¿Quienes fuimos antes?

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—Vamos Carl, vamos a casa—me puse frente a mi esposo el cual llevaba algunos minutos mirando el puente; aún en llamas recién destruido—Nuestros hijos nos esperan en casa—lo tomé de las mejillas.

—No me queda nadie, mis padres están muertos—dijo mirando al suelo.

—Hey—lo llamé y este me miró a los ojos—Tienes a Alexa, me tienes a mi y a los niños. No puedes desmoronarte mi amor—dije hablando bajito—Te necesito, a mi también me duele mucho que ya no esté, pero a veces el destino es muy cruel—le dije y este me abrazo.

—¿Estarás conmigo?—me pregunto en mi oído y me separa para mirarlo.

—En la salud y en la enfermedad mi amor—le sonreí y este asintió para acariciar mi mejilla.

—Te amo—dijo para levantarse y después ayudarme a levantarme.

Juntos tomados de la mano regresamos a casa mientras mi madre se quedaba a matar a los caminantes que se le cruzaban, no hice nada para impedirlo porque sabía que ella necesitaba tiempo para pensar.

Cuatro meses después...

—Ya te dije que no es necesario que cargues cajas pesadas, mujer—me regañó Carl mientras me quitaba la caja llena de cosas pesadas de nuestra antigua casa; pues nos estábamos mudándonos a la casa más grande de Alexandria, para tener más espacio para los niños. Mamá iba a vivir con nosotros junto a su bebé.

—No está tan pesada—hice un puchero y acaricié mi vientre que comenzaba a verse más hinchado.

—Iré a ver si no ha dejado algún mensaje—cambié mi semblante a uno serio y salí de la casa mientras Carl me decía que era inútil—Hola—saludé a la chica que se encargaba de recibir los mensajes de radio—¿Nada de mi papá?—le pregunté y esta hizo una mueca.

—Lo siento señora Grimes, el señor Dixon no ha hablado por la radio siquiera—se disculpó.

—No te preocupes—comencé a alejarme pero me detuve—Si llega a mandar algún mensaje ni me lo digas y si llega a preguntar por mí dile que se vaya al demonio—le dije y esta asintió un poco nerviosa.

—¿Nada?—me preguntó Carl mientras entraba a la casa.

—No—negué—Pero ya no quiero saber nada de él—confesé—Quise hacer las pases con él hace meses, pero veo que él ya no quiere saber nada de mí, que se vaya al demonio—hablé tratando de ocultar la tristeza en mi voz.

—Mami James se ha echo popo—Lisa llegó corriendo de su habitación.

—Ya voy cielo—despeine a mi hija—El deber de la popo llama—le dije a Carl el cual rió.

Fui a cambiarle el pañal a mi pequeño y revive que Julie siguiera dormida, dormí a James y lo acosté junto a su hermana y me arrodille frente a Lisa.

—Si despiertan nos avisas, ojitos—le dije el apodo que le había dado semanas atrás.

—Mamá...¿Qué pasó con el abuelo Daryl?—me preguntó acariciando mí vientre.

—Él ya no es tu abuelo cariño—acomodé su cabello—Daryl se fue muy lejos y ya no quiere regresar, tu único abuelo era el abuelo Rick—le dije y esta asintió.

—Está bien mamá—me sonrió—¿Cuando sabremos qué es el bebé?—me preguntó y sonreí pasando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

—Lo sabremos dentro de poco, ojitos—bese su cabeza y la dejé seguir jugando.

Seguí acomodando cosas de la mudanza mientras Carl traía las cajas, al cabo de unos días cuando terminamos de instalarnos fuimos con Siddiq para que nos dijera el género del bebé.

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