapar un sollozo ahogado sabiendo que no será suficiente para darte el alivio que deseas. Mark se mete la polla dentro de los pantalones y te da un beso en la mejilla.
"Arregla tu cabello, voy a volver afuera".
Después de que Mark se va, miras tu reflejo en el espejo. ¿Con el cabello desordenado, el rímel corrido y el lápiz labial corrido? Sí, la gente definitivamente sabría que acabas de reorganizar tu interior.
Una vez que sientas que te ves lo suficientemente decente, vuelves afuera y encuentras a Mark en tus asientos. Te dejas caer a su lado y él te da una dulce sonrisa, como si no estuviera simplemente dentro de ti hace unos minutos. Mark pone su brazo alrededor de tus hombros, acercándote para susurrarte al oído.
"Espera hasta que lleguemos a casa. No he terminado contigo".
Sus palabras van directo a tu coño. La emoción burbujea en tu pecho, plenamente consciente de que tu plan había funcionado.
"Te espera una larga noche, ángel".
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