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—Si te dieran a elegir entre un plátano o una papaya, ¿cuál escogerías? —preguntó Jin.

Intenté detenerlo, ni siquiera quise entrar con él a los vestidores, no sé por qué insiste en que le diga a Taehyung. Puedo vivir así, mirándolo ser feliz.

—El plátano —contestó Jungkook por él y yo me acerqué para escuchar mejor—. ¿Jimin? ¿Qué pasa? ¿Nos harán un licuado?

—Una encuesta de Jin —respondí.

Taehyung se ve hermoso con su cabello húmedo.

—¿Una encuesta? No tenemos tiempo para eso. Salgan de aquí —dijo Jungkook y Jin mejor se salió al pasillo—. El vestidor de las señoritas está en el otro lado.

A veces creo que Jungkook necesita molestarme para sentir que realmente aprovechó el día.

—Es tu hermano, no le hables así.

Taehyung siempre me defiende y últimamente lo ha hecho más veces. Al principio sólo sonreía y después se disculpaba conmigo cuando Jungkook me molestaba y conforme a los años esas disculpas secretas se convirtieron en “no digas eso”, claro a Jungkook no le importaba. En realidad a él no le importaba nada, es lo que se conoce como un rebelde.

—No importa, este niño no tiene remedio —dije y salí. Jin estaba esperando afuera—. Te dije que no vinieras. Taehyung no te contestó.

—Me parece que le gustas, no me volteó a ver desde que llegaste a interrumpir.

—Eso no significa nada.

—Si no fuera por tu hermano… —siguió hablando ignorando lo que yo decía.

—Estoy bien, en serio —dije con una sonrisa y lo llevé lejos de los vestidores. Qué vergüenza si Taehyung nos escuchara.

En todo el día estuvimos platicando sobre la infidelidad de Hoseok. Jin siempre volteaba los ojos cada que Hoseok pasaba cerca de nosotros, era como un reflejo.

Después de clases, Taehyung se acercó a mí para preguntarme por mi hermano. Jungkook es un rebelde y no sólo conmigo, sino en la escuela también. Tenemos padres ausentes, por lo que a Jungkook siempre se le ha hecho fácil hacer lo que le plazca.

—Estará en detención —dije.

—No sé por qué se pelea con sus maestros —claramente Taehyung también estaba molesto por eso. Siempre era lo mismo.

A veces me pregunto por qué sigue siendo su amigo, sería bueno para él simplemente ignorarlo y ya no se metería en problemas, porque Jungkook muchas veces ha arrastrado a Taehyung con él.

—Yo tampoco lo sé.

—Me dijo una vez que la maestra lo estaba retando —ambos reímos.

—Él vive en otro mundo.

Nos sonreímos y me despedí para ir con Jin. Mi recorrido comienza junto a Jin, pero a mitad de camino nos tenemos que separar porque no vivimos cerca.

—No me lo vas a creer —habló Jin—. Me habló Namjoon. ¿Puedes creerlo? —tenía una enorme sonrisa. No le gusta Nam, pero sé que algo trama.

—¿Y eso qué?

—Esto molestará bastante a Hoseok cuando se entere —Seokjin es alguien agradable, pero cuando se trata de Hoseok se convierte en alguien totalmente diferente. Es su rival, su némesis.

—Vas a salir con él… —no disimulé mi expresión de negación— te va a molestar con eso, sé que usará algo como “quédate con mis sobras” o “yo ya me lo comí”, te vas a ver mal.

—Bueno, yo no fui el infiel —llegamos a nuestro punto de separación—. Adiós Jimin, mañana te cuento qué pasó.

Se fue y ni siquiera me despedí. Seguí caminando hasta que escuché las pisadas apresuradas de alguien. Volteé un poco y Taehyung me alcanzó, inhaló y exhaló con fuerza, se había cansado, al parecer había venido corriendo.

—Decidí irme, tu hermano esta vez se metió en problemas.

