Capítulo 30

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Pov. Zhan.

Fue cuando apenas me acostumbraba a vivir en la mansión de Yibo, hace aproximadamente cuatro años...

Yibo no sabía nada sobre niños y tenía que hacerse cargo de la empresa de su padre, además de que WangJi y Ying se encontraban en una especie de viaje, así que no podía estar conmigo todo el tiempo, y para no sentirme solo, él ordenó a una beta realmente hermosa ponerse a cargo de mi cuidado, ella era la "amante" de Yibo, según me había dicho cuando se presentó a solas conmigo, ahí debí de darme cuenta de la intención que tenían sus palabras.

Ella era muy linda y tierna conmigo y siempre que Yibo se encontraba cerca, ella me trataba como si fuera alguna especie de cristal, todos en la mansión me trataban de esa manera, así que me fuí acoplando más y más a ese tipo de vida, sintiéndome mimando y amado. Sin embargo Yibo no podía estar siempre, así que cuando no estaba, la beta se encagaba de demostrarme como era en realidad.

Golpe con golpe empecé a tenerle miedo, tenía una risa desquiciada con la que tuve incontables pesadillas y decía lo inútil que era que yo siguiera viviendo sin mi madre. Eso provocó que llorara en silencio y como aún no compartía una habitacion con Yibo, él no sabía nada.

Un día, por error, Yibo pasó cerca de mi habitación cuando me encontraba llorando por lo que había dijo esa beta, él supo que yo me culpaba por la muerte de mis padres, así que decidió que nosotros salieramos al parque, él quería demostrarme que no tenía la culpa de lo que había ocurrido con mis padres, que todo había sido una terrible coincidencia, y con eso en mente, salimos con algunos de sus hombres y la beta.

Todo iba genial, Yibo hablaba ocasionalmente con la beta y había una paz increíble, yo jugué con los demás niños que se encontraban en el parque y Yibo nunca quitó su mirada de mí, haciéndome sentir mucho más seguro. Pero no todo era color de rosa.

Regresando a la mansión, Yibo recibió una llamada y se tuvo que ir a atender un asunto importante en la empresa, dijo que volvería algo tarde, así que nos despedimos de él y me dejó solo una vez más con la beta, como era de noche, supuse que cenariamos ya que ella fue a la cocina, sin embargo ella tomó la caja del cereal y un plato, sirvió un poco y comenzó a comer lentamente, para después decir con una voz seria.

— Si quieres algo de cenar, ¿Por qué no vas y lo buscas tú solo — yo no me sorprendí, así que no dije nada, solo le sonreí y busqué un plato para mí, me serví un poco y antes de darme cuenta, ella de la nada enfureció y tomó mi plato para tirarlo al piso. La miré realmente asustado. — ¿¡Por qué tienes que ser así?! — gritó y me empujó tan fuerte que termine en el suelo sobre el plato roto — ¿¡Por qué no lloras?!, ¿¡Por qué tienes que mostrarte cómo un mocoso inocente siempre que algo sucede, siempre sonriendo como un idiota?!, ¡Gracias a esa maldita sonrisa Yibo no prestó atención a nada de lo que dije en el parque, si no fuera por ti el alfa podría haberse fijado en mí, pero noooo, el maldito niño muerto de hambre le dio una sonrisa y todo se fue al diablo!, ¿¡Sabes lo que luché para que el gran alfa Wang pusiera sus ojos en mí?!, ¡Yo soy la que debería estar en su mente a cada momento, la que debería recibir los privilegios de estar mandando de aquí a allá, no cuidando de un molesto niño que dice haber matado a sus padres!, ¿¡Si tanto sobres por eso por qué no te largas con ellos y nos dejas en paz?!.

Gritó furiosa con lágrimas bañando su bello rostro, su maquillaje se escurría conforme más empujaba mi cuerpo contra los trozos rotos del plato, yo me encontraba en shock, no podía entender nada, solo que los pedazos de porcelana que se encontraban en mi espalda comenzaban a perforar lentamente, sus finas y delicadas manos presionando con fuerza alrededor de mi cuello, el aire faltándome cada vez más y más, mis lágrimas que retuve todo el tiempo escapando sin fin, su voz cada vez más y más distante, hasta que simplemente hubo nada...

Una fuerza mayor quitó el gran peso que tenía encima y unas voces gritando se escucharon, abrí los ojos y veía algo borroso gracias a mis lágrimas, quería olvidar todo, una voz se acercó a mí y palmeó mi rostro, aclaré un poco mi vista con un pestañeo ligero y miré la figura de Ying llamándome por mí nombre, giré mi rostro y lo ví.

Su cuerpo siendo retenido por WangJi, su mirada furiosa y el horrible y picante aroma a alfa enojado, en una de sus manos, la cabeza de la beta goteando sangre por el cuello y sus ropas cubiertas de sangre, no pude más.

Desperté en un hospital con vendas rodeando mi pecho y espalda. Escuché unos sollozos y me sorprendió ver a Yibo al lado de la cama llorando, su rostro se encontraba sobre sus brazos, siendo escondido y tratando de amortiguar sus lamento.

— L-lo lamento Zhan...— dijo con voz quebrada — Y-yo soy el que d-debió cuidarte...lo lamento. Yo con temor acerqué mi mano a su cabello y lo acaricié levemente, Yibo se detuvo por un momento y me miró, recuerdo su mirada llena de arrepentimiento. — ¡Zhannie!, Gracias al cielo está bien, jamás te volveré a dejar solo y siempre seré yo el que cuide de ti, así que no me tengas miedo, jamás te haré daño — suplicó con su mirada mientras yo aún me sentía inseguro.

El recuerdo de la beta siendo mutilada me inundaba de temor. Yibo me abrazó y se disculpó cada día hasta que yo le dije que todo estaba bien, que sin importar nada yo le querría de cualquier modo. Desde ese momento no volvió a la empresa y creó un estudio para trabajar desde casa.

Él se controla cerca de mí, porque cree que le tendría miedo como todos, pero no es así, sé que a pesar de lo que ví, el es mucho más fuerte que su lobo y jamás haría algo para dañarme, por eso no le tengo miedo. Sé que él haría cualquier cosa con tal de mantenerme feliz y a salvo. Incluso asesinar a alguien...

El omega del alfa❤ 🐺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora