Capitulo 11

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Louis se sintió en el paraíso.

Estaba tumbado sobre la gran cama de matrimonio de su habitación. Unos labios devoraban cada centímetro de su cuello; besando, chupando y mordisqueando. Unas manos ajenas le acariciaban cada parte de su torso sin dejar ni un solo rincón de aquel delicioso tacto que había comenzado hacía tan solo unos minutos.

Tomó el rostro de la persona entre sus manos y la alejó para mirarle a los ojos. Harry le sonrió. Tenía los labios rojos y húmedos y una mirada que demostraba todo lo que quería hacer con él en ese momento, todo lo que quería mostrarle y enseñarle. Louis también sonrió. Se veía hermoso.

El rizado volvió a acercarse al mayor y pasó la lengua por su mejilla, algo que lo encendió más. Sintió su piel erizarse y el bulto bajo sus pantalones creció aún más de lo que ya estaba a cada segundo que Harry le deleitaba con algún tipo de placer.

- Sigue ... - gimió cuando volvió a sentir los labios sobre su cuello. Llevó ambas manos a su trasero y lo apretó provocando un suspiro del contrario. Harry soltó una pequeña risa y comenzó a desabotonar su camisa con una lentitud insufrible. Al dejar su pecho al descubierto volvió a repartir besos en esa zona, sacándole gemidos y suspiros.

Mientras no dejaba de atacarle con besos y lamidas bajó la mano hasta ponerla sobre su prominente erección. Nunca creyó haberla tenido tan grade. Gimió profundo cuando la mano del chico se coló bajo los pantalones y la ropa interior, comenzando a masturbar con lentitud aquello que estaba seguro lo volvería loco. Todo lo que hacía Louis era gemir entre suspiros y palabras inteligibles.

El movimiento de la mano de Harry era cada vez más rápido sin importar que aún tuviese la ropa puesta, aquello no significaba un impedimento para proporcionarle placer. Un placer que Louis no dejaba de considerar exquisito.

Quiso bajar aún más para llevar ese pedazo de carne a su boca, quería probarlo y saborearlo, pero Louis no se lo permitió. Sin previo aviso y de un rápido movimiento lo tuvo debajo de él y esta vez fue el mayor quien comenzó a devorar su cuello.

- Lou .. - Harry llevó las manos a su espalda y clavó las uñas en ella. Enredó las piernas alrededor de su cintura y lo acercó más a él. El castaño comenzó a hacer movimientos que simulaban embestidas, con el propósito de rozar sus erecciones. Aquello volvió locos a ambos y los gemidos y suspiros de cada uno era lo único que podía percibirse en la habitación.

Pero notó algo raro.

Sin dejar de darle placer con constantes chupetones y besos en el cuello, bajó una de sus manos tal y como había hecho el otro anteriormente y la metió bajo la ropa del más pequeño.

Quiso tomar en su mano aquello que andaba buscando pero ... no lo encontró.

- No pares ... - suplicó en un gemido ahogado el rizado. Louis se separó y lo observo. Harry lo miraba con las pupilas dilatadas, ahogado en su propio placer y deseo de que Louis le hiciese suyo ese día.

Con rapidez llevó su propia mano hacia la de Louis y la apretó contra su intimidad, dejando escapar un gemido gustoso. Pero Louis se había detenido. Ahí abajo no había nada, o al menos no lo que esperaba.

Cuando volvió a clavar la vista en el pecho del rizado se dio cuenta que bajo la camisa que aún llevaba puesta habian dos pequeñas montañitas. Los pechos de una mujer plenamente desarrollada.

Entonces subió la vista a su rostro y Harry ya no estaba, en su lugar era Elizabeth la que lo observaba con la cara roja de placer y los ojos húmedos y ardientes de deseo.

Louis se quedó perplejo.

La chica se dio cuenta del repentino cambio en la expresión de su prometido pero en el lugar de preguntar, se lanzó hacia él para unir sus labios en uno de aquellos besos que pocas veces se regalaban. Louis tomó a Eli de las mejillas y continuó el beso pero, esta vez, con un amargo en los labios.

Intocable ( Larry stylinson) Where stories live. Discover now