Adicto a Maya

7.

MAYA ALLEN DAVISON

—¿Entonces te beso? —pregunta mi tia a lo que yo asiento rápidamente.

—¿Por qué eso te molesta? —me pregunta Aria—. Es un chico guapo, ojala mi primer beso hubiera sido con un hombre asi, pero fue con un niño con frenillos.

—Porque el no me agrada, no quería que mi primer beso fuera con alguien a quien odio—me quejo terminando de aplicar mi labial—. No lo quería asi.

—Maya, créeme, a veces esperamos tanto un beso perfecto que luego nada nos parece suficiente, además, vas a tener muchos primeros besos en tu vida.

—Llevaba veintitrés años sin un beso—sonrió—. Además, ahora le pidió a Drake que me pidiera que fuera a su estúpida empresa, no quiero verlo, fue un idiota conmigo.

—¿hasta cuándo fingirán?

—Hasta que comiencen el proyecto supongo, no lo se, no se lo he preguntado.

Hace dos días que Drew me beso y no he sacado eso de mi cabeza, no, no porque me hubiera gustado.

Porque el maldito se robo el primer beso de mi vida.

Yo quería algo mas romántico, un beso especial, que fuera algo para recordar, no que un imbécil me besara en una fiesta.

—Yo creo que estaba celoso—infiere Blair luego de escuchar la historia.

—Yo también lo creo, no hay otro motivo para que actúe asi frente a un chico extraño.

—No necesita razones, Drew Smith es idiota, actúa como uno, sin razones—suspiro—. En fin, ya debo irme, seguro me mata por llegar tarde—volteo a ver a mi tía—. Pasare por las decoraciones de navidad.

—Gracias mi vida—sonríe—. No te enojes tanto, te arrugaras.

—Tu vete, nosotras nos quedaremos con los exquisitos pasteles de tu tia—bromea Blair.

—¡Déjenme merengue!

Cuando el taxi me deja fuera de la empresa de Drew le pago y le agradezco, también me agradezco a mí no venir con mi camioneta, seguro la gente aquí se reiría de mi coche antiguo, en definitiva, yo no iba a soportar eso.