Superficial

427 24 1
                                    

Edecia Zugasti.

Al momento de secar mi cuerpo me coloque una bata de seda negra que traje, salí del baño pero de inmediato el estómago rugió al momento de que el delicioso aroma a comida entraba en mi fosas nasales, me diriji al cuarto principal ya que de ahí provenía el delicioso aroma, había un carrito de servicio al cuarto y mi ropa ya se encontraba en la cama, era muy raro que mis rusos me dejarán cambiar sola pero aún así lo agradecía ya que hay veces que tocan de más, antes de comer me coloque la falda lisa color negra, blusa ajustada con escote recto, manga abultada color tornasol, por último me coloque unas zapatillas de plataforma color negro, sin esperar un segundo más me dispuse a comer la deliciosa pasta de queso, estaba terminando mi platillo cuando escuché un grito demasiado agudo, me dolió demasiado mi oído, sabía perfectamente de quién se trataba,  salí solo para comprobar mi sospechas, cuando entro a la parte de la estancia donde se encontraban mis reenes lo primero que ví fue a Sashel con unas pinzas pero entre la herramienta se encontraba el dedo de mi madrastra.

-Les dije que nadie tocará a mis rehenes, solo yo tengo derecho en lastimarlos ese era el trato.-De inmediato voltearon a verme pero Artem me abrazo.

-No podemos resistir más, pero no cabe duda que te ves preciosa y apetitosa.-Que cómico.

-Solo iré a terminar  de comer y espero no hagan más tonterías por qué no me quiero enojar por simples idiotas.- Artem solo apretó su abrazo para soltarme.

-Estamos bien tesoro, te esperamos para ver qué haces.-Dijo acercándose a mi y pasar su lengua por mi cuello.-Deliciosa, como siempre.

Sin decir más entre de nuevo al cuarto para terminar mi platillo, panza llena corazón contento, volví a salir y mi madrastra estaba de nuevo amordazada pero aún llorando, mientras que mi padre no paraba de verme con tanto odio que pesaba su mirada, dentro de mi sentía aún tristeza pero era mayor mi rencor y era ese sentimiento el que me dominaba.

Todos estaban sentados enfrente de ellos, Yerik se levantó y me acerco a una mesa llena de desarmadores, pinzas, visturis o pequeños cuchillos.

-Sientete libre de hacer lo que quieras como quieras beba nosotros estamos contigo.-me susurro tierno y tranquilo.-Me sostuvo fuerte de la cadera solo un momento y después regreso a su lugar.

Aún que fue casi nada lo que me dijo me sentí con algo de confianza, tome un bisturí y una pinzas pequeñas, me acerque a mi padre para quitarle la amordaza ya que daríamos comienzo al fin de mi tormento, claro hacer que un banco para tener a mi padre casi a la altura y también poder estar cómoda, su primera acción fue escupir, es mi papá y lo que sea pero que asco me dió, mi querido Vladislav me acerco un pañuelo.

-Para ser tan anciano ya, tienes la mentalidad de un recién nacido.-El solo se enojo mas pero no dijo ni una sola palabra.-La única razón por la que sigues con vida es mi madre, así que habla por la única persona que te interesa proteger . . . A ti mismo.

-En algo estamos completamente de acuerdo, con lo que respecta a tu mamá, creí que eras más inteligente, una prodigio sin uso de lógica no sirve . . .-No pude contenerme y mi mano por si sola impacto contra su pómulo.

-Eres la persona más despreciable, me has arrebatado todo, pero hoy pagarás cada lágrima y cicatriz impregnada en mi.-Mis ojos inevitablemente se llenaron de lágrimas pero no dejaré derramar algúna.

-Puedes borrarme de la faz de la tierra pero nunca borraras el hecho de que solo eres la mascota de unos extranjeros, la mujer de raíces Méxicanas, prodigio en cualquier área, nos demuestra que  no importa el tamaño de la inteligencia ya que mientras habrá las piernas tendrá lo que desea.- en ese momento mi intención era volver abofetearlo pero, un ni irreconocible empezo a golpearlo en la cara, exactamente en la boca.

ORGULLO O DEBILIDAD?Where stories live. Discover now