Capítulo 82

7 0 0
                                    


Pero... no somos novios.

Sí, aquí es donde me dan cachetadas.

Somos más íntimos, sí y sin paso a mal pensar, simplemente no colocamos una etiqueta.

Seguimos sin hacerlo y estoy bien con eso.

Además, sólo han pasado cuatro días.

Y yo ya siento que nos pertenecemos.

Cada vez que estamos solos no puedo dejar de sonreír como tonta y querer abrazarlo.

No somos novios.
Tampoco dimos la noticia formalmente, ni dijimos nada cuando mis padres fueron a buscarnos al día siguiente.

Sólo nosotros lo sabemos y me siento cómoda con ello.

Es como si lo tuviese solo para mí. Y la idea me encanta.

Nada puede quitarme la sensación de desasosiego que corre dentro mí, aunque se sienta como electricidad.

No importa que tan jodida esté mi situación, Ashton hace que todo lo malo parezca bueno.

—¿Qué te gustaría comer? —Pregunta, mirando su celular distraídamente, sin soltar mi mano.

Su perfil me sonríe, es tan bonito, con su cabello del color del sol, con ojos cual cielo azul, tan tranquilo y a mi lado.

Yo también te amo, Ashton...

—Mmmm, ¿pizza?

—Linda, ni en un millón de años te voy a dar comer eso —se burla, cruelmente.

—Ay, por favor. ¿Entonces para qué preguntas?

—Por educación, además... —Se detiene, al percatarse del niño pálido y adorable que se detiene a unos pasos de nosotros.

—¡Chris! —Chillo emocionada y él acorta la distancia, con una sonrisa tan grande como mis ganas de vivir, solo para abrazarme.

—Andy —besa mi mejilla—. Me alegra mucho verte. Y que estés bien.

—Sí, lo estoy. —Acaricio su mejilla y él cierra los ojos. Toma mi mano e inclina mas su carita a ella, disfrutando mi tacto. Él luce mas delgado y ojeroso que la ultima vez que lo vi.

Sus palabra resuenan en mi cabeza "me recuerdas a mamá, Andy" y algo dentro de mí duele. Así que lo acerco a mí y lo abrazo un poco más.

Alguien se aclara la garganta y ambos volteamos a mirar

—¿Y tú quien eres? —Pregunta Chris a la defensiva, cuando su atención cae en la mano de Ashton unida a la mía.

—Mi nombre es Ashton —le tiende la mano y este me observa antes de tomarla.

—Soy Christopher —agrega, pero sin dejar de mirar a Ashton con cautela—. ¿Eres su novio? —Pregunta sin rodeos y mis mejillas se enrojecen de inmediato.

—Sí, lo soy. —Responde Ashton y una enorme sonrisa llena la carita de Chris—. Futuro esposo también.

Si estuviese tomando algo, lo habría escupido ahora misma.

—Me alegra. Por favor trátala bien —me da un corto abrazo y corre hasta la enfermera, que aguardaba por él.

Bate su mano en mi dirección y se aleja con ella.

Y la vez que soñé que se alejaba de la mano de un ser sin rostro regresa a mí y siento ganas de llorar al verlo marcharse.

.....

Para cuando el suero se ha acabado, el doctor me da unas cuantas palabras y me envía a casa.

Pero no sin antes hacer una corta visita al baño, para dejar mi estómago en el inodoro.

—¿Tienes hambre ya? —Pregunta una vez estamos frente a su auto.

Niego con la cabeza, pero aunque no tengo hambre, sé que debo comer, no tomé el desayunos porque no tenía hambre, según.

Pésima decisión.

Acabo de salir de quimio y el efecto de la medicina siempre es extenuante.

—Nena...

—Vayamos a comer —digo y me acerco a rodear su cintura, ponerme de puntillas y besar castamente sus labios.

Ashton es algo así como mi placer culposo.

Esa comida que te hace engordar pero que igual no puedes evitar o en mi caso, la persona que no puedo dejar ir, aún cuando tengo un pronóstico de tormenta.

......

Luego de comer Ashton me lleva a casa.

Mama está afuera hablando con un muchacho encargado de las sillas para la fiesta de mi hermana que, por cierto, está mucho mas próxima de lo que se espera.

Y mi hermanita está totalmente emocionada.

—Señora Coldwater —Ashton deja un pequeño beso en sus nudillos y ella sonríe de forma maternal. A ella le agrada mi chico...

Mmmm. Mi chico.

Bueno, a toda mi familia le agrada Ash, incluso a mi padre quien, por alguna razón, ya no quiere matarlo.

Incluso lo invitó a ver fútbol y bueno, papá odia el fútbol.

Aunque, indagando un poco... Yo no conozco a ningún familiar de Ashton.

—¿Te quedas a almorzar? —Pregunta mamá, firmando una tablilla que le entrega el chico de las sillas

—Me encantaría, pero no puedo —lo observo extrañada. Pensé que se quedaría y veríamos alguna película... Y nos besaríamos un poco en mi cuarto.

Que mal.

No se puede tener todo en la vida

Mamá asiente y luego de pedirle que se quede algún otro día, entra a la casa.

—Pensé que te quedarías —hago un puchero fingido y él con una sonrisa me abraza.

Hunde la cara en mi cuello y mi piel se pone de gallina cuando deja un suave beso.

—Hoy es el cumpleaños de mi hermano —explica—. Tengo que ir a verlo. Saldremos. Disculpa. Incluso lo había olvidado, por eso no te lo dije antes.

—Está bien. Dale felicitaciones de mi parte.

Al menos sé que tiene un hermano

Él se acerca a mis labios y yo lo esquivo, así que el beso cae en mi mejilla.

—¡Oye! —Se queja y vuelve al ataque y esta vez atrapa mi boca—. Mucho mejor —dice contra mis labios y me río—. ¿Te parece si hacemos algo mañana?

—¿Algo como qué?

—No lo sé —finge pensar—. Lo averiguarás, sí aceptas —su sonrisa es maliciosa.

—Me asustas.

Al final si acepto hacer algo con él mañana, me da un último casto beso y se marcha.

Cuando giro para entrar a la casa encuentro a Mary en la entrada, tiene la boca abierta y un brillo curioso en sus ojos.

Por fortuna, sólo está ella y la puerta de entrada está cerrada.

—No es lo que parece... —Me apresuro y ella estalla en una carcajada, extasiada.

Antes del CieloWhere stories live. Discover now