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-Veamos, me dices que no recuerdas lo que te pasó cuando mataste a la maldición de categoría especial.- Nanami miró fijamente a Yuuji, percatándose de que no estaba bajo el control de Sukuna.

- No es así, recuerdo a medias y lo sentí muy bien, lo que estaba haciendo pero, también lo sentía como si fuera un extraño viendo una televisión.- ni siquiera Yuuji entendía del todo lo que le había pasado, recordaba la ira y las ganas de matar a la maldición cuando la vio mofarse del sufrimiento luego de haber transfigurado a las personas con las que se topó.

Nanami observó la confusión de Yuuji, sabía que el chico estaba tan confundido como él mismo sobre lo que acababa de pasar. Luego de la muerte de la maldición, Yuuji salió poco a poco del trance mientras respiraba entrecortadamente.

Una vez Yuuji se tranquilizó, Nanami acudió con cautela hacia el chico, estaba preparado para la peor situación en caso de que se topara con Sukuna.

-¿Qué me pasó Nanamin? - Yuuji estaba muy sorprendido de la sangre en el suelo, y un poco extraño, recordó la sensación de la ira y el sabor parecido al de la sangre en su boca. Nanami estaba tranquilo de que el que le hablara fuera Yuuji.

- Podrías explicármelo tú, solo te ví apresuraste descuidadamente hacia una maldición de grado especial muy peligrosa, habías puesto la misión en peligro. - Nanami regañaba firmemente a Yuuji, debía hacerle entender el grave peligro de apresurarse y tomar decisiones apresuradas, a pesar de que mataron a la maldición. Nanami no quería que Yuuji se volviera imprudente como Gojo, estaba preocupado de la influencia de ese idiota en este pobre estudiante.

-Lo siento Nanamin sensei. Pero no pasó nada malo.- Yuji intentó excusarse.

- Te pusiste en peligro. Yuuji, aquí yo soy el adulto y tu eres un niño, tengo el deber de priorizar tu vida sobre la mía.- Nanami aconsejó recordando lo que le pasó a su compañero Haibara, en serio odiaba el mundo de la hechicería, especialmente su lugar de estudio.

- Entiendo, no seré descuidado en el futuro Nanamin sensei.- Yuuji prometió que así sería. Nanami aceptó las palabras de Yuuji y lo alentó a dar su explicación.

Itadori le explicó lo que sintió durante ese momento, llegando a la explicación inicial.

- Ten, límpiate con este pañuelo, tenemos que volver y explicar esta situación con Gojo- Nanami presionó su mano discretamente sobre la herida que tenía.

Yuuji se dió cuenta de ese detalle, buscó en su mochila y le alcanzó unas curitas a Nanami. Un pequeño atisbo de sonrisa apareció en el rostro cansado de Nanami al ver como Yuuji intentaba ayudarle aunque no serviría de nada.- Gracias Itadori, ven, es hora de volver.-

- Mh, síi, ah, cierto, casi lo olvido, sensei, espérame aquí un momento, tengo que hablar con Junpei antes de volver.- Nanami entendió, no tenía energía para seguir y ayudar a Yuuji, así que lo dejó ir y lo esperó.

Yuuji volvió rápidamente a la casa de Junpei en el momento adecuado, había unas maldiciones rondando y atacando a la familia Yoshino, los había dejado muy malheridos. La madre de Yoshino estaba gravemente herida, hubiese muerto si no aparecía Yuuji. La maldición dio problemas pero Yuuji la derrotó con ayuda de Junpei, llamaron a una ambulancia y llevaron a ambos al hospital, dijeron que un asaltante los había lastimado como cortina. Luego de arreglar ese problema, Yuuji buscó el dedo de Sukuna y se lo llevó consigo hacia Nanami.

Ambos, Yuuji y Nanami se dirigieron rápidamente con Gojo, gracias a Ijichi, lograron llegar más rápido. Ijichi dejó a Yuuji de nuevo en el sótano de la residencia Gojo y luego se dirigió rápidamente con Nanami para llevarlo con Shoko para curarse.

Transmigración en un cuerpo compartido con una maldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora