La église Saint-Robert [iglesia del Santo Roberto] se alzaba orgullosa cerca de la estación de locomotoras de vapor Suhit, sirviendo como catedral obispal de la Iglesia del Eterno Sol Ardiente en Le Marché du Quartier du Gentleman.
Su característica cúpula en forma de cebolla estaba pintada de un dorado resplandeciente que representaba el sol radiante. Debajo se alzaba un edificio blanco con bordes dorados y un monumental Emblema Sagrado del Sol.
Junto a la catedral había un campanario coronado por un tejado formado por una reluciente esfera dorada.
Al ver a Jenna entrando en la catedral en medio de la congregación de la oración de la mañana, Franca optó por esperar cerca.
Ante la incertidumbre de si la catedral del Eterno Sol Ardiente poseía algún encantamiento peculiar que pudiera hacer ineficaz su invisibilidad, se mantuvo cauta, no dispuesta a correr riesgos innecesarios.
La église Saint-Robert, al igual que otras catedrales pertenecientes a la Iglesia del Eterno Sol Ardiente, ostentaba una resplandeciente base dorada y estaba adornada con detalles dorados por todas partes. La ornamentada estructura, adornada con vibrantes vidrieras y un vasto mural que representaba a un santo en vivos tonos azules, verdes y rojos, desprendía una atmósfera de profunda santidad y grandeza. Todos los fieles que entraban en sus salones sagrados no podían evitar inclinar la cabeza en señal de reverencia, envueltos por el ambiente sagrado.
Jenna se dirigió a la parte delantera del altar y se acomodó en la segunda fila de asientos.
Cerrando los ojos, inclinó la cabeza hacia delante y cruzó los brazos, colocándolos reverentemente sobre el pecho.
Al haber sido bautizada y frecuentar la catedral del Eterno Sol Ardiente desde su juventud, Jenna estaba íntimamente familiarizada con este ritual habitual, aunque difícilmente podía considerarse devota. Rápidamente despejó su mente de cualquier pensamiento que la distrajera, concentrando todo su ser en el acto de la oración.
El tiempo parecía haberse detenido mientras el obispo pronunciaba su sermón.
Después de casi quince minutos, Jenna abrió los ojos y se levantó en silencio. Se dirigió hacia una larga mesa situada en un lateral de la sala principal.
La mesa tenía una impresionante longitud de entre 20 y 30 metros y estaba adornada con finas velas blancas que parpadeaban en lámparas doradas.
Los devotos que deseaban expresar su gratitud o admiración por un santo o un ángel podían comprar una vela al clérigo apostado junto a la mesa, encenderla y colocarla dentro de una lámpara desocupada.
Jenna fijó su mirada en el suave vaivén de las llamas durante unos fugaces instantes antes de redirigir su atención hacia el clérigo vestido con una túnica blanca entretejida con hilos de oro.
Sus ojos vieron a un hombre comprando velas.
Parecía tener unos veinte años, el pelo rubio inmaculadamente peinado y sutilmente realzado con cosméticos. Sus ojos se asemejaban al vívido azul de un lago tranquilo, aunque de tamaño relativamente pequeño.
Adornado con una camisa blanca, un chaleco amarillo y un esbelto abrigo de tweed azul adornado con dos botones dorados, guardaba un parecido con los caballeros de Tréveris, ligeramente distinguidos, con rastros perceptibles de maquillaje que realzaban sus rasgos.
Cuando el hombre se acercó a una lámpara desocupada con su vela adquirida, Jenna se acercó al clérigo de la resplandeciente túnica blanca entretejida con hilos dorados, extendiendo los brazos en un gesto de bienvenida.
"¡Alabado sea el Sol!"
"¡Alabado sea el Sol!", respondió afectuosamente el clérigo, con una sonrisa que irradiaba auténtica calidez.
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LOTM 2: Círculo de Inevitabilidad Parte 2
ActionLord of the Mysteries 2: Circle of Inevitability (Parte 2). En el año 1368, a fines de julio, un carmesí profundo descenderá de los cielos. Traducción en español