♡ CAPITULO 8 ♡

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*Narra Marilyn*

Habían pasado dos semanas desde eso, dos semanas desde que ella me besó.

Los cinco no soportábamos más vivir en aquel autobús así que decidimos alquilar algunas habitaciones en un hotel: Twiggy, T/n y yo dormíamos juntos y Fred y Jason dormían en otra habitación.

Eran las ocho de la mañana, T/n seguía dormida y Twiggy y yo estábamos desayunando en la pequeña cocina que había en la habitación. Twiggy estaba tomándose un café mientras yo preparaba el desayuno.

- Aww, que mono te ves preparando el desayuno.- Dijo Twiggy riendo, obviamente, bromeando.

- Gracias, ¿qué será lo próximo que me dirás? Alomejor: Que pedazo de polla te la quiero chupar.

- Alomejor si, mi amor.- Dijo sonriendo y levantando las cejas, luego se rió de su propia broma y yo puse los ojos en blanco con una sonrisa.

Le serví la comida a Twiggy y luego a mi mismo, antes de desayunar y empezar a comer (no como Twiggy, parecía que no había comido en 5 meses y ya estaba comiendo sin esperarme) me levanté y me fui a buscar a T/n a la habitación.

Abrí la puerta silenciosamente para no despertarla con un susto, me acerqué a la cama y le acaricié el pelo.

- Cariño, levanta...- Dije con una voz suave.

- Mhm?- Dijo mientras todavía estaba un poco dormidita.

- Venga, arriba, cariño, hay que comenzar a vestirse.

- N-no quiero...

- Vale, tú lo has querido así.- Dije con una sonrisa, aunque ella no me veía porque se había escondido debajo de las sabanas.

Rápidamente le quité la manta de encima y luego la cogí en brazos mientras ella daba patadas.

- ¡Ay! ¡Brian, suéltame! ¡Joder, tío, que pesado eres!- Dijo ella pataleando.

- Llora bebé, llora, jaja.- Dije burlándome de ella.

La saqué de la habitación y la llevé al salón donde Twiggy estaba sentado en la mesa, y si, no estaba equivocado, él tenía mucha hambre porque cuando volví ya se lo había comido todo.

- Mira, ya se ha despertado la nenita.- Dije en un tono dulce.

- ¡Ni nenita ni pollas, quiero dormir!- Dijo ella de mal humor.

- ¿Joder, esa niña tiene la rabia o que coño?- Dijo Twiggy mientras se preparaba más comida.

- No, Twiggy, pero, ¿sabes lo que es la regla? ¿Has estudiado eso o no hiciste ni la ESO?

- Madre mía, niña relájate.- Dijo él riendo.

La dejé en el suelo y ella se fue corriendo hacia el sofá, se tumbó en él y luego se tapó con una manta rápidamente.

- Me duele.- Dijo T/n, quejándose.

- ¿Qué te duele?- Dijo Twiggy acercándose a ella, mientras yo terminaba de hacer el desayuno.

- A ver si te enteras ya... ¡Si tengo la regla no me van a doler los cojones! Pues me duelen los ovarios, ¿sabes lo que es o también te lo tengo que explicar?

- Niñata malcriada.

- Puto gilipollas.

Entonces dejé de hacer lo que hacía y me giré a mirarlos.

- ¡Hey, ya basta! Dejad de comportaros como dos niños de 5 años. Tu, T/n, te voy a castigar si sigues portándote así, contrólate un poco. Y tu, Twiggy, deja de cabrearla, es solo una niña.

- ¡No puedes castigarme, no eres mi padre!- Dijo ella con los brazos cruzados.

- No, no lo soy, pero si quieres vivir conmigo deberás comportarte o va a haber consecuencias.- Le dije seriamente mientras servía el desayuno para ella.

Mientras limpiaba un poco la encimera de la pequeña cocina sentí como alguien me abrazaba por detrás, cuando me giré vi a T/n abrazada a mi cintura.

- No te enfades, Brian, perdóname...- Me dijo casi llorando, me dió mucha ternura.

