Capítulo 4

137 13 1
                                    

Nasya

Me concentro en el boceto que marco en mi cuaderno de diseños para una de las chicas que me encargó uno. Estoy detrás de las gradas esperando a Artem, tuvo entrenamiento en estos momentos y tuve que esconderme para que nadie me mirara y sospechara algo. Además, las próximas dos horas las tengo libres porque habrá un examen que está exento de mi parte así que lo aprovecharé al máximo para adelantar todo lo que tengo pendiente.

Alzo la vista y miro entre los asientos la cancha verde donde conocí aquel hombre de ojos grises y sonrío inevitablemente al pensar en el golpe que le di con ese balón. Pero, me saca de quicio la actitud que tuvo y esa sonrisa se convierte en una mueca de desagrado.

—Espero que esa sonrisa sea por mí pero que el cambio no.

Giro el rostro y miro como Artem se acerca a mí con una sonrisa encantadora. Se sienta a mi lado y toma mi rostro para besarme un poco. Dejo de lado mis cosas cerrando el cuaderno y pongo mis brazos alrededor de su cuello para atraer más su cuerpo al mío. Tengo tantas ganas de decirle lo que pasa pero mi madre esta mañana me prohibió decirle a alguien algo de nuestra situación. Ni siquiera mi prima ni mis amigas saben.

—Te extraño— dijo él dejando mis labios.—Han pasado meses en los que no salimos.

—Yo también te extraño— acaricié su cabello todavía húmedo por la ducha.

—He podido hacer mi trabajo antes de lo previsto— me jaló suavemente y sus brazos me rodearon dejando mi cabeza en su pecho.—Así que, Nasya Ivanov, te invito a una cita esta noche.

—¿De verdad?— sonreí y alcé el rostro para verlo sonreír.

Era muy difícil salir en público. Ni mi familia ni la suya sabían de nuestra relación y la prensa estaba muy atenta a las familias más importantes del país. Él temía por él, por todo los problemas que tenía con sus padres. Y yo temía por mí, por la situación económica de mi familia y porque tal vez una vez enterado Artem quiera dejar esto que tenemos.

—Por supuesto, cariño— besó mi frente.—Quiero dedicarle tiempo a mi novia, ¿aceptas?

Dejé de lado mis preocupaciones y me dejé llevar por la emoción y alegría que mi novio de provocaba.

—¡Claro!— chillé emocionada y rió tomándome de la cintura cuando me trepé sobre él.—¿A qué hora pasas por mí?

—A las ocho— me besó.—Será un lugar que te gustará.

—Sí estoy contigo me gustará— sonreí y me besó de nuevo provocando una risa en mí.

Artem de verdad me gustaba y mucho. Él era mi primer novio y por muy cursi que parezca me gustaría que fuera el único, el hombre con el que me case y forme una familia. Estábamos a pocos meses de graduarnos e ir a la universidad, además él ya era mayor de edad y yo cumpliría los dieciocho el próximo mes.

Los dos habíamos planeado un proyecto de vida juntos, él me compartió sus sueños y metas y yo hice lo mismo a un principio de la relación. Todo quedó claro y ahora tendríamos que esperar un poco más para que todo se cumpliera.

—Tengo que pedirle ayuda a Galia o a Jules— le dije entrelazando nuestras manos.

—¿Te dejarán salir tus padres?— preguntó y miré sus ojos llenos de preocupación.

—Estoy segura. Casi nunca les digo que haré tarea con ellas, así que no se les hará raro— me encogí de hombros.—No te preocupes.

—Te juro que estoy arreglando mi situación— me besó.—Cuándo menos lo pienses estaré en la puerta de tu casa dispuesto a hablar con tus padres.

Cadenas de Mentiras Where stories live. Discover now