Capitulo 44

102 15 6
                                    

Louis apretaba la cintura, del rizado acercándolo a su cuerpo en un intento de fusionarse con él, de sentirlo más cerca de lo que ya lo sentía y de percibir el calor que emanaba su cuerpo incluso sobre la tela de la ropa. Saboreando sus labios y degustando su saliva. Disfrutando de aquello que no había tenido por mucho tiempo.

Y se sorprendió por haber podido aguantar todo ese tiempo sin hacerlo. Se había vuelto tan adicto al bienestar de Harry que el mero hecho de saber dónde estaba, de verle bien, apaciguaba las ganas que tuvo durante semanas de estrecharle entre sus brazos. Pero sin duda, hacerlo de nuevo colmaba la sed de contacto que se había mantenido ardiente bajo su piel.

Harry, por otro lado, se mantuvo pegado a su cuerpo, con las palmas de sus manos a cada lado del rostro de Louis, queriendo llegar a más profundidad, queriendo compensar de igual modo tantas semanas lejos de él. Con los ojos cerrados pero el resto de sus sentidos agudizados en plasmar cada detalle de ese momento en su memoria.

Y el tiempo pasó volando. El reloj de arena llegó a su fin y tuvo que apartarse. Quedando separados por unos pocos milímetros. Sus labios rojizos y húmedos. Sus narices rozándose entre ellas, aspirando el aroma del contrario. Y sus ojos, con las pupilas dilatadas y brillantes, atravesando la poca distancia que los separaba y devorando la mirada de su amor.

Harry aprovechó la posición de sus manos y le acarició las mejillas, haciendo que ese simple tacto encendiera la piel del mayor y haciéndole sonreír.

-Wow - susurró. Harry soltó una pequeña risa.

-¿Es lo único que tienes para decir?

-No puedo decir otra cosa - admitió. Con Sus manos aún tomándolo de la cadera, impidiendo que se alejara.

-Te has enfrentado a tus padres por mí - sonrió. Louis también lo hizo y la mirada del menor, tan feliz y esperanzada, aumentó la certeza de que lo que acababa de hacer era lo correcto y que era la cosa más sensata que había hecho nunca.

-Por nosotros -corrigió -. Y lo haría mil veces más.

-Eres un cursi - le dio un empujoncito y al fin se separaron un poco.

-Me obligas a ser cursi, nunca he sido tan empalagoso.

-Ah, ¿no? - volvió a acercarse a él. Sus rostros de nuevo separados por milímetros y su mirada pasando desde sus ojos hasta sus labios. Repitiendo el mismo recorrido cada cinco segundos.

-No. Desde que te conocí me volví un romántico.

-Pues yo encantado - Louis tuvo la intención de darle un beso y justo antes de que sus labios llegaran a rozarse Harry se apartó. Al ver la cara colorada de Louis por el rechazo soltó una carcajada.

Observó hacia los lados y al percatarse de que no había nadie a la vista dentro del callejón se acercó a él. Louis no tuvo de tiempo de protestar el rechazo cuando Harry volvió a darle un bonito beso, no tan pasional como los anteriores pero expresando el mismo amor.

-Se nos olvida dónde estamos -habló cuando volvió a separarse.

-Después de lo que he hecho creo que ya no me importa nada.

-Lo hará cuando vengan a patearte el culo - su mirada quedó perdida en el rostro del mayor, pensando, y cuando pareció llegar a un recuerdo concreto soltó una risa que confundió al castaño -¿Entonces eres un marica feliz?

La pregunta provoco que su rostro se pusiera colorado al instante y la risa constante del menor lo incrementó.

-Realmente sí. ¿De qué te ríes? Tú también eres una marica feliz.

-¿Somos una pareja de maricas felices? - preguntó aún riéndose. Su rostro acalorado y sus ojos húmedos.

-Lo somos.

Intocable ( Larry stylinson) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora