𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘐𝘴 𝘕𝘰𝘵 𝘖𝘷𝘦𝘳: 𝘛𝘏𝘌 𝘔𝘖𝘋𝘌𝘓

Capítulo 64

Pov Jennie

Abrazaba mis piernas mientras escuchaba las gotas caer. No sé cuánto llevo aquí, pero solo sé que no quiero salir. Reflexionando, me di cuenta de que me dejé llevar por mis impulsos. Estaba tan enojada que no me di cuenta de lo que decía, y menos de darle importancia de que no solo me enfrenté con Roberto, si no con Lisa también. Pero estaba tan enojada, tan cansada. Cansada de que él seguiría me arrastrará de la peor manera, cansada de saber que las cosas con Lisa nunca mejorará. Enojada porque no tenía derecho de gritarme, menos de decir esas cosas delante de todas. Enojada porque una parte de mí quería pensar que Lisa no volvió a estar con nadie más, pero lo hizo. Todo me llevo al límite, que me llevo aquí. Ahora, tenía miedo de salir, miedo de saber que posiblemente no solo lo jodí todo, sino que también arruiné las cosas.

Suspiro y apoyo mi cabeza en la fría puerta. Me quedo mirando la pared y muerdo mi labio.

- Dios, ¿Qué hice? – susurro – tapo mi rostro y empiezo a llorar por quinta vez. Escucho mis sollozos por el vació lugar.

- Jennie – escucho la voz de Simi al otro lado de la puerta - ¿estás ahí? – muerdo mi labio.

Me levanto del suelo y abro la puerta. Ella me mira y hace un puchero.

- Jenn – la abrazo. Me ataco a llorar en sus brazos.

- Lo arruiné, joder – ella niega.

- Para nada, Jennie, no digas eso – susurra.

- Lo hice, maldición, lo jodí – ella acaricia mi cabello.

- Tenías derecho de ponerle un alto a Roberto, él se estaba pasando.

- Pero Lisa...

- A Lisa también. Es una idiota – me aferro a ella – tranquila, cálmate – ella nos entra al baño y lo cierra.

- ¿Lo arruiné? – niega.

- Para nada – me alejo de ella. Ella limpia mis lágrimas con sus dedos – ya Lisa sabe la verdad, aunque Roberto trato dejarte como la villana.

- ¿Cómo? – asiente.

- Dijo que tú le faltaste al respeto, pero no él a ti. Lo peor es que todas lo apoyaron – mando mi cabello hacia atrás.

- Todas me odian, joder.

- Solo lo hacen porque le tienen miedo a Roberto, y obvio porque le tienen lealtad al idiota ese. Pero con suerte, Lisa se dio cuenta de la verdad y hablo conmigo, que fui la única que no estuve en acuerdo con ello – sonrío débilmente.

- Gracias, Simi – niega.

- No es nada, Jennie. No es justo lo que te hicieron, son unas desgraciadas – me besa la cabeza.

- No quiero volver, no puedo más – ella me mira triste.

- No te rindas, Jennie. No dejes que otros te dañen este momento – niego – Jennie.

- Ni me querrán ahí.

- De hecho, Lisa me pidió que te buscará – suspiro.

- ¿Qué hago?.

- Debes salir con la cabeza en alto, demostrarles que sus palabras no te hicieron nada. Jennie, no puedes seguir permitiendo que te jodan, menos Lisa. Nadie, absolutamente nadie. Así que limpia esas lágrimas y vamos, vamos a demostrarles que no hicieron más que volverte fuerte.

- No sé si podré – susurro.

- Lo harás, lo sé. Sabes, a la mierda. Deja de sufrir por ella, deja de llorarle. Ahora, demuéstrale que te importa, que te vale su presencia, ignórala. Haz lo tuyo y ya, haz lo que tienes que hacer y ya. Después nos iremos a celebrar, vámonos a perdernos, es nuestra noche. Pero no te me rindas ahora, no ahora y nunca – la abrazo.