Peonias en otoño

Capitulo 5: No debes revelar un misterio

Una cosa en la mente, una cosa en el corazón: Si fallo, me derrumbare. Tal vez todo es una prueba, porque siento como si fuera la peor, así que siempre actúo como si fuera la mejor- Marina & the diamonds, Oh No!

Abby

La ciudad de Londres en otoño era todo un espectáculo para la vista. Los jardines se llenaban de mantos de hojas caídas, creando un paisaje pintoresco, los árboles, con sus hojas doradas, rojas y naranjas, parecían arder bajo la tenue luz del sol y las calles adoquinadas parecían susurrar historias de siglos pasados.

Caminar por los adoquines de la universidad, mientras admiro como árboles a mi alrededor exhiben su gloriosa transformación otoñal es algo que no tiene precio. El aire fresco y suave sopla suavemente, llevando consigo el crujido de las hojas caídas. Los tonos cálidos del otoño se reflejaban en cada rincón de la universidad. Es una vista tan maravillosa que me veo en la necesidad de sacar mi celular para retratarlo todo en una imagen y compartirla con Archer Bennett. 

Desearía que pudiera verlo en persona.

Había algo mágico sobre Londres, cada paso me hacia sentir especial, como si finalmente lo estuviese logrando, sentía que estaba exactamente donde debía estar. No todo era perfecto, a veces dudaba y comenzaba a extrañar mucho mi hogar, quería regresar corriendo y esconderme debajo de mis cobijas, rodeada de mis peluches y en la compañía de Brandy. Pero momentos como estos valían la pena y esperaba que todo rindiera sus frutos en un futuro. Me habría quedado un rato más contemplando el panorama a través de la ventana si no estuviese en plena clase y debiese obligarme a mi misma a prestar atención.

—Magnífico trabajo, señorita O'Brien, como siempre—me felicita el profesor, Walker, dejando una hoja delante de mi escritorio con la calificación más alta plasmada en la esquina.

—Gracias, profesor.

—Solo espero lo mejor de usted—sigue su camino.

Sentía que acababa de ganar un premio Nobel.

—Obtuviste la calificación más alta de toda la clase, incluso superando a Max—observa, Daphne, arrebatándome la hoja de la mano para examinarla—, Definitivamente tengo que conservarte a mi alrededor—dice en un tono bromista y me guiña un ojo cuando ocupa el asiento a mi lado.

Espero a que me devuelva la hoja, pero noto que compara mis respuestas con las suyas o eso es lo que creo cuando Maximilien se acerca y le arrebata su hoja de regreso, ambos mantienen una discusión en francés, confiados en que no les estoy entendiendo, pero la verdad es que entiendo todo lo que están hablando, aunque hago como que no. El muchacho le dice algo sobre enfocarse más en las clases y meterse menos en los asuntos de los demás y Daphne se enfurruña en su asiento, ocultando su propia hoja de examen.

El profesor Walker dicta las instrucciones de la próxima actividad que realizáremos en clase. El profesor me parecía todo un genio, pero tenía la impresión de que había olvidado preparar la clase de hoy, por lo que se le ocurrió hacer una dinámica para que nos conociéramos mejor unos a otros, ahora debíamos entrevistar a un compañero de clase y crear una ficha de personaje de la persona correspondiente. Me había parecido una idea genial cuando me senté con Eloise, pero el profesor Walker comenzó a asignar parejas al azar y termino emparejándome con Maximilien, solo porque se piensa que seriamos un buen equipo de trabajo.

—Que veas tanto el reloj no hará que el tiempo avance más rápido—me dice.

Me pregunto cuál es el propósito de esta dinámica, además de perder el tiempo.

—No has respondido a ninguna de mis preguntas—le recuerdo.

—Porque todas son vacías—se cruza de brazos—, sabes que puedes hacerlo mejor que eso.