[LIBRO #3 DE LA SAGA SUEÑOS] [+18].
¿Qué el pasado se queda en el pasado?
Eso no es posible en este universo.
Una nueva vida... una nueva identidad... una nueva carrera... un nuevo amor.
La vida jamás había sido tan tranquila como ahora, calma po...
Llevo dos semanas en Francia y pensé que lograría avanzar, pero no. Sigo estancada. Sin dormir, apenas probando el agua o algo de fruta para no desfallecer sin comer.
El contacto con mi familia a sido mínimo, y no porque no quiera hablar con ellos, es por seguridad de todos.
Me he mantenido aislada del mundo. El único enemigo de ellos ya está muerto y Domenico sigue tras de mí en busca de saciar su ego y sed de herir a Matteo, incluso muerto. Por eso me quedo lejos.
Sabina y Max han llamado dos veces. Una vez por semana solo para saber cómo sigo, pero siempre acabo en medio de llantos y Sabina igual. Max se limita preguntas cortas y cortar la llamada antes de que pueda ser rastreada por alguien.
Trate de pintar, pero no puedo.
El arte no puede fluir si la musa de mi inspiración murió.
No puedo pintar en ningún estilo. No puedo volver a enfocar mi vida y se siente horrible. Es muy jodido.
Me encuentro en el sótano de la casa de los Dubois con un lienzo gigante frente a mí. Pensé que pintaría, pero no puedo. Tengo una mesa llena de pintura, acuarelas, carboncillo, lápices y pinceles, pinceles muy delgados... tanto que parecen filosos.
Me acerco a ellos con mi vista fija sobre el pincel con el mango más fino de todos. Mis dedos se pasean sobre él y una cinta de recuerdos llena mi mente. Matteo, el hijo que íbamos a tener, Ethan muriendo bajo mi mano, el engaño de Ileana... todo se me viene encima y el peso que siento sobre mi pecho me arrebata el aire.
Me duele respirar y empuño el pincel dejando que las gruesas lágrimas se deslicen por mis mejillas. No noto lo que hago hasta que siento las gotas de sangre caer en mis pies. Abro los ojos observando como mi palma izquierda está sangrando. El fino mango del pincel atravesó mi piel.
Con la misma mano empuño el pincel imitando la herida en mi mano derecha. Por primera vez siento el dolor físico, calmar el dolor interior, pero la película se repite haciéndome sentir impotente.
La ira es quien se apodera de mi pecho ahora haciéndome barrer la mesa con ambas manos. La mesa de metal queda bañada de sangre y ni siquiera siento dolor en mis manos.
La falta de aire hace su trabajo sofocándome y el nudo se vuelve más grande cada segundo. Cada maldito segundo el dolor crece y solo puedo liberarlo gritando tan fuerte que mis cuerdas vocales arden.
¿Por qué? ¿Por qué no salió todo como lo planeamos? ¿Por qué no pudimos ser felices los tres? Juntos... lejos.
Abro los ojos enfocando mi vista en el lienzo y veo mis manos bañadas de sangre. Solo haciéndome recordar esa maldita noche y todo lo que trajo consigo.
Mis pies se mueven solos hacia el lienzo y empiezo a pintar con la misma sangre que sale de mis manos. Mis dedos manchados sirven como pincel y mi lienzo como desahogo.
Dibujo sin parar, pierdo la noción del tiempo y lo sigo haciendo hasta que la sangre disminuye y las puntas de mis dedos arden. Retrocedo despacio y el espejo en la esquina me permite ver mis ojos hinchados, algo a lo que últimamente me he acostumbrado.
El lienzo se lleva mi atención nuevamente y entonces todo el ruido de fondo desaparece.
En el lienzo estamos los dos aquella noche, expresa todo lo que atravesó mi pecho esa noche.
Me acerco despacio y las puntas de mis dedos se deslizan sobre las orillas del lienzo mientras que observo cada detalle.
—Tú y yo somos tan fuertes que incluso separados subsistimos, pero juntos somos mejor. Lastimosamente en NOSOTROS no hay un NUESTRO y jamás lo habrá. Solo será un mundo MÍO y uno TUYO.
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Toda historia tiene un HERKUNFT (origen) y este cuadro tiene mucho que ver en esta trama. Disfruten la historia y amen y odien como yo lo hago con los personajes de esta historia❤️
