Prólogo

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La vida nos da lecciones del modo en que menos lo esperamos

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La vida nos da lecciones del modo en que menos lo esperamos.

No la esperaba aquella primera vez, un día cualquiera de invierno, cuando se encontró con esa tentación hecha mujer.

Estaba nublado y parecía que llovería en cualquier instante. Entonces, la universidad se había vuelto su segundo hogar desde hacía unos años y no era fuera de lo común estar allí cada tarde, después de su turno en el restaurante en donde trabajaba. Im Nayeon se apoyó contra el respaldo de la silla con pesadez después de un largo día de trabajo. Era anfitriona de un sofisticado restaurante en el corazón de Seúl y eso tenía una sola definición: fastidio.

Se acomodó el incómodo suéter que había logrado ponerse al llegar rápidamente a su apartamento, ese día siquiera se habían preocupado por verse bien y solo usó lo primero que encontró antes de salir a clases, estaba muy estresada, había dejado caer una sesta de pan y unas clientas adolescentes se rieron de ellas como si fuera una bufona. Nada que una buena dosis de ridiculez para finalizar la jornada. Era viernes, al menos eso le daba un poco de ánimos pues solo trabajaba el turno del día, de lunes a viernes.

Sus amigas hablaban animadamente, arreglando planes para después de clases, viviendo su amor a flor de piel.

Estaba aún un poco deprimida. Haber dejado lo que tenía con Momo fue sumamente agobiante para ella, y sabía que si pretendía seguir siendo amiga de la novia de su mejor amiga, debería poder frecuentar a su ex, aunque sea ocasionalmente.

Pero un corazón roto y el fastidio que diariamente sentía en su trabajo no era motivo suficiente para faltar al trabajo o a clases, y menos a la cual había perdido ya dos veces en lo que llevaba de carrera. Tenía que presenciarla si quería superarla, si es que existía tal posibilidad pues era la segunda vez ante la falta de profesor disponible que tomaran esas horas vespertinas.

—¿Sabes si ya tomó un suplente? —Preguntó Nayeon, interrumpiendo en la suave miel de aquel par de tórtolas.

A veces sentía celos, aunque fueran unos sin odio, de verdad los tenía pues, estaba segura que cabían pocas probabilidades de que pudiera conseguir en alguna parte lo que esas dos tenían, el solo hecho la desanimada aún más. Verlas compartir una mirada era muy especial y Nayeon, secreta e inocentemente anhelaba eso para ella también.

—Si, tomó una profesora que suele dar clases por la mañana. Al parecer es bastante estricta. —Musitó Jihyo la nueva información.

—Oh no. Diablos, esto será muy aburrido... al menos espero que sea bonita, de ese modo valdría la pena venir hasta aquí por esa maldita clase. —Desestimó Nayeon. Sana rió, era normal que Nayeon dijera groserías.

—Como la profesora de lenguaje académico... —Agregó Jihyo con una risilla.

—La profesora Bae es todo un asunto —Agregó Nayeon y se rieron las coreanas entre sí. Sana acomodó la voz y Jihyo se mantuvo en silencio ante la mirada de su novia.

𝑻𝒂𝒍𝒌 𝒕𝒐 𝑴𝒆 ꔫ [2Yeon]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant