Capítulo Tres: The Night We Met.

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Christopher Morgan Hars.

4/2/2023

La rubia de ojos verdes me chupa la polla, se la meto toda a la boca dejando que  cuando quiere toma aire, muerde la coronilla, la atraigo hacia mí y ella besa mi boca metiendo su lengua, meto la mia y el sonido de nuestros besos me la pone más dura.

-Coronel Morgan- gime, quiere que la folle, lo sé.

Le rompo el uniforme de pila y sus grandes tetas rebotan en mis ojos, mis manos van hacia ella y las agarro con fuerza, mi pulgar va hacia sus pezones, los acaricio y pellizco a mi gusto. Me meto el seno izquierdo a mi boca y chupo con fuerza, siento como ella agarra mi pelo atrayéndome más a sus enormes tetas.

La levanto y la subo encima mio, sus piernas se abrazan a mi espalda, ella toma mi polla y la centra en su coño la agarro de sus hombros y la bajo con fuerza, sus lloros llenan toda mi oficina, sonrío en su cuello y muerdo este. Ella sube buscando respiro y la vuelvo a embestir con fuerza, mis manos van a su culo, la nalgueo con fuerza, aprieto sus nalgas y siento su temblor, está llegando a su orgasmo.

Sus uñas van hacia mis bíceps y empieza a arañarlos, muerdo sus tetas y la sigo penetrando, siento como su coño abraza mi polla, y después de cinco embestidas más sus fluidos recorren mi polla.

-Baja y chúpala.- ordeno guiando su cabeza a mi polla.

Su boca sube y baja a lo largo de mi polla, agarro su cabeza con fuerza y se la meto toda a la boca, su cara se vuelve roja y después de diez segundos le saco mi polla de la boca, por sus labios recorren hilos de baba y en mi polla reposan aún más.

-Limpia.- chupa mi polla y veo su frustración al ver que aun no me corro del todo, empieza a succionar mientras me masturba, mis piernas se contraen y le lanzo todo el semen a la cara, ella sonrie y lambe los que cayeron cerca de su boca.

-Buena mamada matutina.- sonrie como si de un halago se tratase.

-Ha sido un placer Coronel Morgan.- espera mi respuesta y desvío mi mirada a su blusa de pila, la cual está rota, en su pecho derecho se encuentra "Sarg. Peralta".

-Tienes una buena boca, Peralta.- sonrie como idiota, esperando que esto se convierta en una historia de amor verdadero ¿Enserio cree que eso sucederá?

-Espero que se repita, ya sabe donde encontrarme.- guiña su ojo, y no se larga de una buena vez, paciencia.

-Seguro te buscaré, linda.- le guiño un ojo y juro que vi corazones salir de sus ojos, pobre. Señalo la puerta con la cabeza, me da el saludo militar, y al fin se larga.

-Ilusa.- murmuro mientras acomodo mi uniforme y pelo.

Llamo a Laurens para que busque a una de las mujeres de limpieza para que organice mi oficina. A penas unos minutos después una mujer entra y limpia mi oficina.

Abro mi ordenador y empiezo a investigar por mi cuenta al " El cartel de los Marinos", unos verdaderos gilipollas, expulsados por Alejandro Mendoza, ahora alias "El caudillo", un ex coronel de las fuerzas navales de México. Visualizo su foto, la edad es muy visible en él, está sentado en una silla de piscina, su obesidad es opacada por la jovencita que tiene en sus piernas "prostitucion" mascullo.

Las chicas que lo rodean probablemente no pasan de los 17 años, repugnante. Desde el fondo de la foto está "La sombra" Adriana Guitierrez, que mira a Javier Mendoza, "El Lince", los ojos de Adriana observan de forma envidiosa a la mujer que está en las piernas de Javier, genial lo que me falta, una loca asesina enamorada. Quizás esta debilidad de Adriana sirva de algo.

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