:: Diecisiete::

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Entreabriendo los ojos, TaeHyung parpadeo un par de veces viendo el techo fijamente aún con la mente en blanco al estar recién levantado. Volteando a su costado noto la ausencia de su esposo, quien debía seguir en su entrenamiento así que era temprano aún en la mañana. Sentándose sobre la cama bostezo y quedarse ido un momento viendo la pared de enfrente, le costaba un poco levantarse por las mañanas últimamente, se sentía demasiado cansado, desde que se embarazo este le quita toda la energía que siempre tiene.

—Bien, es hora de salir de aquí —Se dijo a si mismo, obligándose a levantarse de la cama. Rascando su abdomen se acercó a la ventana para abrirla y ventilar un poco la habitación, el cielo estaba nublado y por el viento parecía que pronto llovería.

Suspirando se apoyó en el marco de la ventana, recordando sus días en el templo, odiaba esa época del año porque siempre tenía que estar limpiando porque llenaban de lodo el piso del templo, y costaba un poco más hacer sus labores por la lluvia.

Notando a JungKook regresar, ladeo su cabeza mientras lo contemplaba caminar, el pelinegro traía su ropa de entrenamiento, mojada con sudor, y para su desagrado, su primo le acompañaba tratando de hacerle conversación, era demasiado temprano como para que él se levantara, el sol tenía poco de haber salido. Bastante arreglado para haberse levantado hace poco.

Con seriedad, TaeHyung les vio acercarse a la casa y entrar. Se sentía molesto.

Hasta ahora nunca había visto a su primo hacer nada más que ser amigable, pero había algo en su primo que no le terminaba de gustar, posiblemente sea su antiguo desagrado haciéndole juzgar de más o solo era demasiado posesivo, pero le incomoda su trato a JungKook.

Suspirando se regreso a la cama, ya no tenía ganas de nada, volvería a dormir. Arropándose con las sábanas con aroma a JungKook, se acurrucó en posición fetal intentando quedarse dormido otra vez, pero al escuchar la puerta abrirse, abrió los ojos también, viendo a JungKook acercarse a él con una sonrisa, el pelinegro había subido rápido la escalera para darle los buenos días.

—Buenos días —Sonrió el pelinegro acercándose a su Omega y darle un beso, pero TaeHyung le empujó con brusquedad desconcertándolo un poco —¿Tae...? —Le llamo confundido pero el Omega solo se fue corriendo al baño.

Confundido, JungKook fue tras de el, viéndole vomitar en el inodoro, de rodillas en el suelo, hasta ahora TaeHyung nunca había presentado mareos y ni vómito por el embarazo, solo tenia mucho sueño y un aumento en su apetito, así que le preocupo mucho verlo así. Una sensación de pesadez le presionaba el pecho debido al lazo que comparten, así que era un poco abrumador para JungKook aquella incomoda sensación.

—Cariño... —Le llamo queriendo acercarse y tocarle la espalda dándole una pequeña caricia pero TaeHyung solo negó, llorando porque se sentía mareado y con náuseas.

—¡Vete de aquí! —Le gruñó.

—P-pero...

—Hueles a otro Omega y eso me enferma ¡Vete! —Le regaño, antes de volver a tener arcadas y vomitar.

Sintiéndose un poco mal por el rechazo de su Omega, JungKook salió de la habitación, andando por el pasillo se olfateo a si mismo, pero no olía a nada más que a sudor por el entrenamiento, al no ser un híbrido JungKook no podía sentir feromonas de nadie, únicamente percibe las de TaeHyung levemente ya que estás si le hacen efecto a él por el lazo, así que ni siquiera lo noto.

Se acercó a la puerta de la habitación del padre del Omega y tocó la puerta un par de veces, hasta que le abrió la puerta con molestia, se notaba que acababa de despertar —Te lo advertí —Se quejo el hombre al notar las feromonas —Hueles tanto que antes de abrir pensé que era BaekHyun.

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⏰ Última actualización: Feb 09 ⏰

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