Coming out |SaiDa|

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Entre risas, Minatozaki Sana y su mejor amiga, Yoo Jeongyeon, se encontraban sentadas en el sofá mientras observaban aquella pantalla mediana emitir el video juego que una de ellas jugaba con diversión y bastante concentración. Kim Dahyun las miraba desde la distancia mientras fingía comer unas galletas desde el comedor.

Dahyun se sentía preocupada, pero no por ver como Jeongyeon hacía que Mario tomara monedas y aplastara a aquellas tortugas verdes y rojas. Sino por una situación que últimamente hallaba más lugar en su cabeza, haciéndole sentir presión y nerviosismo. Y ahora esto tenía que ver más consigo misma, y también con Sana, la cual era su novia hace un año atrás.

Era feliz con Sana, por supuesto que lo era, como nunca lo había sido antes en su vida. Y precisamente por eso sentía tanto miedo, temía perderla por no ser lo suficientemente valiente para ser honesta con su familia. Dahyun siempre se caracterizó por ser una niña callada y bastante tímida, hecho que se mantuvo o quizás se intensificó hasta que llegó la adolescencia, y ahora la adultez.

Tenía veintitrés años, y nunca le había dicho a nadie que le gustaban las mujeres. Nunca durante todos esos años había hecho siquiera el intento de conocer algún chico y "probar", como muchas veces le aconsejó una prima bastante homofóbica. Sencillamente nunca se sintió capaz de hacer algo así, porque con solo ver a un hombre, ya sentía incomodidad y desagrado. Era consciente de que no todos los hombres eran malos, incluso tenía un amigo en la universidad que se había ganado su cariño, pero tal vez porque éste era bastante afeminado y abiertamente gay.

El resto de los hombres para Dahyun representaban la misma traba. Todos eran parecidos, la mayoría que se acercaban a ella solo buscaban obtener un interés carnal y pasajero para luego desecharla como una bola de papel. Y ella no se consideraba estúpida para caer ante uno de esos juegos, menos cuando ellos y sus intentos por conquistarla solo le provocaban una sonrisa incomoda y rígida. Desde muy joven se encontró cautivada por la delicadeza que conformaba a las mujeres.

La simple energía femenina era superior a cualquier espécimen masculino; eso es lo que pensaba Dahyun.

Su familia desde adolescente le reprochó el hecho que no hubiese llevado un novio a casa o un pretendiente al menos. Para Dahyun, darles la excusa de que quería concentrarse en la universidad funcionaba bastante bien, siendo catalogada como la nerd aburrida que nadie podría imaginar siendo lesbiana. Estuvo dispuesta a seguir con el pretexto, hasta que conoció a Sana en una de sus clases. Intentó no mirarla y no comenzar a sentir más de lo establecido por una simple compañera de universidad. Intentó reprimirse y desechar cualquier señal de atracción.

Pero perdidamente se enamoró de ella aunque quiso evitarlo.

Sana representó para Dahyun lo que siempre soñó. Era una mujer muy hermosa, divertida, dulce, gentil, bastante tierna para ser real y muy madura si la comparaba con las demás personas de su edad que solo sabían ir a la discoteca los fines de semana y beber sin control. En sus brazos conoció por primera vez lo que era el afecto, lo que significaba ser amada, lo que era entregarse a alguien por completo en cuerpo y alma. En definitiva, sabía que su alma ya estaba unida a la de ella, y que aunque quisiera, no podría romper con esto.

No podía permitirse perderla aunque el miedo de revelarle todo a su familia la invadiera. La familia Minatozaki, a diferencia de la suya, ya sabían de la relación. Y nunca jamás Dahyun creyó que sentiría tal amor y aceptación de parte de unos seres que no la conocían, pero que ahora sabía también habían pasado a ser su familia. Todo lo que conformaba a Sana era simplemente maravilloso, demasiado bueno para dejarlo ir por cosas que algún día tendría que enfrentar sí o sí.

No quería vivir una relación a escondidas, no cuando su novia no merecía ser oculta.

Desde el sofá, Sana dejó de ver la pantalla y miró hacia atrás, encontrándose con la mirada fija de Dahyun. Sin poderlo evitar, le sonrió, porque de verdad estaba enamorada de ella y aún le era irreal que estuviese en su vida. Dahyun le correspondió, porque sentía exactamente lo mismo.

One Shots | TWICEWhere stories live. Discover now