Esperanza y curación

Capítulo 33: Nuevas Habilidades

Capítulo 33: Preparativos

La puerta se cerró con un ruido sordo y Barty se dejó respirar por mucho tiempo. Jugar el papel se había vuelto más fácil con el tiempo, pero la gente..Estaban todos tan obsesionados con un gobierno tan mundano e inútil. ¿A quién le importaba prohibir las alfombras voladoras? Tal cultura de mago inspirada debe ser exaltada, no regulada.

Sacudió la cabeza y calmó tales pensamientos. No importa cuán feroz sea la creencia, solo serviría como un peligro para su cobertura.

Se movió a través de la habitación hasta su escritorio e hizo que la ventana del atrio fuera opaca con un movimiento de su varita. Sacó su premio del bolsillo de su abrigo y lo colocó en el escritorio desordenado con un fuerte golpe. Lo miró fijamente, considerando.

No por primera vez, se preguntó si sus contingencias rayaban en el tiempo precioso absurdo y perdido. Su plan para la profecía había salido sin problemas y se había visto obligado a deshacerse de sus numerosos planes de respaldo. Habían sido bastante decentes peones, abiertos a sobornos y manipulación, pero el riesgo de que alguien descubriera un recuerdo modificado era demasiado grande. Afortunadamente, los verdaderos leales que se habían colocado en varios departamentos podían manejar el trabajo de eliminación.

Dibujó su varita robada, tan contaminada e inferior a la suya, y tocó la parte superior del contenedor con ella. Se centró en algo simple, en lugar de la alteración más compleja que tenía en mente, y murmuró las palabras. Hubo un pulso revelador de magia a través de la varita mientras soltaba el hechizo, pero la caja se mantuvo sin cambios.

Se burló de ello, con la espalda enderezada en obstinado desafío. No te convertiste en uno de los asesores más confiables del Señor Oscuro al doblarte ante la primera señal de conflicto. No, ordenaría a esta maldita caja inerte que hiciera su voluntad. Resistente o no, cambiaría a los caprichos de su magia, como era apropiado. No existía nada en el mundo que no pudiera ser dominado por el poder desenfrenado de la magia; era la voluntad detrás de él la que flaqueaba.

Él gruñó las palabras nuevamente y imaginó el cambio hasta que comenzó un palpitante en sus templos.

El Señor Oscuro le había confiado esta tarea final antes de la guerra, comenzó el Ministerio tan profundamente deseado. No vacilaría.

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"Algo te preocupa", dijo Luna, cada palabra a tiempo con uno de sus pasos.

El salón por el que caminaban estaba en su mayoría vacío, a excepción del Prefecto ocasional o la pareja que caminaba de la mano, a pesar del frío persistente del castillo.

"Solo estoy pensando", dijo Harry, tratando de no estremecerse ante la verdad a medias.

Estaba pensando, pero los pensamientos eran preocupantes.

Su lección más reciente con Dumbledore había sido la última, aunque el Director había prometido encontrarle a Harry un nuevo tutor. Inmediatamente después de esa revelación, el post de la mañana siguiente entregó otra carta del Ministro, con una cordial invitación similar a la anterior. Luego, entre su falta de progreso con sus amigos al tratar de enseñarles lo que aprendió, y las palabras de Fleur molestándole cada vez que Luna parecía tragarse un comentario a favor del silencio, se sentía estirado hasta el punto de la transparencia.

"Cómo te gusta el grupo de estudio?" preguntó en qué se sentía como un intento torpe de desviarla. Debería haber esperado a Fleur. Ella sería mucho mejor en este tipo de cosas. Ella lo había ayudado a superar todo, después de todo.

"No tengo mucho con qué compararlo", dijo Luna, girando la cabeza hacia un lado mientras hablaba, "así que no puedo decir si es un buen grupo de estudio o uno malo. Sin embargo, me divierto cuando estoy allí. Es divertido verlos a todos. Puedes ser bastante divertido."