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—Está loco por ti, yo ni enamorado te lavo el baño y todavía lo invitaste a comer… ¡Jimin! Estás avanzando mucho.

—Lo sé que locura, pero creo que él está pensando en mí de forma amistosa.

—¿Estás seguro?

—No y quiero creer que me podría ver cómo algo más.

—Jimin estás a unos pasos de tener a tu hombre. ¡Tú puedes!

Lo pensé y me animé, sí quiero. Quiero gustarle, no quiero que sea solo un amor platónico. Quiero que sea el amor de mi vida.

—¿Jimin?

—Sí Jin, lo voy a conquistar hoy.

Lo he estado pensando mucho, ya no quiero ser espectador, lo he amado por años y no quiero vivir mi vida lamentándome. Pero la realidad me golpeó cuando recordé que Taehyung era heterosexual.

Tendría que ver que tan bueno soy jugando a los tazos. Si entienden a lo que me refiero…

Voy a voltear a Taehyung.

[...]

Taehyung tocó el claxon y yo salí corriendo. No quería hacerlo esperar tanto, así que me apresuré.

Cerré la puerta con llave y me subí a su auto. Se miraba guapo, hasta se había peinado y el perfume que tenía olía precioso.

—No era necesario que tocaras el claxon, podías mandarme un mensaje, algún vecino podría mirarnos.

—¿No quieres que te vean conmigo?

—¡No! Quiero decir que no quisiera que mis padres supieran que salí.

—Oh… no te preocupes, te voy a traer sano y salvo.

Taehyung dijo que me llevaría a un lugar en el que me sintiera cómodo, así que me llevó a un bar gay. Pedimos alitas, hamburguesas y jugo de naranja. Quizás no fue una mala elección de lugar, porque tenía razón. No me sentía incómodo.

—¿Te gusta esa música? —preguntó. Iba a contestar, pero me ganó la palabra—. Sé que sí, es la música que estabas escuchando en tu casa.

Estaban sonando canciones de Lady Gaga.

—Tae, ¿por qué me trajiste a este lugar? —pregunté.

—¿No te gusta? La comida está rica.

Lo estaba o no sé si era porque estaba comiendo con Taehyung.

—Es un bar gay —dije.

—No tengo problema, ¿quieres bailar?

Había música y una pequeña pista de baile. Qué extraño que sea Taehyung el de la iniciativa, debía ser yo quién lo invite.

—Es que estoy comiendo —dije y suspiré. Lo miré por unos segundos y él me miró manteniendo su mirada. No debía perder ante su mirada, me hizo sentir algo nervioso, pero me mantuve seguro y lo vi sonreír un poco.

—¿Quieres probar mi hamburguesa? —preguntó.

—¿Quieres que la pruebe? —la tomé y le di una mordida, estaba buena y luego yo le di de la mía.

Platicamos un rato y reímos, nuestro sentido del humor era similar. No puedo creer que esto me está pasando. Taehyung siempre fue el amor de mi vida y este momento lo imaginé más de una vez. Era mucho mejor que en mi imaginación.

Incluso llegué a pensar que sería incómodo, pero para nada era el caso.

Después de un rato nos levantamos a bailar. Taehyung bromeaba con sus bailes haciéndome reír y cuando pusieron una canción lenta, él me abrazó y bailamos juntos, cerré mis ojos deseando que nada de esto fuera mi imaginación y cuando los abrí él me sujetó la cara y me besó la frente.

Lo miré con una sonrisa pequeña, pero en realidad estaba sorprendido. Taehyung me besó en la frente, era más especial que un beso robado en la boca.

Era el mejor día de mi vida.

Cuando llegué a mi casa no sabía cómo despedirme, así que le di un abrazo y agradecí por llevarme e invitarme porque no me dejó pagar.

Él sujetó mi mano y la acarició y se alejó sin soltar mi mano hasta sólo quedar la punta de mis dedos en sus manos.

—No fue nada, lo hice con mucho gusto.

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—¿Cómo te fue en tu fin de semana? —preguntó Jin—. Dijiste que me contarías los detalles en persona.

—Fuimos a un antro gay y bailamos y me dio un beso en la frente —bailé de la emoción. Taehyung me quería, no había dudas. Jin me sujetó las manos y saltamos dando vueltas.

—Ningún hetero entraría a esos lugares. No hay duda, Jimin. ¡Le gustas! ¡Te besó en la frente! ¡Jimin! ¡Es tuyo!

No podía creerlo, quiero llorar, todo era perfecto o eso pensé hasta que Taehyung pasó cerca de mí y él ni siquiera volteó a verme.

Quise creer que él estaba distraído y no lo hizo porque quería ignorarme.

Pero en todo el día no volteó a verme. Me llegó una nota de Jin.

Seguramente descubrió que no es tan hetero como dice, no pasa nada, está pasando por esa fase gay.

¿Será? Ya me había ilusionado, supongo que tendré que hablarlo con él.

¿Pero qué era lo que debía hablar con él? Todo apuntaba a que estábamos coqueteando, pero yo podría simplemente estar malinterpretando su amabilidad.

Le lancé una bola de papel que decía.

¿Irás a casa hoy?

Volteó a verme y sonrió escribiendo de vuelta, me lo aventó.

Me divertí mucho ayer, pero tu hermano aún está enojado conmigo. Él piensa que nosotros tenemos algo más.

Escribí sin pensar y le regresé el papel, ya después de hacerlo me arrepentí.

Sería divertido actuar como una pareja solo para molestarlo.

Lo vi mirarme y sonrió.

Eso es cruel.

Ya no le regresé el papel y me quedé pensando en sí eso fue una aceptación o negación.

Green [VMin]Where stories live. Discover now