Capítulo 38

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Pov Lisa

Salgo disparada de ese lugar. Me dirijo a la habitación que alquile echando humo. Ni siquiera podía quedarme un segundo más a su lado, no después de semejante boludes que dijo. Entiendo que nuestra situación sea complicada, y que yo lo haga más complicada de lo que es. Pero al menos yo no estoy tomando esto como un juego.

Mark sale del elevador y frunce el ceño cuando me ve.

- ¿No se supone que estás almorzando con ella?.

- No – digo cortante. Él se queda mirándome.

- ¿Qué paso?.

- Nada – presiono el botón.

- Oh, vamos Lalisa, te conozco – lo miro.

- ¿Qué le dijiste a ella? – se queda en silencio.

- ¿Ah? – dice después de unos segundos.

- Sí, ¿Qué le dijiste a ella?, que no hace más que reventarme las pelotas, ugh – suspiro.

- Oh. Creo que alguien tuvo una discusión – las puertas se abren. Entro al elevador – Lisa, yo no le dije nada – dice entrando.

- Pues no sé qué creer, porque allá anda como idiota escribiéndole a mi hermano – me hierve la sangre de solo pensarlo.

- Bueno, en eso yo no puedo hacer nada – las puertas se cierran.

- No quiero nada que me comprometa, no lo quiero – explico – por ahora, no quiero eso. Pero le he demostrado que, aunque no hay nada serio o una etiqueta, he sido demasiado sincera, y, sin embargo, le sigue escribiendo al idiota ese como si nada – él suspira y asiente.

- ¿Y si te estás equivocando?.

- Claro que no. Le acabo de preguntar que si le dirá a él lo nuestro y ni siquiera respondió. Se queda como una tonta mirándome. Después de que le comente lo que por el momento quiero, se puso a la defensiva y dijo que lo nuestro era sexo. Yo no lo veo de esa manera, Mark. Joder, sé que no me crees porque puede que me has visto tal vez jurándole el cielo a otras mujeres. Pero en serio, Jennie me gusta – mando la cabeza hacia atrás – en que lío me estoy metiendo – susurro.

- Ustedes deberían aclarar eso – lo miro.

- ¿No escuchas?. Trate de hacerlo y ella se apegó de que no quiero etiquetarnos, dizque porque no quiero que mis "aventuras" sepan que estoy en algo con ella – rio – menuda de excusa, la de la niña – saco la moneda de mi bolsillo y empiezo a jugar con ella – ella tiene razón, no somos nada. Yo puedo follarme a quien se me pegue la gana, así como ella probablemente lo hará con él – presiono mis labios.

- No lo sé Lisa, piénsalo – niego con la cabeza.

- No hay nada que pensar, ella lo quiso así, pues así será – se abren las puertas. Mark no dice nada, solo se digna a dar un suave suspiro y seguirme – no me agrada tu cercanía con ella – digo sin mirarlo.

- Oh, ¿en serio? – parece sorprendido. Lo miro y asiento – no pensé que fueses tan celosa – me detengo.

- No lo soy.

- ¿Segura? – no digo nada.

- No me agrada porque no sé qué cosas hablarán de mí – digo reponiéndome.

- ¿De verdad piensas qué soy capaz de hablar mal de ti? – no respondo – pensé que me conocías bien.

- Lo hago.

- No lo haces. Si lo hicieras, no me pedirías esto.

- Tengo mis motivos – me detiene.

- Sus motivos se deben a que teme que abra la boca y le cuente a Jennie la gran lista que esconde usted con esas modelos – desvió la mirada – no diré nada Lalisa, para tu información. Usted me paga para cuidarla, no para estar hablando de su vida – lo miro.

𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘐𝘴 𝘕𝘰𝘵 𝘖𝘷𝘦𝘳: 𝘛𝘏𝘌 𝘔𝘖𝘋𝘌𝘓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora