Esperanza y curación

Capítulo 9: La Segunda Tarea

Capítulo 9: La Segunda Tarea

Fue bueno que Harry ya estuviera adormecido por el temor, de lo contrario el mordaz viento de febrero lo habría enfriado hasta la médula. La botella de Gillyweed Neville lo había hecho frío en sus dedos casi congelados mientras un estremecimiento enrollaba su cuerpo en respuesta a una brisa fría.

Se paró al final de la corta línea de campeones en la plataforma elevada en el borde del Lago Negro. Fleur estaba a su lado, con el pelo largo envuelto en un moño apretado en la parte posterior de su cabeza. Se estremeció cuando el viento se levantó y se frotó en su tobillo con el pie opuesto.

Ella lo había recibido con una ola poco entusiasta cuando llegó, y su enfoque había estado en las ondulantes aguas de abajo desde entonces. Cedric sostuvo su varita en una mano, su longitud de madera ligeramente coloreada temblando mientras Krum estaba impasible en el otro extremo, su mirada vacía se enclaustró en línea recta.

Ludo Bagman se acercó de la mesa del juez cercano, envuelto firmemente en capas de capas pesadas. Las telas cálidas se burlaron de Harry cuando otra ráfaga convirtió su piel expuesta en carne de gallina.

¿Qué era para evitar que muriera congelado en el momento en que tocó el agua helada?

Bagman produjo una varita gruesa y marrón oscuro desde el interior de los muchos pliegues que lo rodeaban y lo señaló a su garganta. Murmuró un encantamiento y se interpuso entre Fleur y Cedric, hasta el final de la plataforma corta. Mantuvo los brazos abiertos para dirigirse a los espectadores que se sentaban en puestos transfigurados frente a donde los campeones esperaban.

"Es un gran placer anunciar el comienzo de la Segunda Tarea del Torneo de los Tres Magos!" Su voz amplificada llenó el aire helado, lo que provocó una alegría sorprendentemente silenciada desde el otro lado del lago. Ya sea desde la distancia o una fría falta de entusiasmo, Harry no podía decirlo. "Cada uno de nuestros cuatro campeones recibió un acertijo en forma de huevo de dragón dorado."

El movimiento de Fleur llamó la atención de Harry, y la vio agitar su varita sobre sí misma. Débiles briznas de vapor comenzaron a levantarse de sus hombros, piernas y cuello expuestos. Maldijo interiormente. De todos los hechizos que Hermione le hizo aprender, deseó haber pensado en aprender el encanto del calentamiento. Se sentía como un idiota.

"En este enigma", continuó Bagman, "se les dijo que debían recuperar algo que 'se perderían mucho.'" Hizo una pausa, permitiendo que el silencio se extendiera de lo dramático a lo ridículo. "Sin embargo! ¡No se les dijo exactamente lo que sería! Estoy aquí para decirles a todos que no es lo que recuperarán, sino a quién!"

El frío viento no era nada contra la helada puñalada de miedo que siguió a la proclamación. El aire alrededor de la plataforma se puso tenso, lleno de ansiosa anticipación. Fleur se encogió hacia adelante, sus manos se hincharon en puños, vapor flotando desde su piel en el aire.

Bagman levantó una mano e hizo un gesto a Krum. "Señor Krum, rescatará a la señorita Emilia, a su amiga y compañera de clase. Sr. Diggory, su objetivo será Miss Chang, su novia."

La piel expuesta de Cedric se volvió pausada, luego cuadró los hombros y asintió.

"Señorita Delacour, rescatará a Gabrielle, su hermana."

Su temblorosa exhalación liberó una nube de vapor agitada.

"Señor Potter, salvará a la señorita Granger, su amiga."

Sus orejas sonaron y su mano se tensó contra la botella de vidrio, la parte superior crestada cavando en su palma. Forzó su mano a relajarse. No serviría para comenzar la tarea con fragmentos de vidrio en la mano.