—Nada nuevo —todas nuestras conversaciones eran sobre mi hermano. Como dije, sólo es mi amor platónico.

—En realidad esta vez sí lo hizo, me dijo que lo descubrieron fumando. Citaron a tus papás.

—Pues qué mal —respondí—, yo le dije que en la escuela no se fuma, ya es su problema si lo suspenden.

—Creo que se pondrá peor.

—¿Expulsar?

—Todavía peor.

¿Había algo peor? Me tomó diez segundos pensarlo y sí. Podrían mandar a Jungkook a un retiro. No pude evitar reírme.

—Qué idiota —dije. Conociendo a mis padres, lo van a enviar—. Supongo que el retiro sería bueno para él, ¿no lo crees?

—Sí —hubo un silencio incómodo entre nosotros. Quizás para él no lo fue, pero para mí sí, porque no sé hacer conversaciones y menos si se trata del chico del que estoy enamorado—. Nos vemos al rato, quizás aparezca en tu casa cuando Jungkook llegue.

—Sí —le respondí y cada quien se metió a su casa.

Mis padres no estaban, nunca estaban, pero seguramente ahora estaban en la escuela. Yo aproveché para hacer algo de comer, no iba a hacer mucho, sólo para mí porque seguro mis papás llevarían a Jungkook a comer.

Miré por la ventana de la cocina, el patio de Taehyung, esperaba que saliera y me mirara. No voy a mentir, estoy enamorado. Lo veo todos los días y aunque oculte mis sentimientos por él, cada vez se vuelve más difícil ocultarlo.

La otra vez entré a la habitación de mi hermano y él estaba ahí, me quedé en blanco olvidando la razón por la que había entrado. Ese es uno de los ejemplos más comunes que puedo decir.

Taehyung es el ser más hermoso, un hombre hecho con amor y con modales. Sus padres son fantásticos, han tenido mucha paciencia con Jungkook, a pesar de que casi suspenden a su hijo por culpa de mi hermano, ellos lo estiman mucho.

Algunas personas pensarían que tiene algún trastorno con la conducta, pero yo creo que simplemente es un idiota.

Me senté a ver televisión en lo que llegaban mis padres, abrieron la puerta y en vez de ellos era Taehyung, nos tiene tanta confianza, tanto que entra sin tocar.

—¿Jungkook no llegó?

—No, sólo estoy yo.

—¿Está bien si te acompaño?

—Sí —respondí, mis mejillas se encendieron. Se sentó a mi lado robándome cobija. Taehyung está viendo conmigo Shrek 2.

Si no fuera él estaría enojado de que repita los diálogos que se sabe de memoria, pero como estoy enamorado de él me parece adorable.

Al poco rato Jungkook llegó a la casa, todavía no terminábamos de ver la película.

—Necesito decirte algo —fue lo primero que dijo, sujetó a Taehyung de la mano y lo llevó hasta su cuarto. Sé que con su mirada me dijo que lo sentía. Yo me acerqué a escuchar a la puerta. Jungkook le estaba contando lo que Taehyung ya me había dicho.

O sea que Jungkook se irá de retiro, me pregunto cómo saldrá eso, además de ser un rebelde también es un vicioso con los juegos.

—Jimin, te trajimos algo para que cenes, es una dona, cariño.

—Gracias mamá —fui con ella para darle un beso en la mejilla.

—Estaré llevando a tu hermano a su campamento los fines de semana, al parecer lo encontraron fumando en la escuela, así que está castigado, para que se lo recuerdes cuando lo veas con el celular.

—Sí, mamá —igual nunca me hace caso.

Taehyung y Jungkook salieron del cuarto, me pareció raro ver que Taehyung me mirara y por más loco que pareciera creo que fue una mirada cómplice, como si nos pudiéramos comunicar solo de esa manera. Con la mirada me confirmó lo que ya me había dicho.

Le sonreí y me sonrió de vuelta, siento que este campamento de Jungkook me traerá cosas buenas.

Green [VMin]Where stories live. Discover now