Jinlix: Cuando El Diablo Se Enamora

Capítulo 12

—Nos pertenecemos y así
Será por los siglos de los
Siglos.

—Narra Hyunjin—

Pasé un mes completo en el infierno al lado de Felix y mierda cuando regrese a la tierra me sorprendí al ver el reloj y el calendario, era la misma fecha y la misma noche en que Felix me llevo para follarme en el infierno, para mostrarme su hogar y su trabajo.

—El tiempo en la tierra y el infierno son diferentes— habló al notar mi cara llena de sorpresa y fija en el calendario, mierda pensé que ya me habían dado por desaparecido y estarían buscándome o buscándonos a mi padre y a mí.

—¿Entonces cuando tú vas al infierno por un día...

—Te extraño por mil años— Su respuesta me dejó atónito, me senté en la cama mientras cubría mi boca con mis manos, yo apenas aguanto 24 horas alejado de él, no imagino vivir mil años lejos de él, sin poder besarlo, sin poder acariciar sus mejillas pecosas y sin poder escuchar su dulce voz.

—¿Y que pasa en el infierno cuando tú estás aquí conmigo? Bueno lo digo por qué te quedas por semanas en la tierra.

—Jeongin se hace cargo y hablando de eso ¿Quieres que traiga de regreso a tú padre?— Preguntó caminando hacía mi para luego sentarse sobre mis piernas y colocar sus brazos en mis hombros, sus manos juegan con mi cabello y sus dientes torturan su labio inferior.

—¿Lo podrías dejar viviendo en el infierno por toda la eternidad?— pregunté aunque ya sabía la respuesta,  Coloque mis manos en su cintura y le dí  un piquito en sus labios.

—Bebé— Dijo antes de unir nuestros labios y robarme el aliento en un beso y es que mierda ¿Cómo explicó que soy un adicto al contacto de sus labios con los míos?

—Me encantaría pero....

—¿Pero?... _ lo interrumpí y lleve mis manos a sus trasero y apreté sus nalgas haciéndolo gemir, para luego besar sus labios y hacer que lance su cabeza para atrás y así darme más espacio para besar esa zona que tanto lo ecxita.

—Mierda Hwang, si continúas besándome de esa manera juro que te arrepentirás— Murmuró. Su voz sonó entrecortada y grave debido al placer que mis labios le estaban proporcionado y así logre que hacerle olvidar el tema de mi padre.

—¿De verdad? Entonces hazlo, haz que me arrepienta— Le susurré al oido y solo basto decir eso para que el diablo me empezará a desvestir y frotara su tracero contra mi pene el cual palpitaba queriendo salir de mis pantalones.

Solo bastaron unos cuantos minutos para que ambos estuviéramos en completa desnudez, Felix alineó mi pene a su entrada y se autopenetro, le encanta cabalgar sobre mí.

Empezó a dar saltos haciendo que todo en mí se sintiera completo, haciendo que me sintiera en la nubes. sus manos tiraron de mi cuello hacía delante y con rudeza estampó  sus labios contra los míos, mientras sus caderas se movían con agilidad dándome placer, su pene erecto rozando con mi estómago humedeciendo está área con el líquido preseminal.

Joder se siente tan bien estar dentro de Lixie, tan jodidamente caliente y apretado pero se que después de esto será en él que esté dentro de mí y mierda me encanta que ambos seamos tan versátiles ya que ambos podemos disfrutar más uno del otro.

Nuestras lenguas iniciaron una guerra entre ellas y luego el cosquilleo en mi parte baja, sin avisar llene a Felix con mi escencia, él soltó un fuerte gemido y luego me sonrió, sus ojos cambiaron a un rojo intenso y sabía lo que significaba esa mirada.

Se bajó de mis piernas y sin previo a aviso empujo mi cuerpo a la cama, se acomodo en medio de mis piernas.

—Es mi turno guapo— Dijo y mierda solo con escuchar esa voz mi pene se volvió a endurecer, mierda podríamos estar jodiendonos toda la maldita semana y yo jamás me cansaría.

Me embistió sin prepararme, sentí dolor, sentí ganas de llorar, maldita sea dolía como el infierno, el ardor se hizo presente  y una lágrima recorrió por mi mejilla, Felix se dió cuenta de eso, sus ojos volvieron a su color natural y no se movió hasta que yo le dijera que podía hacerlo, llevo su mano hasta mi mejilla y limpió la lágrima.

—Lo siento—  Mierda por qué lo siente, no es la primera vez que me ve llorar, lo tome de su pequeña y bien tallada cintura y le permití que se moviera.

—Dijiste que harás arrepentirme por provocarte así que hazlo, soy tuyo cariño, este cuerpo que está abajo de ti, te pertenece tanto como mi alma, soy tuyo amor, soy completamente tuyo en cuerpo y alma, puedes hacer conmigo lo que se te plazca, si quieres joderme, adelante hazlo, hazme gemir tu nombre, hazme olvidar todo y que en mi mente solo existas tú, cariño.