Emilio Osorio es un alfa que siempre se escapa al parque de sus obligaciones de su empresa para ver al lindo Omega que siempre está en los columpios.
El omega cuyo nombre es Joaquín, además de sus lindos ojos color miel y el delicioso olor a mandari...
Suelta un suspiro demasiado frustrado con el trabajo y su mente no deja de pensar en el Omega. Él sabe que está bien, él lo sabe porque ha estado mensajeándose con el chico, pero su lobo lo hace frustrarse porque él en verdad quiere estar con el chico y no en ésta reunión de mierda que ya se sabe de memoria. Su padre estaba ahí, a unos cuántos asientos y su mirada estaba en él porque Emilio ya se hace una idea de que trata, pero evita verlo. Eduardo está a un lado de él, atento y anotando lo que le parece importante, le agradece bastante porque puede ver sus apuntes después.
"¿Qué le parece esa idea, joven Osorio?" - Emilio se siente bastante cansado, pero observa a los presentes excepto a su padre para después dejar su mirada en la persona que está de pié en esa sala de juntas, quién luce nervioso. Emilio incluso puede ver que está temblando.
Son los segundos más largos para todos, Emilio no dice nada, sólo está ahí, analizando y viendo de reojo los apuntes de Eduardo, pensando que Eduardo es un buen amigo, algo que aún no le vá a decir.
"Tu estructura es muy buena, me llama la atención la zona de trabajo, no es lo bastante complejo para los trabajadores, es muy diferente de lo que esperé de usted, pero la imagen que dá por fuera es algo que me impresiona." - Tan sólo dice. "Creo que puede mejorarlo ¿Puede hacerlo?"
"Emilio, haz hecho que cambie el plano demasiadas veces." - Su padre le reclama. - "Éste es un buen plano."
"Hay recursos para mejorar la empresa, necesitamos una buena imagen." - Eduardo comenta bajo, mirando su libreta. Emilio piensa que Eduardo parece de esos chicos primerizos que están anotando todo para poder impresionar después con sus apuntes.
"Puedo mejorarlo." - El hombre de pié habla rápidamente.
"Sólo cambie esa zona, es lo único que sugiero, lo demás está bien." - Lo vé asentir repetidas veces.
Gruñe bajito, casi inaudible para los demás, su celular vibra en su bolsillo. Varias personas salen de la sala después de que diera por terminada.
"¿Cómo vamos con el documento de Jeferson?" - Pregunta hacía Eduardo, quién lo mira.
"Aún nada, él lo tiene, no la ha firmado, al parecer no está muy de acuerdo con lo que dicta ahí."
"Tus ideas no están funcionando, Emilio. No sé en qué es lo que estás pensando hacer. No es necesario hacer una remodelación a ésta empresa, está bien así."
"Necesitamos mejorar la imagen, renovarla, pero manteniendo lo original, papá."
"Ésto sigue siendo innecesario."
"No lo es, ahora sí me disculpas, tengo cosas que hacer, hay otra junta que hacer, así que te puedes retirar papá."
Lo ve levantarse, puede sentir su mirada, pero Emilio observa a Eduardo.
"¿Cuántas hay en la agenda?"
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