Capítulo 40

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Pov. Yibo.

Molestía, era todo lo que sentía al ver como la enfermera negaba por milésima vez.

— Por favor señor Wang, debe regresar a su habitación y esperar pacientemente — me repitió lo que me acababa de decir hace unos minutos.

— Pero yo ya me encuentro mejor, no entiendo que tanto tardan para poder darme de alta— gruñí ligeramente.

Llevaba más de unas cuantas horas peleando con la enfermera que se negaba a poder darme de alta, era muy tarde ya, el reloj marcaba las siete con cuarenta y cinco de la tarde, y yo estaba desesperado. Al parecer el doctor que me atendió era el que tenía que dar el visto bueno, sin embargo algo sucedió en su hogar y tuvo de salir de emergencia, diciendo que volvería más tarde.

— Comprenda por favor, vaya y descanse un poco más, el doctor no tardará en volver, sea paciente— dijo la enferme tratando de mantenerse tranquila, se notaba que estaba nerviosa.

Con enojo y frustración, me dí la media vuelta y regresé a esa estúpida habitación. Estaba cansado, no podía dormir bien, desperté en medio de la noche sintiendo mi cuerpo frío por no sentir a Zhan junto a mi, recordándome la situación y molestandome inmediatamente, si tan solo esos estúpidos paramédicos hubiesen puesto la dosis correcta. Sentí mi lobo volver a gruñir y después respiré hondo, buscando de alguna manera tranquilizarme.

Solo tenía que esperar un poco, no era tanto problema, me autoconvenci, y estaba intentando tranquilizarme una vez más, cuando escucho unos ligeros golpes en la puerta y sintiendo como ésta se abría.

— Señor Wang — tenía la esperanza de que fuera el doctor, pero bufé cuando ví que se trataba de la misma enfermera. —Lamento molestarle, pero alguien le envío esto — se disculpó y entró acercándose a una distancia prudente.

— ¿Qué es esto? — pregunté a la enfermera que tendía un pequeño sobre blanco para que lo tomase.

— Un joven, llegó a recepción, dijo que era un mensajero y que era de suma importancia que se la entregaremos lo más pronto posible — respondió la enfermera para después hacer una pequeña reverencia y salir de la habitación.

De acuerdo...Esto era raro, inspeccione el sobre antes de abrirlo, era blanco y podía deducir fácilmente que una carta esperaba adentro, le dí la vuelta y pude ver como las palabras "Para mi lindo YiYiestaban perfectamente escritas con alguna especie de tinta dorada. Reconocí rápidamente la letra de Zhan y abrí el sobre sacando una hoja perfectamente doblada de su interior.

La carta decía lo siguiente:

"Sé que parece extraño, pero quiero que ignores eso y te enfoques en lo siguiente:

Te amo.

Dos simples palabras que es difícil comprender, pero no se trata de las palabras, si no del sentimiento que estás representan.
Te he dicho esas palabras un par de veces, y no puedo explicar el sentimiento que florece en mi cada vez que lo hago.

La conversación que tuvimos, me hizo darme cuenta que no debo de tener tanto miedo en mostrar un poco más de mí, después de todo, somos parejas destinadas, y aún si tú tuvieras miedo o dudas de algo, jamás me alejaré de ti. ¿Sabes por que?...

Porque el destino me llevó a ti en el momento que más te necesité, porque eres lo más hermoso que me sucedió, porque simplemente me he enamorado de cada aspecto tuyo. Desde el alfa más sobreprotector que eres, hasta el alfa más consentidor y cuidadoso en el que te conviertes.

Por eso, no lo dudes, ven a mi lado y solo sigue ámandome como lo haces y como hago yo, es todo lo que deseo.

Te amo, Zhan".

Leí con sumo cuidado cada palabra y juro que sentí a mi alfa brincar de la emoción, pensar que Zhan realmente se dedicó a escribir una carta especial para mi, algo que dificilmente sucedería ultimamente, hizo que mi pecho se sintiera calido, definitivamente Zhan era un hermoso omega detro y fuera de su ser.

Yo en mi parte racional, confieso que estaba un poco confundido, sin embargo no le di vueltas a la cuestión sobre porque Zhan me mandó una carta al hospital si en unos momentos iría a casa, ya que eso no era lo que me importó, esa pequeña sorpresa y emoción que sentí al recibir por primera vez una carta por parte de él, fue única, no la cambiaría por nada, y era lo único que me importaba en esos momentos.

Sonreí y mi humor mejoró rápidamente. No entendía como unas simples palabras escritas en una hoja de papel podían ponerme de tan buen humor.

Corrección, si lo sabía, ya que esas no eran unas simples palabras escritas en una hoja de papel, eran unas hermosas, puras y sinceras palabras, palabras que eran prisioneras en una hoja de papel que las llevaría por siempre, unas palabras que no estaban en el aire, unas palabras que solo yo podré apreciar, tanto con mis ojos, como con mi corazón, tantas veces quiera.

— Señor Wang, lamento el retraso — entró el doctor que me atendió el otro día, su reverencia fue algo exagerada y se notaba que se encontraba reviso por mi reacción.

— No se preocupe, solo haga lo que tenga que hacer, hay alguien que necesite ver con urgencia — le respondí sereno y tranquilo.

Al parecer el doctor se sorprendió un poco, sin embargo sonrió un poco y asintió mientras revisaba una tablilla con una hoja en ella y me hacía una serie de preguntas.

Por alguna extraña razón, mi pecho comenzó a llenarse de un pequeño sentimiento de emoción, junto al de un presentimiento de que algo sorprendente estaba por ocurrir. No tenía idea de porque el sentimiento de eso, por lo que no me quedé tranquilo del todo, me encontraba más bien, nervioso.

Al salir, pude ver como Hai Kuan abría la puerta trasera de mi auto para que pudiera entrar, Hai Kuan también entró al auto por la puerta del conductor y comenzó a conducir sin pronunciar palabras, pero se le veía una enorme sonrisa difícil de ocultar por el espejo retrovisor. Gracias a esa pequeña acción, todo el camino a la mansión, solo podía sentir esa sensación de nervios y presunción hacerse más grande.

Al llegar, Hai Kuan abrió la puerta para que pudiese bajar, hizo una leve reverencia, sin embargo no volvió a entrar al auto para estacionario como normalmente sucedería, solo se quedó ahí.

Esto era extraño, de alguna manera. Ignorando un poco el pequeño detalle del auto, caminé por el pequeño camino hasta la entrada de la casa, quería ver a Zhan, una noche lejos y ya me había afectado un poco.

El omega del alfa❤ 🐺Where stories live. Discover now