6.

851 59 31
                                    

DREW SMITH

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

DREW SMITH

Toco la bocina por segunda vez esperando que Maya se resigne a salir de su casa, odiaba ser impuntual y debíamos irnos ya para llegar a tiempo para la barbacoa de los Stain.

Luego de la tarde que ella me hizo pasar con sus amigos planeaba torturarla por completo el día de hoy, ella se había aprovechado por completo haciéndome aguantar a un chico que por poco me propone un desafío de guerra por el corazón de Maya.

Como si yo lo quisiera.

—Mis vecinos te odiaran como sigas tocando así—la escucho reclamar.

Me quito mis gafas de sol cuando la veo cerrar la reja de su casa y caminar hacia mi, entonces me detengo a observarla, hoy lleva algo así como un conjunto, una pequeña falda de cuadros verdes con blancos que iban a juego con una pequeña chaqueta de manga corta que no llegaba a tocar el inicio de la falda en su cintura, debajo de eso llevaba un top blanco que permitía ver un poco su vientre, unas calcetas blancas con pequeños vuelos arriba y zapatillas blancas con pequeños detalles verdes, no sabia como pero siempre que la veo ella parece lucir perfecta para la ocasión que sea. En su hombro carga una bolsa blanca y noto que en su cabello castaño lleva una cinta de color verde.

—Ya podemos irnos—murmura.

Una vez esta sentada a mi lado se preocupa de asegurar su cinturón y voltea a verme esperando que me ponga en marcha, entonces reconozco en sus labios el mismo tono de labial de todas las veces que la he visto, sus mejillas de un tono rosa que hacia parecer que estaba sonrojada, se había hecho un delineado perfecto y en su lagrimal había puesto algo que asumiría seria sombra de un tono verde pastel, sus pestañas parecían perfectamente curvadas y a diferencia de ayer hoy solo lleva dos pulseras y un anillo.

—Si—aclaro mi garganta—. Nos vamos, te tardaste una eternidad.

—Eso lo dices porque eres hombre y te toma cinco minutos arreglarte.

—¿Crees que tardo tan solo cinco minutos en verme así de guapo? —pregunto encendiendo el coche.

—Si tardas mas de eso y crees que te ves guapo, estar perdiendo el tiempo.

—El resto de mujeres no piensa eso.

—El resto de mujeres es ciega entonces—suspira—. Escucha, si fingiré ser tu novia hoy entonces debo saber cosas que no me interesan de ti.

—Puedes preguntar lo que sea...no espera, no todo, seguro buscarías información para robarme—volteo a verla un segundo y le sonrió falsamente antes de volver mi atención al camino.

Puedo escucharla suspirar pesadamente, ese era un sonido que escuchaba demasiado cada que estábamos juntos en un mismo lugar, noto como ella busca algo dentro de su cartera y luego saca su celular.

—¿Cuántos años tienes y cuando naciste?

—Veintisiete años, y nací el catorce de octubre, ¿y tu? Así también puedo saberlo.

Adicto a MayaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant