4: "Incomparable"

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Normalmente su actitud era sobria, calma, correcta y pulcra, pero todo se debía a su madre, quien había sido muy estricta en su método de crianza y eso se podía notar en sus manías y hábitos de disciplina.

Yoo Jeongyeon había estado acostumbrada seguir instrucciones de una exigente soldado de la armada desde que tenía conciencia, no sabía quién diablos era su padre y realmente agradecía que su madre le hubiera enseñado a vivir sin él, pero estaba segura que su ausencia había repercutido en ella de algún modo que no sabía reconocer aún.

Había sido hija única, por lo que no habían más individuos con los cuales su madre pudiera indagar nuevos métodos de crianza, aunque sabía muy bien que ella no los buscaba en lo absoluto, lo que funcionaba bien era bueno y suficiente para la reconocida soldado Yoo.

Jeongyeon siendo una niña, había estudiado toda su vida en una escuela para señoritas. Nadie podía juzgarla por salir al mundo para conocer e indagar sobre su vida sexual, porque la masturbación había sido un secreto oculto e inconcevible, así como sus experiencias por pura curiosidad.

Llegada a la universidad, eligió su carrera porque deseaba entender a la mente humana, y aunque su madre no había esperado que ella tomara un camino similar al de una educadora, al menos había tenido la delicadeza de decirle que estaba orgullosa de ella antes de morir.

Al principio había creído que aquel estúpido juego de resistencia con Park tendría buenos resultados, ¿Qué otra oportunidad mejor tendría en su vida a esas alturas? Ya pasaba de los treintas y solo tenía una alarmante sensación de vacío cuando se hallaba sola en su antiguo apartamento, cuando él le ofreció ese tonto acuerdo. Estaba acostumbrada a estar sola practicamente desde que tuvo conciencia, sabía que la distancia en la que se había hecho ese acuerdo no podía afectarle, o eso había querido creer, hasta que desarrolló ese estúpido sentimiento por él que se negaba a creer que era amor.

¿Qué clase de hombre podría resistirse a las miradas y muestras de interés de una mujer? Efectivamente debía preguntarle a Jimin, porque realmente seguía sin entender su actitud.

Le había tomado mucho tiempo y muchas malas experiencias toparse con la fórmula efectiva con la que erupcionaría todo su cuerpo, porque siquiera ese estúpido novio que tuvo en sus primeros años de universidad, le había provocado la hirviente y húmeda sensación que estaba sintiendo en la sola compañía de Im Nayeon.

Había aprendido de su madre que siempre era mejor admitir las derrotas, su madre había sido una necia y por eso el cáncer se la llevó, pero ella no sería así, no, ella quería ser una triunfadora en todos los sentidos y lo admitiría: estaba completamente loca con la idea de recorrer a su alumna por completo.

A simple vista no se entendía el cometido de ese juego de dos.

La profesora había seguido a su joven alumna por el camino que las dirigía al departamento de esta última, pero era la mayor quien había sido la dueña de la iniciativa en toda la noche y eso significaba confusión, duda, expectativa ocupando el ambiente.

¿Quién dominaba el juego? ¿Era Jeongyeon? ¿Era Nayeon? ¿Acaso ambas podían jugar?

Nayeon habría muerto creyendo que se traía todo entre manos pues, en su mente había planificado que haría cuando tuviera a ese precioso cuerpo, una vez estuviera entre el suyo y las finas sábanas de su cama, toda para ella, sola para ella. Cuando la halagaba tanto que parecía que siquiera ella podía soportar la tensión que las encubría, no estaba esperado que algo entre ellas hubiera funcionado realmente. Tu exigente profesora de filosofía unos muchos años mayor, casada y condenadamente guapa no te sigue a tu apartamento cual caperucita roja en el bosque, para dejarse comer así como así ¿O no?

𝑻𝒂𝒍𝒌 𝒕𝒐 𝑴𝒆 ꔫ [2Yeon]Where stories live. Discover now