Capítulo 42

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Al final solo opté por un simple pantalón, una camiseta de mangas largas, color azul, un suéter, el pelo suelto y mis lentes.

La verdad, tengo calor, así que me quito la chaqueta para amarrarla alrededor de mi cintura.

Cuando salgo de casa, faltan dos minutos para que sean las siete y media, así que Ash debe estar por llegar.

Espero… Dijo que llegaría a las siete.

Y no había notado hasta que estoy afuera, sola, en la noche… Con todas mis tías y mamá observando en las ventanas, cuan nerviosa estoy.

Ah, y ellas esperan a que llegue Ashton.

—No te preocupes, linda, te daremos apoyo moral en cada paso que des. —Restó importancia mamá.

No imaginé que se lo tomarían tan literal.

Respiro profundo y me digo que todo estará bien. Es sólo Ashton, mi amigo, nada más. No tengo por qué estar nerviosa….

Un auto se acerca, debe ser él.

¡Demonios, no puede ser! No puedo con esto.

¡Estoy hiperventilando! Me auto digiero… Otra vez. ¡ME MUERO!

Doy media vuelta y corro a la casa, con suerte llegaré en tiempo récord a mi cuarto para esconderme bajo las sábanas.

Pero mi considerada mamá, previendo mis intenciones, cerró la puerta principal con llave.

—¡Traidores! —Grito antes de que la bocina de un auto me haga saltar en mi lugar.

Me lamo los labios y giro lentamente, componiendo mi mejor sonrisa. Me congelo en mi lugar cuando baja del auto y comienza a caminar en mi dirección.

Santa madre de la creación, bendice a la mujer que hizo a este chico, por el simple hecho de traerlo al mundo.

Ashton sonríe y se detiene sólo a dos pasos de mí. Me da un vistazo de pies a cabeza y sonríe satisfecho.

—Hola. —Dice y se mete las manos en los bolsillos de manera despreocupada.

—Hola. —Mi voz sale baja y casi quiero golpearme por sonar así de insegura. Es decir, a veces puedo retarlo, mandarlo a callar, incluso echar de casa… Pero hay otros momentos en los que siento que me falta el aire cuando está demasiado cerca.

No debo bajar la guardia.

—¿Lista? —Me tiende su mano y vacilo un poco antes de tomarla. Y como no me muevo tira de mí, para acercarme a él—. ¿Así es cómo me vas a saludar?

Su sonrisa es traviesa y paso saliva cuando empieza a acercarse, ¿me va a besar? ¿Otra vez? ¿Será de lengua como en el tejado…? ¡Alto!

Cachetada mental.

Pero sólo dirige sus labios a mi mejilla y deja un beso suave, lo bastante lento como para que yo pueda contar su respiración.

Escucho grititos detrás de la puerta y me separo de Ashton rápido, casi como si quemara.

—Les digo que se ven lindos juntos —oímos los cuchicheos dentro y ruedo los ojos.

Pero Ashton solo sonríe.

—Bueno, nuestro lugar espera. —murmura y tira de mi mano para guiarme a su auto… Un momento, no sabía que tenía auto.

Abre la puerta para mí y segundos después el auto comienza a avanzar por las vacías calles del vecindario.

—¿Sabes? Me costó mucho hacer que el dueño me dejara usar el lugar un sábado, pero si utilizas las palabras correctas… Como que fuiste a una peluquería y hay una chica realmente conversadora que se entera de todo, puedes conseguir hasta el puesto de presidente

Antes del CieloWhere stories live. Discover now