🎨6

208 49 6
                                    

Llegué a mi casa, Jungkook llegaría más tarde gracias a que está castigado.

Yo llegué rápido para poder descansar, me dolía bastante la rodilla. Pensaran que soy muy delicado, pero es una zona muy sensible.

Comenzaba a volverse morada mi rodilla. Decidí ignorar el dolor y esperar a Taehyung. Él siempre cumple lo que dice, así que sí iba a venir.

Fingí revisar algunas cosas en el celular cuando llegó para que no pensara que me quedé mirando la puerta como un perrito esperando por su amo. Cosa que sí hice.

—Déjame ver la rodilla —se acercó y traía con él un frasco con alcohol y hueso de aguacate picado—. Es un remedio de mi abuela.

Se hincó y con sus manos me hizo un pequeño masaje con el alcohol. Hubiera sido más sencillo usar un algodón, creo yo, pero dejé que él hiciera lo que quería.

—Gracias, no es necesario que te preocupes, fue mi culpa —no, fue culpa de Jin.

—Cualquier herida debe ser curada y no te culpes, fue culpa de tu amigo.

Lo miré sorprendido. Por un momento pensé que me estaba leyendo los pensamientos y hasta miedo me dio pensar.

—Bueno, sí…

—No sabía que fueras tan brusco con tus amigos.

—No, sólo… en realidad, no sé en qué estaba pensando simplemente fue muy tonto.

—Al menos, algo bueno salió de esto.

Habla de nosotros, ¿verdad? Aquí es dónde tengo que comenzar a hacerle plática de algo que no sea mi hermano.

—Tae, ¿por qué nunca habíamos hablado así? Hemos estado juntos desde niños y siempre nos hemos ignorado.

—Sinceramente creí que me odiabas, como Jungkook siempre te molesta, supuse que pensabas que era mi culpa.

Reí, qué tontería, ¿pero se dan cuenta que siempre que intento hablar con él aparece Jungkook en la conversación?

—No, él siempre me ha molestado. Cuando nació me dijeron que sólo quería pellizcarme.

Taehyung rio y noté que él notó lo mismo que yo, pero bueno es lo único que tenemos en común.

—Siempre que hablo contigo es sobre tu hermano, perdón por eso.

—Es entendible, es tu mejor amigo y mi hermano.

—Podemos hablar de lo que quieras.

Se sentó a mi lado y yo me acomodé para verlo mejor.

—¿Qué cosas te gustan? —le pregunté.

Es una buena idea comenzar a platicar sobre lo que le gusta, así sabré qué es lo que puedo decirle y también conocer lo que tenemos en común, que si es nada, no me importa.

—Hmmmm… me gusta el deporte. Creo que si no quedo en la universidad por mis estudios, será por el el equipo de fútbol.

—Siempre creí que serías un actor, recuerdo cuando jugabas con mi hermano, te metías mucho en tu papel de villano y también le inventabas un pasado oscuro a tu personaje. ¿Nunca lo consideraste?

Sonrió avergonzado.

—Sí… esa era la opción principal, pero mis padres creen que no soy bueno en eso y antes temía mucho que alguien me juzgara por entrar en el club de teatro, así que descarté esa idea.

Entiendo, ahora supongo que le da igual lo que digan. Como ven, es un hombre heterosexual.

—Debió ser difícil, realmente creo que eres bueno.

—Tú nunca te has dejado llevar por las críticas de las personas. Eres increíble, Jimin.

—Me estás elogiando mucho —reí avergonzado—. También he abandonado cosas, como el baile o el canto.

—Pero eres bueno bailando, la vez que estuvimos en el bailable de la escuela te pusieron hasta al frente porque lo hacías muy bien.

—Sí, pero era estúpido pensar que podría hacer algo con eso. A mí también me cortan las alas, un hombre homosexual siendo bailarín es lo más cliché.

—No debiste hacerle caso a nadie —sonrió y vi que bajó su mirada a mis labios.

Mi corazón se aceleró al pensar que podría besarme, pero después regresó su vista a mis ojos.

—Supongo que ambos nos dejamos llevar por las opiniones de los demás.

Dije, no podía seguir mirando su rostro sin decir ninguna palabra.

Jungkook llegó a la casa. Hoy llegó temprano, pero en cuanto miró a Taehyung comenzó a pelear conmigo.

—¿Qué hace este pendejo aquí? Te dije que te alejaras de mis amigos.

Jungkook me agarró del brazo, pero Taehyung lo empujó poniéndose en medio de ambos.

—No le hables así a Jimin, no voy a permitir que lo sigas molestando.

Jungkook lo miró incrédulo y soltó una carcajada.

—Tae, está bien. Mi hermano siempre ha sido un idiota.

—¿Ustedes están saliendo? —preguntó.

Iba a negarlo, pero Taehyung habló primero que yo.

—Lo estamos, me gusta Jimin y estamos conociéndonos para tener una relación.

Mi rostro se puso rojo, mi cara me arde horrible. No Taehyung, por más que quieras molestar a mi hermano no me involucres a mí, él no lo sabe, pero está jugando con mis sentimientos y yo soy muy débil.

—No te creo —me miró y yo bajé la mirada de inmediato—, quiero ver que se besen.

—Nos estamos conociendo a penas, no somos novios —hablé yo y Jungkook se quedó callado como si estuviera pensando qué más decir.

—No puedes entrar a su cuarto y tampoco puedes estar aquí solo con él —se lo creyó.

Jungkook se fue y dio un portazo. Taehyung se giró a verme con una sonrisa y luego se empezó a reír. Me reí junto con él, claro mi risa era fingida, porque en realidad me quería morir. ¿Qué fue todo eso? ¿Ahora estamos saliendo?

Green [VMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora