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🌆 OS -XII SAN VALENTÍN 2024

Febrero seguía siendo un mes muy helado para Japón, pero las nevadas no eran tan intensas como en enero.

Yamaguchi y Tsukki se encontraron en el cruce que va camino a la escuela, esa mañana hacía bastante frío y ambos estaban bien abrigados. A pesar de eso, la nariz pecosa y las mejillas del rubio estaban rojizas.

Ya llegando a la escuela, personas con chocolates y susurros se cruzaban frente a ellos. Allí el rubio cayó en cuenta:

- Ahg... Es ese día - Tsukishima se irritó en un instante.

Yamaguchi se rió un poquito.

- No puedo creer que lo hayas olvidado. Hay mucha publicidad - dijo sonriente mientras saludaba a alguien a lo lejos.

- Sabes que ignoro esas cosas...

- Sí lo sé muy bien - Yamaguchi sonrió algo resignado mirando hacia abajo.

Seguían caminando por los pasillos hasta llegar a su clase. Allí el primer bloque pasó bastante rápido, sin mucha novedad para los chicos de tercero, quienes se preparaban la universidad.

Para entonces ya era la hora de almuerzo, Tsukishima se adelantó al baño y Yamaguchi se quedó en el salón para ordenar sus cosas.

- Yamaguchi-san - una voz aguda le llamó - ¿P-Podrías entregarle esto a Tsukishima? - dijo tímida entregándoselo.

- Oh claro - le sonrió levemente, la chica salió de allí sonrojada.

En su bolsa adicional los guardó, ya que sabe perfectamente que el rubio es muy popular y recibiría muchos chocolates ese día.

Justo después de eso, tres chicas le pedían por favor que le entregarán los chocolates y las cartas a Tsukki. Yamaguchi estaba algo acomplejado, pero no podía negarse.

Aceptó todos los chocolates y los guardó. Suspiró algo agotado de la situación. Cada San Valentín eran más y más aquellas personas que se confesaban al rubio y en cambio él, no podía hacerlo.

Después de pensar mucho en el rubio, pensó nuevamente en él, pero está vez pensó el porqué se estaba demorando tanto.

Fue a buscarlo al pasillo y pudo verlo conversar con una chica.

"Pobre... De seguro reunió todo el valor que tenía para ser rechazada"

Sintió lástima por ella. De allí pudo observar como él la rechazaba, negando los chocolates y caminando serio hasta el salón.

Dudó un poco en su caminar cuando vio al pecoso en la puerta. La mirada del pelo verde se veía algo pérdida e incluso con un poco de tristeza. Pero su rostro cambió cuando cruzaron miradas, él le sonrió, pero no como siempre lo hace.

- Tsk - le dijo al llegar a su lado - Odio cuando se me confiesan.

- ¿Cuántas fueron? - le preguntó al ir hasta su asiento y recogió su bento.

- Dos. Ya saben que las voy a rechazan, ¿Por qué insisten? - preguntó retórico y molesto.

Yamaguchi no respondió, solo levantó sus hombros, pero su mirada aún miraba sus pies.

- Vayamos a comer - le pidió el pecoso con una sonrisa algo forzada.

Ambos caminaron por los pasillos, llenas de parejas formadas en es instante. Aunque Yamaguchi pensaba que el baño de seguro era el lugar con más gente. Con personas llorando por sus rechazos.

Estaba algo aliviado de no ser uno de ellos.

Almorzaron en el casino, probablemente el único lugar en donde no se estaban entregando chocolates. Por supuesto elegirían lugares un poco ma adecuados para eso.