🌈 TSKYM WEEK DAY 7

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Día libre

Adoptando un perro

- Awwww, ¡Tsukki adoptemos!

Yamaguchi dió unos saltitos por ver a un perrito con manchas en todo su cuerpo, era de una base blanca y manchas cafés, tenía una oreja cortada, lo más posible por maltrato animal. Eso le rompía el alma al pecoso, lo tomó entre sus brazos y le susurró como si fuera un bebé.

Ese día, el rubio y el peliverde fueron a un centro de adopción, ya que tomaron la decisión de adoptar un perrito juntos y cuidarlo. El más alto debe admitir que se enamoró de aquel canino al instante de verlo lamer el rostro se Yamaguchi. Su corazón se derritió y se acercó al pecoso para poder ver más de cerca al próximo integrante de su familia.

Pudo ver las lágrimas en sus ojos y en sus pecosas mejillas, así como también una sonrisa en sus suaves labios. Esa imagen le comprimió el corazón, se veía que Yamaguchi estaba tan conmovido por la historia de la perrita en sus brazos. Y fue más adorable cuando ella le lamió sus mejillas, como si estuviera limpiándole sus lágrimas.

Kei tomó entre sus brazos al animal para que Tadashi se pudiera calmar. Pudo sentir el calor, la perrita le lamió su rostro y sus ojos brillaban de felicidad. Eso lo hizo sonreír, acariciaba el pelaje suave de ella.

- Creo que ya nos eligió - dijo el peliverde con una sonrisa y sus ojos algo brillosos.

- Sí... Deberíamos hacer los documentos - respondió el mayor.

Los tres fueron hasta el mesón, y una chica de cabello rubio los atendió con una gran sonrisa. Ella debía admitir que le emocionaba la idea de que una cachorrita se fuera, y era la parte más difícil de su trabajo.

Firmaron un documento con el nombre que le darían a su perra y una tenencia responsable con una declaración jurada. Ambos estaban felices, y ahora tenían a una nueva integrante que se llama Bianca.

[•••]

- Tsukki, ¿Cuál compramos? - decía el pecoso al ver todos los tipos de alimentos en el pasillo que se extendía a lo largo.

Ninguno de los dos sabía que tipo de comida comprar, eran tantos tipos, había para el sobrepeso, para perros grandes, perro pequeños y medianos, perros con problemas urinarios, algunos con sabor a carne, otros para proteger la salud de los dientes...

En general, ambos estaban a punto de explotar porque no sabían que elegir primero para su cachorro. Eran como padres primerizos.

Estaban en un colapso, pero la perrita que adoptaron bajó de sus brazos y se dirigió a un paquete grande de comida para perros cachorros sabor carne. Ella empezó a mover su colita y ladró una vez para llamar la atención de sus nuevos dueños.

- Creo que ella sabe más que nosotros. - sonrió el rubio tomó el paquete para ponerlo en el carro de supermercado.

En el carro, habían algunos juguetes, un collar, un arnés y un shampoo para bañar a perros, además de algunos productos para ellos, como algunas papas fritas, cervezas y papel higiénico.

[•••]

- Bianca, ven debes bañarte - llamó el rubio desde su habitación.

La perrita corrió todo el camino hasta donde la habían llamado, su colita se movía en frenesí y ladraba para que el más alto la tomara en brazos.

- Awww, eres tan linda, mi hermosa bebé - decía Yamaguchi con una cara de derretirse al ver su novio con la chica más bella de casa, o sea, Bianca.

Los dos siempre consentían a Bianca, con abrazos, comida especial, jugando con ella y hablándole con sobrenombres como "hermosa", "linda" y "bebé". Y pues para Bianca siempre serán bienvenidos esos momentos, simplemente ella se alegraba al verlos y también le entregaba amor a la pareja.

Para entonces habían pasado cinco meses desde que la adoptaron, y ese día decidieron darle un baño pues estuvo revolcándose en el lodo del parque y debían bañarla antes de ensuciar todos los muebles.

- ¡Vamos! Quédate quieta - anunciaba el pecoso con una melodiosa risa tras ver cómo Bianca salpicaba agua por toda la habitación del baño.

El rubio se encontraba sin lentes, la camisa totalmente mojada y sorpresivamente había una sonrisa en su rostro. El peliverde veía aquella escena con felicidad y a la vez pensaba cosas impuras respecto a lo que Tsukki aparentaba en esos momentos.

El pecoso no se quedaba atrás, él también estaba empapado con burbujas del jabón en su cabeza y manos, reía estrepitosamente, algo que volvía loco al rubio.

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- ¡Bianca, atrápalo! - gritó el peliverde al lanzarle una pelota de plástico a la canina.

Bianca estaba en su mejor momento, un año después de ser adoptada se encontraba extremadamente feliz y energizada. Yamaguchi y Kei debían llevarla por lo menos unas cinco o seis veces a la semana al parque por un par de horas, ya que en su casa ella se estresa demasiado y eso les entristece a ambos. Así que para evitar aquello, decidieron reorganizar sus horarios para llevarla al parque.

- ¡Bien hecho! - el pecoso se agachó a la altura de la perrita para acariciarle la cabeza y darle un poco de agua.

Ambos se acostaron en el pasto, Tadashi acariciaba el lomo de la manchada. Sonreía por las tiernas acciones de amor que le entregaba. No podía estar más agradecido con ella, y ese momento hubiera sido más hermoso si Kei estuviera allí, sin embargo, el rubio se encontraba trabajando horas extras en su trabajo de medio tiempo.

[•••]

- Bianca, ven a dormir con nosotros - dijo Kei al golpear levemente el lugar en donde quería que la canina durmiera.

Yamaguchi estaba con ojitos rojos por bostezar, se encontraba cansado luego de un día tan agotador. Pero al llegar a casa, todo lo valió. Su novio lo esperaba con un gran beso de bienvenida y la cena lista; además, Bianca lo recibió con ladridos y agitando su colita.

La manchada de cuatro años se subió a la cama entre el hueco de las piernas de la pareja, el rubio abrazaba con fuerza al pecoso. Mientras tanto, Tadashi dedicaba las buenas noches a ambos para cerrar sus ojos sentir la calidez que el más alto le daba.

- Buenas noches, mis pequeños... - Tsukishima también estaba cansado y cerró sus ojos al instante.

Bianca se acomodó entre ellos, hizo un sonido agudo y leve con su garganta he hizo lo mismo que los novios, cerrar sus ojos para dormir y tener un gran día con sus padres.

Porque allí eran familia, Yamaguchi y Kei eran padres de una revoltosa y adorable Bianca, quién se convirtió en su hija tras todas las aventuras que vivieron y seguirán viviendo juntos.

𝘛𝘴𝘶𝘬𝘬𝘪𝘠𝘢𝘮𝘢 𝘏𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 [𝘏𝘢𝘪𝘬𝘺𝘶𝘶!! | 𝘛𝘚𝘒𝘠𝘔]Where stories live. Discover now