- Está bien, cariño.- Le dije, mientras la levantaba en brazos y la abrazaba.

Nos sentamos los tres en la mesa y comimos juntos, Twiggy comió más, tenía mucha hambre, parecía que no había comido en meses jaja.

Cuando T/n acabó de desayunar, (que no tardó mucho porque al parecer tenía bastante hambre), se levantó y se fue al baño para cambiarse de ropa.

Pasaron un par de minutos y ella comenzó a llamarme.

- ¡Brian! ¡Brian, ven!- Me dijo ella.

Me levanté del sofá y fui hacia el baño, toqué la puerta y ella me dió permiso para entrar, cuando entré ella estaba en sujetador y pero con los pantalones puestos.

- Brian, ¿me ayudas, porfa?- Dijo dándose la vuelta para enseñarme que necesitaba que le atase el sujetador.

- Oh emm...- Dije avergonzado.- S-si, déjame ayudarte.

Le ayudé a atar su sujetador. Ni fue a propósito pero me sonrojé bastante, no quería estar así, últimamente estaba algo cachondo y a la mínima cosa me ponía duro, aunque ahora no lo estaba.

- ¡Gracias, Brian!- Me dijo, rápidamente se dió la vuelta y me abrazó, pude sentir sus pechos contra mi pecho y no pude evitar ponerme duro rápidamente.

Rápidamente la cogí de la parte de abajo de sus muslos y la levanté del suelo, con fuerza la puse encima del lavabo y comencé a besarle y morderle el cuello con violencia.

- Mmm... Brian, jaja, me haces cosquillas.- Dijo ella con un tono dulce mientras yo subía mis besos desde su cuello hasta su cara y acercándome cada vez más a su boca.

Lentamente mordisqueé su cuello por última vez antes de separarme de ella por un segundo, luego la miré fijamente a los ojos, jamás la había amado tanto como ahora y entonces le besé la boca.

Primero dejé mis labios encima de los suyos, no los moví, pero luego comencé a comerle la boca lentamente, sabía que le estaba gustando porque ella me seguía el beso. Luego lentamente comencé a meter mi lengua en su boca, parecía que nunca antes la habían besado con lengua porque al principio no quería, luego se acostumbró y juntó su lengua con la mía.

Le sujeté la cabecita con fuerza, no mucha porque tampoco quería hacerle daño. Ella comenzó a acariciar mi cuello por la parte de atrás, luego subió sus manos hasta mi cabello y puso sus dedos alrededor de mi cabello.

La besé muy deprisa por última vez antes de separarme, metiendo mi lengua con rapidez hasta el fondo de su boca y luego la saqué, ella estaba jadeando.

- B-Brian...- Dijo mientras jadeaba y recuperaba todo el aire.

- Shh, princesa, papi está aquí... Tranquila.- Dije mientras yo también jadeaba aunque no tan exagerado como ella.

- Te quiero mucho, Brian... Te amo demasiado...- Dijo mientras yo la cogía en brazos y la apoyaba contra mi pecho.

- Yo te quiero muchísimo más, mi niña...- Dije mientras escondía mi cara en su pequeño cuello mordisqueado por mi.

Nos quedamos en silencio unos segundos, ella estaba todavía respirando un poco agitada, no tanto como antes, yo le acariciaba la espalda para tranquilizarla.

- Hagamos una fiesta de pijamas, papi...- Me dijo, eso me pilló por sorpresa.

- ¿Qué?

- ¡Hagamos una fiesta de pijamas!- Me repitió ella con más entusiasmo que antes.

- Claro, cariño, pueden venir todos a nuestra habitación y podemos jugar a juegos juntos.

- ¡Sii!

Le dí un pequeño beso y luego la bajé del lavabo mientras le ayudaba a ponerse la camiseta.

Salimos los dos juntos del baño, ya la tenía en brazos ya que apenas ella pesaba 40 kilos, era una niña bastante delgada.

𝐈 𝐖𝐀𝐒 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐈𝐍' 𝐘𝐎𝐔  || Marilyn Manson y T/n ||Where stories live. Discover now