Ex-Esposo || Im Jaebum (+18)

Cap. 13

Sigo al guardia de Choi, que me llevará a los vestidores, en donde ahora se encontraba él y memorizo el camino.

Hablaron con él esta tarde, aunque no le quedó de otra más que aceptar nuestro trato por que podría llevarlo preso si se negaba, también quería atrapar al responsable.

Y nos aseguró que ninguna dentro del club, sabía que sus compañeras estaban muertas. Cosa que le creí, por que el detalle del tatuaje y los nombres, era algo que no sabía la prensa.

Una vez que yo esté dentro, necesitaré ganarme la confianza de las chicas y conseguir que me acerquen al proveedor.

El guardia abre por fin una puerta y escucho los murmuros del otro lado. Me abrazo a mi misma y trato de no cubrir la cámara que me he colocado en la chaqueta.

— Me alegra que decidieras venir.— Escucho a Choi quien se acerca a mí.

Levanto la cabeza y le doy una mirada rápida a todas, con una sonrisa tímida.

— Hola.

— Pasa.— Choi pone su mano en mi espalda y me lleva con él.

La mayoría se encontraba vestida con trajes muy reveladores y el resto en lencería, se preparaban para la función. Definitivamente Jinyoung disfrutará ver ésto.

— Chicas, ella es Haneul, ocupara el lugar de Anne. Porfavor, denle la bienvenida y ayúdenla con el vestuario.— Choi me mira.— Me iré ahora, estaré rondando por el escenario, por si tienes alguna duda.

Asiento y se marcha sonriéndole a todas.

Suspiro y paso una mano por mi cabello. La primera en acercarse es una rubia, con un traje diminuto de diabla.

— Hola, soy Sulli.— Me toma del brazo y me arrastra junto con ella hacia las demás.

— Hola.

Algunas sonrieron y otras solo hicieron un asentimiento con la cabeza, pero continuaron con lo suyo, comentando que ya era muy tarde.

— Youngjae dijo que te encontró trabajando en las calles.— Me dijo una castaña con traje de cuero.— No recuerdo haberte visto antes.

La mirada recelosa que me lanzó, me advierte que no me cree, y yo también creo conocerla de algún lado, pero no recuerdo de donde.

— En realidad, acabo de comenzar, no sé mucho sobre esto y Youngjae me dijo que si necesitaba un lugar más seguro, podía venir aquí.

Lo piensa un momento, pero asiente.— Soy Jess.— Le sonrío y sin esperar respuesta, se da la vuelta para ayudar a otra chica con su peinado.

Sulli suspira y acaricia mi cabello, llamando mi atención.— Eres muy hermosa, ¿Porqué trabajarías aquí?

— Yo... Perdí mi empleo y... Mi Ex esposo me demandó, me quitó todo.

— Oh, linda.— Me lleva hasta un tocador y me sienta.— Lo siento tanto y créeme que te entiendo. Mi ex me robo casi todo lo de mi departamento, solo faltó que se llevara a mi gato y eso hubiera sido el colmo. Fue una suerte para mí conocer a Youngjae.

Sonrío con tristeza y dejo que suelte mi cabello, dejándolo caer sobre mis hombros.

— Creo que te vez mejor con el cabello suelto.— Sonríe como si se le hubiera ocurrido algo y va hacia un perchero lleno de trajes.— Éste será perfecto para ti.

Me extiende un pequeño liguero blanco. Frunso el ceño y la miro incrédula, ¿ésto era todo? Ni siquiera me va a cubrir mis partes íntimas.

Esto es una locura, no puedo salir con ésto. Justo ahora Jaebum y Mark ya están entre el público, atentos por si ven a alguien sospechoso. Pero con esto puesto, su atención estará en mí.

— Oh, tranquila, aquí esta el resto.— Se da la vuelta, toma un camisón transparente, me lo da y en sus manos se quedan un par de alas blancas. Ésto no hace ninguna diferencia, se me verá todo de igual manera.— Serás un bello ángel.

Nunca he visto uno, pero estoy segura de que en el cielo no usan esas cosas.— Es... Precioso.

Sulli ríe y deja las alas aún lado.— Bailaras conmigo.

— ¿Hace cuanto estás aquí?.— Le pregunto.

— Mmm, como seis meses.

Me remuevo en la silla, procurando parecer incómoda.— ¿Y solo bailaremos o tenemos que... Hacer otra cosa?

Sulli jadea asustada y me toma del hombro.— No tienes que hacer nada que no quieras, no sé por lo que tuviste que pasar antes de venir aquí, pero si no quieres estar con ningún hombre, no tienes por que hacerlo.

Suspiro.— Gracias, la verdad, fue muy difícil para mí salir a la calle y ...

— Te entiendo, linda. No tienes que contarme nada si aún no estas lista.

Me sonríe y regresa su atención a su cabello.

Algunas chicas comenzaron a salir, mientras yo intentaba arreglar mi maquillaje y miraba a mi alrededor. Ninguna parecía distraída o preocupada por otra cosa que no fuera su maquillaje o vestuario.

¿Será que ya mataron a todas las que estaban involucradas con las drogas?