Esperanza y curación

Capítulo 5: La Primera Tarea

Capítulo 5: La Primera Tarea

Noviembre disminuyó, el inicio de un clima más frío y días más cortos trajeron consigo la sombra premonitoria de la primera tarea. El temor de Harry alimentó el paso del tiempo, cada día se deslizaba cada vez más rápido a medida que el vigésimo cuarto se acercaba. Los días que pasó en el trabajo ocupado con Hermione, aprendiendo todos y cada uno de los hechizos que podía tener en sus manos, y las noches que pasó profundamente en sueños problemáticos dejaron poco espacio para cualquier luz en su vida.

Si bien el entusiasmo de Hermione en su nombre fue bienvenido, sin la mano distraída de Ron para sacarlos del modo de estudio de vez en cuando, los descansos eran pocos y distantes entre sí. Había estado practicando el encanto desterrador, que habían cubierto la semana anterior, cuando Hedwig aterrizó en el patio en el que practicaban. Su suave aterrizaje en un árbol cercano perturbó las pocas hojas restantes, que cayeron al suelo, empujadas por una suave brisa frígida.

"Qué pasa, niña?" preguntó, con los dientes charlando contra el viento helado que apuñalaba sus orejas expuestas.

Hizo una nota para traer algunos más de los viejos suéteres desnudos de Dudley el próximo año para usar escondidos debajo de su saltador Weasley. Eso era, si los Dursley no estaban tan enojados que había desaparecido que no solo le prohibieron salir de la casa otra vez. Alejó el pensamiento intrusivo, un movimiento practicado que se hizo más fácil cuanto más tiempo estuvo en Hogwarts.

Se acercó al árbol, sosteniendo un brazo para Hedwig. Luego, desató la carta con su mano libre y la envió con un rasguño rápido en la cabeza. Dentro de la carta había un guión familiar, apenas legible.

Harry,

Tengo algo que quiero mostrarte. No es gran cosa, pero pensé que podrías estar interesado. Nos vemos en mi casa después de la cena. Hace frío, así que asegúrate de traer tu capa.

Hagrid - Hagrid

Harry frunció el ceño ante la carta, saltando sorprendido cuando Hermione se cepilló contra él para leer sobre su hombro.

"Me pregunto qué quiere.." dijo, retrocediendo cuando terminó de leer. "Realmente deberías pasar tu tiempo después de la cena practicando, ya sabes."

"Lo sé, Hermione." Intentó no sonar demasiado exasperado. Su ofendido huff le dijo que no había tenido éxito. "Seré rápido. Además, casi tengo este en la bolsa."

"Bueno, sí", admitió, sacando una sábana de su bolsillo que se había convertido en la ruina de su existencia últimamente. "Pero solo te quedan unos días, y todavía tenemos que trabajar en el hechizo desterrador y la maldición del reductor si podemos llegar a tiempo. Se supone que es bastante difícil, sin embargo."

"Practicaré esta noche", dijo, metiendo su varita en el bolsillo y moviéndose hacia uno de los arcos de piedra que conducía de regreso al castillo. "Lo prometo." Claro, la cena todavía estaba a una hora de distancia, pero podía recoger su capa de invisibilidad, y la directora Hermione no permitió suficientes viajes al baño.

~~XxX~~

Sus maravillas durante la cena, y los comentarios cautelosos de Hagrid mientras conducía a Harry por un camino extraño a través del Bosque Prohibido, hicieron poco para disipar la curiosidad de Harry. Un rugido, amortiguado apenas por el grueso follaje, sacudió los huesos de Harry cuando se encontraron con un claro brillante.

"Bueno, Harry", dijo Hagrid mientras rompían la línea de árboles. Llegaron justo a tiempo para ver a un dragón aturdido en la inconsciencia por media docena de magos y brujas. "Espero que esto ayude..."