Jinlix: Cuando El Diablo Se Enamora

Capítulo 16

“No soy egoísta, solo
no quiero compartirte
Con nadie”
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Quisiera decidir que no me encanta escuchar los lamentos de las almas mientras son atormentadas por los demonios Pero...

Estaría mintiendo y quizá por qué me encanta hacer pagar a las personas todo el daño que hacen es que mi padre me corono rey del infierno.

Extendí mis enormes y hermosas alas y volé por todo el lugar, ví a las nuevas almas cruzar por el valle de los lamentos, ví como otras querían despertar de su pesadilla pero mis Pequeños demonios los volvían a hundir en las profundidades de la lava.

Revise cada rincón del infierno antes de subir a la tierra, extraño tanto a Jinnie.

Volé hasta el jardín de flores de fuego, le llevare una a Jinnie, se que le encantará.

—Señor— un demonio se me acercó.

—Dime— conteste cortando una flor con el filo de una de mis uñas.

—Hay un arcangel que lo busca— Levanté mi vista de inmediato, mis hermanos no bajan al infierno solo por visitarme, cada vez que lo hacen es por qué he cometido un error y vienen a reprenderme, un sin fin de cosas que se se podrían considerar como error pasaron por mi mente.

—¿Dónde está?— Pregunté

—En el puente de hueso— volé rapido hasta el lugar y me encontré con mi hermano parado en el centro del puente, su mirada estaba perdida en la nada.

—¿Por qué has venido Bang?— Me pare junto a él.

—Padre está enojado, has quebrantado las reglas.

—No he roto ninguna regla— Respondí con voz firme.

—Padre fue claro, ninguno de nosotros se puede acercar demasiado a los humanos y tú te la pasas siempre junto a Hyunjin, él aún es un humano y debías esperar.

—Jinnie es mío, papá lo creo para mí— Bangchan soltó una carcajada.

—¿Jinnie?, no puede ser ¿Te enamoraste? Ja jajajaja el diablo se ha enamorado, ¿Si sabes las consecuencias que eso trae cierto?.

—No permitire que lo toques— Lo sujete del cuello de su camisa, mis pupilas se volvieron rojas, nadie puede tocar a Hyunjin.

—Tranquilo, Lucí, los angeles no tenemos permiso para matar a un humano y lo sabes perfectamente, no soy yo quien lastimara a tu joya preciada, tú mismo lo acabas de condenar, trajiste el alma de su padre al infierno, te has preguntado lo que pasara si él recuerda que estuvo en el infierno y que tú eres el diablo.

—Eso no pasará, el no recordara nada.

—Tu amado "Jinnie" pagara los platos rotos.

—No tienes derecho a llamarlo con ese nombré.

—Esta bien, no lo haré más, yo solo vine a darte una advertencia, alejate del humano o conviertelo de una vez en el ángel de la muerte.

—No puedo matarlo, eso sería romper las reglas.

—Eres el diablo, Lix ¿Cuando te han importado las reglas? Ya has matado a más de un humano después de todo.

—Seo Changbin— Changbin es uno de los amigos más cercanos a Hyunjin, una vez se atrevió a besarlo y no lo he matado solo por que Hyunjin le dejo claro que solo lo veía como un amigo pero... ¿Que demonios hacía en la habitación a solas con mi Jinnie? ¿Y como es que el padre de Hyunjin le permitió la entrada?.

—Oh, sabes mi nombre, precioso— dijo sonriendo de una manera coqueta, se levantó de la cama y tomo mi mano que reposaba en la espalda de Hyunjin y la beso.

—¿Que demonios haces?— Hyunjin dijo separándose rápidamente de mí y me tomó de la cintura con posesividad.

—Saludo a tu novio— Respondió sin pena alguna —Si algún día terminan ¿Puedo conquistarlo yo?— ¿Que le pasa a este chico? ¿Piensa que las personas son un objeto que pasan de una mano a otra?.

—No, claro que no, no puedes acercarte a Lix y además él jamás me dejará ¿Verdad cariño?— sus palabras sonaron tan confiadas que me arrepentí de lo que iba hacer, tenía pensado regresar al infierno y dejarlo vivir su vida como un humano normal y regresar por su alma cuando haya disfrutado y llegado a viejo, quizá Changbin podría ser su compañero de vida pero demonios, no tengo fuerza de voluntad para hacerlo, soy tan egoísta que prefiero matarlo ahora a dejarlo en los brazos de otras personas mientras yo sufro por milenios en el infierno.

—Jamas te dejaré, estás hecho de mi costilla después de todo— Ví a Changbin alejarse haciendo una mueca de asco.

—Son tan cursis que me dan ganas de vomitar— dijo y luego me volteó a ver, su rostro destilaba duda.

—Por cierto ¿Cómo entraste?, las puertas y ventanas están cerradas— Y ahora como le explico que me teletransporte del infierno hasta la habitación de Hyunjin.